The Ópera Locos, crítica teatral

18 Jul 2020

Un divertimento que funciona estupendamente. Con estas cinco palabras y las treinta y nueve letras que las componen podemos resumir nuestra favorable opinión hacia esta propuesta de Yllana, reconocida con el Premio Max de 2019 al mejor espectáculo musical, que cuenta con las habituales señas de identidad de la compañía: humor, sentido de la medida y del gusto, musicalidad, expresión gestual, calidad y una idea que compartir.

Dicho todo lo anterior, que es mucho, además aprovechan para realizar una gran promoción de la ópera, a través de sus grandes “hits”, descubriendo el “bel canto” en un formato muy apropiado para el acercamiento de todos los públicos.

The Opera Locos vuelve a los Teatros del Canal, de Madrid, aportando diversión y frescura en estos tiempos tras la pandemia.

Mozart, Puccini, Bizet, Händel, Verdi, Offenbach, Leoncavallo son recreados a través de sus grandes composiciones musicales y las conocidas melodías de “Va, pensiero”, “Barcarolla”, “Toreador”, “Vesti la giubba” o “Nessun dorma”, construyendo un acertado recorrido sobre las obras cumbre de la Ópera, desde Carmen a Turandot, igual que desde La Bohème a Nabucco, pasando por “Sanson y Dalila” o “Los cuentos de Hoffmann”.

Una peculiar compañía operística, compuesta por tres hombres y dos mujeres, nos recibe al son del “Va, pensiero” del Nabucco de Verdi, en una puesta en escena con vestuario y maquillajes que nos recuerdan a las películas de Tim Burton; haciéndose evidentes, desde el primer momento, los egos que afectan a los cinco artistas y las interrelaciones de unos con otros, entre deseos y amoríos, las cuales se utilizan para armar la historia que se nos comparte, donde una joven soprano, excelentemente encarnada por María Rey Joly, persigue el áurea del gran tenor de la compañía, con sus mejores tiempos en el pasado y ya refugiado en sus recuerdos, pero que, a través de ella, volverá a ser capaz de emocionar al público, recuperando su mejor versión, en cuya interpretación nos deleitamos con Antonio Comas en “Vesti la giubba” de “I Pagliacci” y “Nessun dorma” de Turandot. Pero al final todos los integrantes de la compañía conseguirán el amor, o al menos calmar sus deseos. ¿Todos, siendo cinco?, así es, todos encontrarán su pareja, pero para saciar ese punto de curiosidad sobre su encaje y cómo, querido lector, se hace necesario acudir al espectáculo.

Va’, pensiero, sull’ale dorate;

va’, ti posa sui clivi, sui colli,

ove olezzano tepide e molli

l’aure dolci del suolo natal!

Junto con los mencionados Antonio Comas (tenor) y María Rey (soprano), Enrique Sánchez Ramos (barítono), Juan Carlos Coronel (contratenor) y Maica Teba (mezzo), completan un más que sólido equipo artístico en el que no solo cantan, y muy bien, sino que interpretan sus personajes de una forma desenfada y divertida, destacando la interacción que realiza con el público Maica Teba de una forma natural y mas que creíble, cumpliendo, al tiempo, con las normativas sanitarias impuestas en la nueva normalidad.

Acertada idea original de David Ottone y Rami Eldar, dirigida por el propio Ottone junto a Joe O’Courneen, que se desarrolla en una escenografía fija, diseñada por Tatiana de Sarabia quien también es parte responsable del vestuario y la caracterización de los personajes. Marc Álvarez y Manuel Coves, desde la dirección musical, fusionan la ópera con ritmos como el rock o el pop, con un resultado óptimo.

¡funiculì, funiculà! funiculì, funiculà!

The Opera Locos vuelve a los Teatros del Canal, de Madrid, aportando diversión y frescura en estos tiempos tras la pandemia, con una gran acogida por parte de un público ansioso de volver a emocionarse a través de las sorpresas, el ingenio, el talento y el humor que se le transmite desde el escenario, siendo inevitable salir tarareando alguna melodía camino de la calle: ¡funiculì, funiculà! funiculì, funiculà!…