Todas las hijas, crítica teatral
05 Abr 2024
Cinco mujeres ensayan, en un teatro, una nueva representación de ‘La casa de Bernarda Alba‘, es tarde, exactamente en el inicio de una madrugada, recién superada la medianoche. La última en llegar lo hace aproximándose desde el pasillo central del patio de butacas de la ‘Sala Guirau‘ del Teatro Fernán Gómez, rodeada de oscuridad, mientras unos inquietantes pasos ponen eco al avance hacia su destino. Se representa el miedo.
“Somos hijas, nietas… de Bernarda; criadas en el miedo”
Las cinco actrices ensayan la popular y famosa pieza de Lorca, pero, en los tiempos muertos, entre una escena y otra, charlan sobre sus propias vivencias, sobre los miedos que, superados o no, les han llevado a ser las mujeres que son, todas en la edad media de sus respectivas vidas, entre los 40’s y los 55’s años, causados por diferentes motivos, desde una madre tirana y posesiva; a los abusos sufridos por un abuelo, el propio padre o un sacerdote; las angustias, la falta de autoestima, las dudas sobre si mismas, el terror a la oscuridad o la soledad, y la dependencia de los demás.
“La madre siempre es el terror”…“Lo que de verdad da miedo es cuando comienzas a convertirte en tu madre”
La idea original es de Gemma Martínez, quien participa como intérprete junto a Sol Maguna, Vito Rogado, Goizalde Núñez (La vida es sueño) / Maribel Salas y Pilar Matas (MBIG), habiendo desarrollado una dramaturgia a medida para esta propuesta por parte de David Caiña y Andrés Lima (Paraíso perdido, Principiantes, Shock 2 (La tormenta y la guerra), Shock (El cóndor y el puma), La vuelta de Nora, Moby Dick, Medea, Los Mácbez), quien también la dirige, cuya mano se hace visible, entre otras cosas, haciendo uso de algunas opciones escénicas utilizadas hace pocos meses en ‘Asesinato y adolescencia‘, para generar tensión (sonido de pasos, videoproyecciones en gris o negro, música intrigante, etc…), ademas de su acreditado oficio. A destacar el diseño de iluminación de David Alkorta que juega estupendamente con los efectos de la luz sobre cuatro paneles traslucidos, a veces cerrados y otras abiertos, optimizando muy bien el juego de sombras que encaja perfectamente con la escenografía creada por Beatriz San Juan. Adecuada aportación de Nerea Alberdi en el espacio sonoro.
“La realidad no alcanzaba mis expectativas …¡las asesinaba!”
En el programa de mano, Andrés Lima subraya la necesidad de estas mujeres en compartir sus cuitas, sugiriendo como posible origen, de todo ello, el dolor, o el miedo, aunque quizás sea consecuencia de la edad, de la soledad o del amor que también duele, incluso cuando falta. Todas ponen el foco en su madre y precisamente de ahí el título de ‘Todas las hijas’, en un viaje por los miedos femeninos en esta España en la que, según se afirma en el texto, es vigente el termino de ‘estar embarazada de Bernarda Alba’.
“Mi madre me ha hecho tirana” …”Soy la ‘Bernarda’ de mi propia madre”
Interesante propuesta la coproducida por Erre Produkzioak y la Diputación de Bizkaia en colaboración con el Teatro Arriaga, que está dentro de la preselección de candidatos a Premios Max como mejor espectáculo de teatro (además de otras categorías), que pone en el centro de la escena el miedo sufrido por cinco mujeres, cuyo mejor sortilegio, quizás, sea hacerle frente y poner luz sobre lo oscuridad, compañía en la soledad y trabajar la propia autoconfianza.
¿Tiene género el miedo?, ¿tiene edad el miedo?, las preguntas quedan en el aire.
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