Zoo Motel, crítica teatral
23 Feb 2021
El último espectáculo representado en el Teatro de la Abadía, antes del confinamiento total decretado en España, el 11 de marzo de 2020, a consecuencias del Coronavirus Covid-19, fue “Antropoceno”, en aquella propuesta ya quedaron de manifiesto algunas de las señas de identidad de su creador, Thaddeus Phillips, con espectáculos donde la forma escénica termina por pesar más que la trama que hay tras ellos, más cercanos a las ‘performances’ que a los códigos mantenidos en la larga tradición del teatro, donde una historia se presenta a través de un planteamiento, de un desarrollo y de un desenlace.
El Teatro de la Abadía mantiene un vínculo a lo largo del tiempo con el actor, director y dramaturgo estadounidense, afincado en Bogotá, que comenzó en 2018 con la propuesta ‘Ankomsten’ (‘Avistamiento’, con la compañía sueca Teateri), fruto de la cual presenta un nuevo trabajo de Phillips, incluido dentro de la sección de #TeatroConfinado, que llega a los espectadores que optan por participar como público en ella, a través streaming, difundido desde su estudio en Cajicá, localidad cercana a la capital colombiana.
Thaddeus Phillips firma unos espectáculos donde la forma escénica termina por pesar más que la trama que hay tras ellos.
La participación ‘On-Line’ del público es algo que se marca como objetivo y expectativa, sin embargo gran parte de los mecanismos de interacción previstos no terminan de funcionar.
El único protagonista, que es el mismo dramaturgo y director, nos recibe desde lo que nos dice es una habitación de “Zoo Motel” (nombre con el que se bautiza la propuesta), aunque no sabemos si se trata de una noche o de varias …’quizás mil’, el uso de metáforas es continuo, desde la falta de puerta, tanto de entrada, como de salida, naturalmente, en la habitación desde la que nos habla, a una cabina telefónica sin teléfono en medio del desierto, en expresión ‘naif ‘ de la incomunicación de nuestro mundo.
Los códigos habituales mantenidos en la larga tradición del teatro incluyen una historia que se presenta a través de un planteamiento, de un desarrollo y de un desenlace.
Los recursos son limitados y muy obvios, propios del teatro de marionetas o las sombras chinescas y uno de los puntos álgidos que se pretenden conseguir es a través de un juego de magia, con los espectadores telemáticos, a través de 21 cartas de naipes, juego que, por cierto, practico habitualmente con mi nieto de tres años.
Desde luego la propuesta de ‘Antropoceno’, con todas sus limitaciones, es bastante superior a este “Zoo Motel”, pero en ambas se destaca lo que es el factor esencial, en nuestra opinión, de Thaddeus Phillips, que es su afán investigador en los nuevos códigos, y caminos, de las artes escénicas en su conjunto, ello es indudable.
Más allá del resultado, es evidente que Thaddeus Phillips tiene un gran afán investigador en los nuevos caminos de las artes escénicas.
¿Es un sueño o es real lo que hemos vivido con este simpático personaje, dotado para la mímica?, sea como fuere se nos quedan resonando en nuestro cerebro las notas musicales de “Viva Las Vegas”, de Elvis Presley, o el superconocido ‘Bolero’ de Ravel, que quizás sean algunos de los temas musicales incluidos en el ‘disco de oro’ que se envía al espacio interestelar para que, quien lo encuentre, tenga un testimonio de la existencia de la humanidad que pobló la Tierra.
¡Cómo se echan de menos las buenas historias!.