Tarántula, crítica teatral
21 Jul 2021
En estos días de canícula, en los que Sirio, la estrella más brillante de la constelación del Can, aparece junto al Sol, para que desde que el mundo es mundo, coincida con la época más calurosa del año, siempre es refrescante dejar que un escalofrío de suspense recorra nuestra espalda ante un thriller cuyo final sorprenda, y ello sucede en “Tarántula”, propuesta teatral escrita y dirigida por Tirso Calero, exhibida hasta el uno de agosto en el Teatro Reina Victoria.
Sara Reverte, antigua modelo de 42 años de edad y ciega, casada con el reputado juez Adolfo Bernabéu, llega a su casa el 31 de diciembre, para ser sorprendida por unos acontecimientos que se desencadenarán a partir de la presencia allí de dos atracadores.
“Ver no es lo mismo que mirar”
Como buen thriller que se precie, nada es como parece, mezclándose pistas falsas, con bien elaborados guiños que cuadran con el desenlace final.
La trama se desarrolla en el acomodado apartamento del juez y su esposa, donde destaca la presencia de una barra de bar privado, a cuyos pies aparece un cadáver, cerca de un terrario donde los caprichosos dueños de la vivienda tienen una tarántula, junto a un autómata de aire misterioso y siniestro que, de vez en cuando, emite algunos sonidos, como si de extrañas carcajadas se tratase. Escenografía de Lorena Rubio, muy bien iluminada por el oficio de Juanjo Llorens.
“La paciencia es la llave de la solución” (proverbio árabe)
El ritmo del espectáculo, marcado por Calero, va ganando en intensidad a medida que se aproxima a su final, con un ritmo, de menos a más, que es acertado.
Laia Alemany interpreta a Sara Reverte, siendo muy cuidadosa en la representación de la ceguera de su personaje al inicio del espectáculo, aunque al final esa exigencia se relaja un tanto. Armando del Rio y Alex Barahona componen una pareja de atracadores convincente desde la falta de experiencia del personaje interpretado por el segundo, frente a lo contrario del primero.
“Cuando una tarántula escoge a su presa no hay escapatoria posible”
“Tarántula” aporta un buen rato de suspense, y ello en teatro no es tan habitual, pues los recursos de su puesta en escena no son tan manejables como en el cine, pero una historia bien construida es la mejor garantía para que el thriller funcione y en ese cocktail ingredientes como la venganza, la rabia, el rencor, el afán de supervivencia y la codicia son garantías, todo ello cubierto de medias verdades y apariencias. Dolor humano engendrando rabia y ambición, en un formato que mantiene la intriga hasta el final.