De viaje con Gardel (1)
10 Sep 2017
Hace poco tiempo mi hija me dijo que debería ir a Buenos Aires, y aquí estoy, subiendo la escalerilla del avión, pero …¿inicio el viaje de ida o el viaje de vuelta?.
¿He estado antes o es mi primera vez en la ciudad porteña?, creo que no, pero, entonces, ¿por qué tengo recuerdos dentro de mi, del Teatro Colón?, con el terciopelo rojo que cubre sus asientos, su decoración entre barroca y ecléptica, y un maduro Al Pacino, haciendo de sí mismo sobre su escenario, convirtiendo a los espectadores en “voyeurs”.
¿He estado antes o es mi primera vez en la ciudad porteña?.
Pero, un momento; aún retumban en mí las risas de aquellas señoras que paseaban por Belgrano, una oronda y segura de si misma, otra más delgada y con la nariz tan afilada, que parecía el filo de un cuchillo que se iniciaba en su mirada de ojos entre azules y grises, cuando les pregunté: “por favor …¿el parqué japonés?”,…¡como reían ante mi cara!, aclarándome, entre carcajadas, que el lugar del que cantaba Gardel, en Garufa, dejó de existir hacia 1930, mientras, insinuantes, me repetían su estribillo: “…del barrio la mondiola sos el más rana y te llaman Garufa por lo bacán, tenés mas pretensiones que bataclana que hubiera hecho suceso con un gotán. Garufa vos sos un caso perdido, tu vieja…dice que sos un bandido, porque supo que te vieron, la otra noche, en el Parque Japonés…»
«Por favor …¿el parque japonés?»
Mi afligimiento dirigió mi paseo en busca de una copa de Fernet, bebida alcohólica, de consumo extendido en la noche de Buenos de Aires, de unos 40 grados, bastante fuerte, y algo amarga, hecha con ruibarbo, manzanilla, mirra, azafrán y cardamomo, macerado en alcohol de uva, añejada durante doce meses; momento en el cual, la mano de la azafata se posó en mi hombro, ofreciéndome un zumo de naranja.
…Continuará…
Excelente relato. Lleno de misterio y preguntas e interrogantes que me imagino rondarán en la cabeza de quien no es de acá…
Gracias, Rosa, por tu comentario y opinión sobre el primer capítulo de #ViajeConGardel, en el cual he tenido la fortuna de conocerte. Te invito a que sigas el desarrollo de la historia, donde, como en casi todas, nada es lo que parece. Ten por seguro que te agradeceré cada nuevo comentario que hagas. Besos desde Mendoza.