Nací al final de los años cincuenta del siglo XX, en una España en blanco y negro, en un barrio de Madrid que, aunque castizo, siempre ha sido receptor de inmigración, antes nacional, después internacional. Fui un niño extremadamente serio, que con el paso de los años ha sabido superar cierta timidez. El colegio público al que acudí me propició el suficiente gusto por el estudio como para haber conseguido diplomarme en Administración de Empresas y ser Master en Gestión Financiera por la Universidad Complutense.
Mis padres superaron las posibilidades económicas de mis abuelos, igual que éstos superaron las de sus padres, hoy me inquieta que mis hijos no puedan conseguir lo que hicieron sus abuelos, bisabuelos y tatarabuelos respecto a sus antecesores; algo del legado de nuestra generación no ha acabado de funcionar.
He trabajado durante cuatro décadas en una entidad financiera, de la que 30 años fui directivo, cuyos mejores recuerdos los tengo en relación a la gente que conocí en ella, especialmente de todas y cada una de las personas que formaron parte de los equipos que tuve la fortuna de dirigir, de todos ellos aprendí. En esa etapa descubrí una de mis vocaciones: la formación y gestión de personas; hoy, después de haber vuelto a nacer durante el año 2014, estoy volcado en el mundo del coaching, esperando certificarme en la International Coaching Federation (ICF) en muy pocos meses.
Me confieso apasionado por el deporte y la competición, he practicado muchos, pero esencialmente me siento maratoniano, deporte del que puedo decir que no se corre con las piernas, sino con la cabeza, y del que he sacado muchas enseñanzas para mi vida laboral, profesional y personal, las cuales resumo, básicamente, en una: “la recompensa no está en la meta, sino en cada uno de los metros del camino”.
Hace unos meses, al volver a nacer, fuí introduciéndome en el mundo de las redes sociales, al poco tiempo lance un blog cuyas costuras empezaron a apretarme, por esa razón busqué nuevas fronteras, nuevas maneras, nuevas herramientas y éste nuevo blog www.traslamascara.com es el resultado, agradeciendo que estés al otro lado, o mejor, a mi lado.