Sin perdón

14 Ago 2015

El ministro Fernández Díaz ha consumido más de cuatro horas de comparecencia en el Congreso para justificar su reunión con el imputado Rodrigo Rato en el hecho de que éste, se sentía preocupado por unas amenazas, recibidas vía twitter, tanto por él -algo asombroso ya que él no tiene cuenta oficinal en esa red social- cómo por algún miembro de su familia, por lo que solicitaba una mejora de su protección de escoltas durante sus vacaciones.Fernandez Diaz

Sin entrar en el fondo de lo que se manifiesta como causa del asunto, parece evidente que el ministro estuvo poco afortunado al dar tratamiento a esa petición con una cita en su propio despacho, siendo una gestión que podría haber sido despachada por un funcionario subordinado o, incluso, a través de una simple llamada telefónica.

Pero lo cierto es que lo ocurrido: un triple imputado recibido en el despacho del ministro del Interior; la forma en que ha sido revelado: a través de la información un medio de prensa; que no hubiera comunicación oficial por parte del ministro, ni de forma pública, ni de forma reservada a los portavoces parlamentarios, tras dicha reunión; y el tono de las respuestas del Sr. Fernández Díaz a los representantes de la oposición: sin reconocer lo desproporcionado del tratamiento dado a un imputado que, además, es correligionario de su propia formación política, sólo puede entenderse en clave del trato de favor dado al Sr. Rato, ¿o quizás el señor ministro hubiera atendido de la misma forma una petición del Sr. Bárcenas para conseguir escoltas durante sus vacaciones en estos días en el Valle de Arán?.

Tras las explicaciones del ministro sigue siendo poco creíble que alguien con la experiencia del Sr. Fernández Díaz, asumiera el riesgo mediático del “lío” vinculado a una reunión con Rodrigo Rato, simplemente para hablar de escoltas, y la sospecha de que en ese encuentro se hablara de la situación procesal el ex_vicepresidente del gobierno, ex_gerente del FMI y ex_presidente de Bankia, y de los próximos acontecimientos en relación a ello, es lo que la gran mayoría de los españoles piensan, incluso muchos votantes populares; tanta certeza hay sobre ello, como en cuanto a que esa reunión fue conocida, de manera previa, por el Sr. Rajoy, y autorizada.

Lo dicho por el Sr. Fernández Díaz está ya en la hemeroteca, pero la palabra que no ha utilizado ha sido perdón, no lo ha hecho por el fondo del asunto, pero tampoco por la forma -desproporcionado tratamiento a una demanda de un triple imputado-, de momento lo que él tiene es el “sin perdón” de la oposición política que le ha censurado de forma unánime su hacer, hasta solicitar su dimisión, mientras la ciudadanía acude asombrada al espectáculo, esto no es un escándalo veraniego y para entender lo que supone hay que utilizar un ejemplo fuera de nuestras fronteras, como le ha dicho Rosa Díez al ministro: ¿alguien se imagina a un miembro del gobierno de EE.UU. recibiendo en la Casa Blanca a Madoff?. Allí no, pero aquí, en España, sí.

¡Ah!, por cierto, El Sr. Fernández Díaz mantiene la escolta de cuatro policías y un coche oficial al imputado Rodrigo Rato, al tiempo que se la retira al juez Andreu, que le investiga a aquel en los casos «Bankia» y ‘Tarjetas Black”, lo dicho…¡sin perdón!.

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