Voltaire – Rousseau, la disputa; crítica teatral
04 Oct 2018
Jean-François Prévand publicó en 1991 su obra “Voltaire Vs. Rousseau”, un texto en el que, desde la ficción, enfrenta los pensamientos y los principios de los dos grandes filósofos que marcaron la época de la Ilustración, en la que se pusieron los cimientos de la idea de lo que hoy entendemos como los principios de la vieja Europa. Los protagonistas hablan de Dios y de la religión, de la vuelta a las esencias de la naturaleza, de la ciencia, de la economía, de la educación, del teatro, de la igualdad y la desigualdad, de política con referencias concretas a las ideas originales del comunismo, incubado en aquella época, y al capitalismo, como su antítesis, haciéndolo con una base filosófica, cada uno desde su propia visión.
“El hombre es un lobo para el hombre”
El texto original, acertadamente traducido a esta versión por Mauro Armiño, colaborador habitual de Flotats, es intenso y con una gran densidad en las ideas que encierra, exigiendo al espectador una alta concentración para no perderse nada sobre ninguno de los interesantes temas que aborda la pieza, si bien la utilización de la ironía y el sarcasmo, especialmente en el personaje de Voltaire, junto con un excelente ritmo en la teatralidad del relato, termina por conseguir mantener al público conectado, convirtiendo el arte de la palabra, a través de los actores y sus personajes, en una trama donde los verdaderos protagonistas son la filosofía y las ideas. Todo un reto.
Rousseau se desplaza hasta el palacete de Ferney, en el que Voltaire ha fijado su residencia, justo en la frontera entre Francia y Suiza, duerme dentro de los límites de su país natal, pero su jardín y huerto están sobre el territorio helvético, porque él, que ya conocía la cárcel francesa por su libertad de opinión, prefiere ser prevenido. El autor de “Emilio, o de la Educación” se pone frente a quien considera su maestro porque ha llegado a sus manos un panfleto, de autor anónimo, donde se le critica y ataca por diversas cuestiones, aunque la más dolorosa para él es que se le acuse de haber abandonado a sus cinco hijos, considerando que Voltaire le puede ayudar a identificar al autor de tal ignominia.
“Hay dignidad hasta en la más pequeña de las margaritas”
Josep Maria Flotats, además de interpretar a Voltaire en la obra, dirige el montaje, haciendo visible su sutileza, elegancia y experiencia en todo en él, diseñando una escenografía dominada por un hermoso tapiz, hábilmente iluminado por Paco Ariza, que junto con unos pocos elementos de atrezzo, pero muy bien elegidos y ubicados (mesa de despacho, mesa de té, confidentes y sillería…), recrean con total acierto la elegante y suntuosa residencia que aloja “la disputa” y enmarca la apacible vida, allí, del autor de “Cándido”. Mención destacada al notable vestuario diseñado por Renato Bianchi, que sirve para subrayar las personalidades de ambos personajes, así como el espacio sonoro de Eduardo Gandulfo, especialmente por la perfección del sonido cuando los personajes hablan desde fuera de escena, así como en la recreación del ambiente de la naturaleza que se cuela hasta los salones del palacete, desde el jardín exterior.
“Lo que hace de este mundo un valle de lágrimas es la ignorancia”
Tanto Josep María Flotats, estupendo a sus 79 años, como Pere Ponce, ponen todo su excelente bagaje interpretativo en este mano a mano filosófico, construyendo los perfiles de dos personajes que se revelan como complementarios, desde sus diferencias. Espléndidos ambos en su dicción, más enfocado en el sarcasmo y la ironía Flotats, en su personaje de Voltaire; con un Ponce sobresaliente en la piel de un Rousseau creyente de la bondad de la naturaleza y del buen salvaje, al que el texto de Prévand supedita a su maestro, pero brillante en sus argumentos y la desesperación que muestra para reivindicarse a si mismo, en especial cuando defiende la misantropía de Alcestes por encima de su autor y creador, Moliére.
El enfrentamiento, ficcionado, entre estos dos grandes filósofos depara un impecable espectáculo teatral a partir de la palabra y el intercambio de argumentos, en interesante alegoría que habría que imitar en nuestra actualidad social y política, que merece ser paladeado por el buen aficionado a la escena, que tras su estreno en la temporada pasada con producción del Centro Dramático Nacional, vuelve ahora a Madrid, programado en el Teatro Cofidis Alcazar hasta el seis de enero de 2019.
Crítica teatral publicada en @elespanolcom el 03/10/2018: https://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20181003/voltaire-vs-rousseau/342785727_7.html
Buenas tardes, ayer estuve viendo la obra y me encantó, quiero volver a verla con mis hijas, pero salimos de viaje y no volveremos hasta el 20 de Enero, ya en esas fechas habrán dejado de actuar en el teatro Cofidis Alcázar, mi pregunta es: saben si la van a hacer en otro teatro de Madrid????, muchísimas gracias por su respuesta
Muchas gracias, José María, por compartir su opinión sobre «Voltaire Vs. Rousseau, la diputa» en http://www.traslamascra.com, efectivamente coincido con usted en la buena calificación sobre dicho espectáculo teatral. Esta obra fue estrenada la temporada pasada en el Teatro María Guerrero, con producción del CDN y en esta ocasión han estado tres meses en las tablas del Teatro Cofidis Alcazar. No nos consta que en los próximos meses tengan previstos nuevas programaciones en otros espacios en la cartelera madrileña, pero no descartamos que ello pueda ser así. Saludos.
El hombre es un lobo para el hombre.
¿ Es una entelequia ?. Si, claro la entelequia de la vorágine de el tiempo. El desorden de el tiempo. ¿ Y, su desgobierno?. Esta en el planteamiento, kantiano de critica a la razon pura ?. No, es una tautologia, esta en critica a la razon practica, en nuestra creencia moral, respecto a Dios.
Muchas gracias, Saúl, por su comentario al hilo de la crítica teatral publicada en https://www.traslamascara.com en relación al espectáculo «Voltaire – Rousseau, la disputa». Esperamos seguir contando con sus visitas y aportaciones por nuestra web. Saludos.
Esa fotografia, que es una mujer, con esa carita tan mona. Asi se nos presenta en un retrato a una amiga de Voltaire, Emile de le chatelet, que se caso con Florent Claude de Chatalet, y pronto demostró gran habilidad por los estudios. Se transpasa en su rostro su serenidad, y su sobremanera, predileccion por las matematicas… pues se la ve, con un compás, apoyando la mano, sobre un libro. Esto quiere decir; se casó a los dieciocho años… y se le retrata en este, cuadro. Como una marquesa.
El bienestar economico, lleva al hombre a la locura, y a la paz, solisloquio… y, por, fin, lo comprendo. La historia medieval, fue escolastica, no clasica.
Voltaire contra Roseau. La rosa empirica.
La fe en la razon empirica, es un brillo, de los dos bipartidistas, de quedar dentro los dos, de la cazerola de Spinoza… y, no vienen pensadores mas allá, de esta fe, que la tradicional, compostura… de los barcos este y fundacional.
Para dummies,un cielo personal.