Un delicado equilibrio, crítica teatral
26 Abr 2024
El dramaturgo Edward Albee (1928-2016) fue reconocido en tres ocasiones con el Premio Pulitzer siendo la primera con ‘Un delicado equilibrio‘ en 1967, aunque su obra más famosa ‘¿Quién teme a Virginia Woolf?‘ no obtuvo ese galardón.
“Yo podría perder la cabeza cualquier día”
En todo caso, Albee, está considerado como uno de los máximos representantes de la dramaturgia americana de la segunda mitad del siglo XX, junto a Tennessee Williams, caracterizado por poner el objetivo de sus dardos en la hipocresía y complacencia de la clase media alta estadounidense, como causas de su fracaso moral. Él llevó el apellido de sus padres de adopción, una familia con economía desahogada y los personajes aburguesados siempre formaron parte de su acerada crítica poniendo el foco en los miembros nucleares de la familia (padre, madre, hijo, abuela…), para su visión, origen del mayor dolor.
“¿En serio, quieres que te pegue un tiro?”… “¿Por qué no te mueres, Agnes?”
El Teatro Fernán Gómez con un equipo liderado por Producciones Teatrales Contemporáneas, presenta una propuesta de ‘Un delicado equilibrio‘, con texto traducido por Alicia Borrachero y Ben Temple, matrimonio en la vida real, que aquí interpretan a la pareja protagonista de esta trama, ‘Agnes’ y ‘Tobias’, quienes viven en una elegante mansión atendidos por su servicio doméstico, a la espera de un nuevo regreso de su hija ‘Julia’, tras su cuarto fracaso matrimonial, todo ello con la presencia constante y transversal de ‘Claire’, la hermana alcohólica de ‘Agnes’. ‘Harry’ y ‘Edna’, amigos ‘entrañables’ de la pareja protagonista, llegan, de sopetón, preguntando si se pueden quedar, argumentando que un terror que no saben concretar, les ha invadido.
“Si se te ocurre que podrías estar loco, entonces no lo estás…”
La correcta hospitalidad de ‘Tobias’ y ‘Agnes’ les brinda la habitación de ‘Julia’, pero el regreso de ésta generará el conflicto. Las normas de la cortesía, educación, y amabilidad, de la ‘gente bien’ y con medios, frente a la realidad del día a día. La vida y sus contradicciones.
Nelson Valente dirige el espectáculo, presentándolo de forma eficaz, aún con una duración más allá de lo necesario, por encima de las dos horas; con una conseguida escenografía de Lua Quiroga Paúl, también responsable del vestuario, contando con una adecuada iluminación de Ion Anibal López y un equilibrado espacio sonoro de Gaby Goldman.
“Creo que la cena está servida …si alguien tiene estómago para comer”
Entre las interpretaciones destaca la recreación de ’Agnes’ que consigue Alicia Borrachero (Las criadas), administrando con sutileza el cinismo y el sarcasmo, brillando especialmente en la primera escena en la que se apodera estupendamente del escenario y de todo lo que sucede en él, es una mujer con un profundo dolor, perdió un hijo y hace mucho que dejó atrás el amor, pero se exige a si misma estar siempre en su sitio, lográndolo, aún preguntándose en qué momento perderá la razón. A su alrededor Ben Temple, como ‘Tobias’, alcanza un menor lucimiento, con Manuela Velasco (La bella Dorotea, Ricardo III, Feelgood, Bajo terapia) sin explotar al máximo los perfiles de tragicomedia de su personaje, ‘Claire’, para subrayar y poner el adecuado acento en cada pequeño suceso de la cotidianidad y en los giros de la trama. Completan el elenco Anna Moliner (El vergonzoso en palacio, Mrs. Dalloway), como ‘Julia’, Joan Bentallé como ‘Harry’ y la siempre eficaz Cristina de Inza (El coronel no tiene quien le escriba) como ‘Edna’.
“La bella indiferencia”
Una vez más sonó un móvil desde el patio de butacas, y esta vez incluso en conversación, vía IA, con su dueño, sin que hubiera reacción desde el escenario, cuando el silencio, durante unos segundos, hubiera sido oportuno.
‘Cuando llega la luz del día, el orden empieza con ella”
El foco de la cotidianidad de una familia burguesa como escenario de la tensión que viven cada uno de sus miembros, hasta presentarnos ‘Un delicado equilibrio’ a punto de explotar e implosionar. Su texto fue escrito hace más de cincuenta años pero parece construido para describir el mundo contemporáneo en la crisis de la sociedad occidental, donde la sensación de perdida de la seguridad alcanzada en tiempos mejores, es vivida con ansiedad, vislumbrando un mundo en el que lo peor parece por llegar. Grietas en los sueños …y excesivo alcohol como recurso. Oportuna revisión a Edward Albee.
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