Valor, agravio y mujer, crítica teatral

06 May 2023

Leonardo y LeonorMucho antes de que la palabra heteropatriarcado fuera de uso frecuente, las damas talentosas dejaron huella de su obra y saber hacer en las letras españolas, todo ello mientras que, al tiempo, en el denominado teatro isabelino, en la Inglaterra del siglo XVII, las mujeres tenían prohibido subirse a los escenarios, limitación que no se superó hasta dieciocho años después de la muerte de la Reina Isabel I, con la Restauración de 1660. Sin embargo en España, en nuestro Siglo de Oro no solo actuaban, que por supuesto, sino que ejercían como autoras y directoras. Los ejemplos de sor Juana Inés de la Cruz (1648/1695), María de Zayas (1590/1647) y Ana María Caro de Mallén y Torres (1590/1646), reconocidas y aplaudidas por dramaturgos coetáneos, como Pedro Calderón de la Barca (1600/1681), son viva prueba y ejemplo.

«Vida y honor le debemos»

La Compañía Nacional de Teatro Clásico estrena un espectáculo sobre la obra más conocida que se conserva de Caro de Mallén, ‘Valor, agravio y mujer‘ y lo realiza brindando la mirada de una experta en el teatro áureo, como es Beatriz Argüello, para que desde la dirección aporte los conocimientos y pericia que ha acumulado tras una sólida carrera como intérprete (La cordura loca de Lady Macbeth, Queen Lear, El príncipe constante, Refugio, Numancia, Don Juan Tenorio), en la que ha trabajado, entre otros, con Gerardo Vera, José Luis Gómez, Helena Pimenta o Juan Carlos Pérez de la Fuente. Ella debuta como directora, pero a la vista del resultado no lo parece.

Valor, agravio y mujer, crítica teatral

La obra es versionada por Juana Escabias, una de las mayores conocedoras de la dramaturgia femenina de nuestro Siglo de Oro.

“No cabe traición donde hay agravio”

La trama recrea el viaje hasta Flandes de Doña Leonor de Ribera, mujer que fue seducida por Don Juan‘ (éste de Córdoba, no Tenorio), en busca de venganza sobre quién, después de entregarse a él, abandonó, olvidando sus promesas. En el viaje Leonor‘ se transmuta en Leonardo‘, persiguiendo los perfiles que mejor hagan pasar desapercibidos sus objetivos. En ese viajeLeonorse irá descubriendo a sí misma y sus capacidades, más allá de cualquier dependencia sobre ‘Don Juan‘ o cualquier otro. Liberándose de sus ataduras, hasta el extremo de que el aguerrido y apuesto caballero que parece, generará el gran equivoco de que la dama pretendida por su amado (‘Estela‘), acabe atraída por el andrógino ‘Leonardo‘, capaz de pelear a capa y espada contra cualquiera, pero también dotado de unos elegantes y llamativos modales.

Valor, agravio y mujer, crítica teatral

“Más merece quien más ama”

A través de ‘Leonardo‘ y sus peripecias, ‘Leonordescubrirá que no necesita venganza, ni precisa cobrarse la prenda de quien la agravió, porque su dignidad no necesita ser restaurada, más que por ella misma. Todo un razonamiento filosófico que se desliza en la obra Ana María Caro de Mallén y Torres que sorprende, para bien, fuera expresado por esta avanzada mujer en el siglo XVII.

Valor, agravio y mujer, crítica teatral

Sutil y muy equilibrada escenografía, diseñada por Carolina González, que crece a partir del uso de cuadros pertenecientes al Museo del Prado de pintura flamenca del barroco, de Rubens y Brueghel, contando con la acertada iluminación de Paloma Parra, el elegante vestuario de Rosa García Andújar, y los eficaces desempeños de Pau Aran en el movimiento escénico, Luis Miguel Cobo en la creación musical, la asesoría de verso de Ernesto Arias y la maestría de esgrima de Jesús Esperanza.

“Leonardo fuí, mas ya vuelvo a ser Leonor”

Un sólido elenco aporta la necesaria credibilidad a la trama, encabezado por Julia Piera (Numancia) que se emplea con brío y decisión en su doble personaje de ‘Doña Leonor de Ribera‘ y ‘Leonardo‘, sin utilizar ningún elemento externo de caracterización. Pablo Gómez-Pando (Tres sombreros de copa) resulta muy convincente como ‘Don Juan de Córdoba‘, completando el reparto Ignacio Jiménez (Lo fingido verdadero, Madre coraje y sus hijos, La ola), divertido en el rol del ‘príncipe de Pinoy‘, además de Paco Pozo (Lo fingido verdadero) como ‘Don Fernando de Rivera‘ y ‘Astolfo’, Lucía Barrado (El concierto de San Ovidio‘, Incendios) como la ‘condesa Estela‘, Jesús Hierónides como ‘Tomillo‘, Luis Moreno como ‘Ribete‘ y ‘Rufino’, Natalia Llorente (El animal de Hungria) como ‘Lisarda‘ y Sol Vicente con su aportación musical interpretando la viola en varios momentos del espectáculo.

duelo a esgrima

Un acierto de la Compañía Nacional de Teatro Clásico la inclusión en la programación de esta comedia de capa y espada, con la visión femenina que aporta su autora, Ana María Caro de Mallén y Torres, en justa reivindicación de un lugar propio dentro del Siglo de Oro de nuestras letras, bellamente recreada a través de la dirección de Beatriz Argüello, quien acierta en el ritmo y la elección de los medios que emplea en la propuesta que se mantendrá programada en el Teatro de la Comedia hasta el 4 de junio. Espectáculo más que recomendable.

 

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