Rojo, crítica teatral
15 Dic 2018
Mark Rothko fue un pintor que formó parte del movimiento artístico conocido como expresionismo abstracto y su vida, a través del proceso creativo de su obra, sirve a John Logan, autor de reputados textos llevados a la gran pantalla, como “Gladiator” o“El aviador», para componer el espectáculo teatral “Rojo” ampliamente reconocido por todo el mundo, habiendo obtenido seis premios Tony tras su estreno en Broadway (mejor obra, coreografía, dirección, puesta en escena, iluminación y sonido), deslizando en su trama tres ideas centrales que van emergiendo, entremezclándose unas con otras.
“¡Más cerca! …tienes que estar más cerca …¿que ves?”
Por un lado el concepto del arte como creación, con todo su proceso, interno del propio artista y externo en cuanto a quienes lo observan y reaccionan a ello; pero también con una derivada critica contra el “buen rollismo” social imperante en la época, cuyos efectos llegan a nuestros días, poniendo en boca del protagonista frases como “hoy en día a todo el mundo le gusta todo… ¿dónde está el criterio?” o “somos una nación de idiotas viviendo bajo la tiranía del bien …¡todo está bien!”; añadiendo también el eje de las tensiones intergeneracionales, que se suceden como hijos y padres mitológicos, en las que aquellos terminan por ocupar el lugar de éstos, como bien explicó Ortega y Gasset en “La teoría de las generaciones”: “la identidad de los individuos viene dada por su pertenencia a determinada generación”…”con sus épocas de ascenso y de decadencia”.
“Hoy en día a todo el mundo le gusta todo… ¿dónde está el criterio?”
Rothko y sus compañeros de generación hicieron evolucionar el arte de la pintura, desde el surrealismo, imponiendo como vanguardia el expresionismo abstracto, pero también vieron llegar el momento de como sus cuadros eran desbancados de las galerías por las obras de una joven camada de nuevos pintores representada alrededor de Andy Warhol y el “arte pop”. Y ese enfrentamiento generacional, también en la forma de concebir el arte, se utiliza acertadamente en el texto de John Logan (traducido al castellano por José Luis Collado) al contraponer el personaje del famoso y reputado pintor, con los ojos críticos de su joven ayudante.
Un fantástico encargo llega hasta el taller de Rothko: 35.000 $ USA al contado (en 1958) por una colección de murales para el restaurante neoyorquino “The Four Seasons”, en el Seagram Building, construido por Philip Johnson …y le llega a él, no a Pollock …¡se anuncia su victoria definitiva!. Tendrá que contar con un ayudante, así que contrata a Ken, que también es pintor aunque nunca siente curiosidad por saber de su obra.
“En el futuro todo el mundo será famoso durante 15 minutos» (Andy Warhol)
Gerardo Vera iba a dirigir este proyecto, pero problemas de salud lo impidieron, lo cual propició que su principal protagonista, Juan Echanove, diera un paso al frente, en una faceta que ya ha explorado en algunas ocasiones (“Visitando al señor Green” en 2005, “Conversaciones con mamá” en 2013 o “La asamblea de mujeres” en 2015), aunque sigue consiguiendo su mejor versión como intérprete.
La escenografía, responsabilidad de Alejandro Andújar, es fija y recrea el taller de pintura de Rothko, quien nunca trabajaba con el impacto de la luz exterior, buscando que la luminosidad surgiera de sus propias obras, faceta en la que se confesaba profundo admirador de Caravaggio; y el movimiento se circunscribe a los cambios de lienzos entre escenas, que se realizan con el apagado completo de las luces sobre la escena, en tiempos que resultan demasiado largos, aún siendo conscientes de que quien los realizan son los propios actores. A destacar, como positivo, la recreación coreográfica del momento en que pintan un cuadro, a cuatro manos, entre los dos personajes, en el que se comportan como las partes perfectas de un puzzle o como los componentes de un medido ballet. Con mención especial para la sugerente selección musical, realizada por Gerardo Vera, que suena desde un viejo tocadiscos, rodeado de varios vinilos esparcidos por el suelo, de acuerdo al énfasis de la carga dramática en cada momento de la obra.
“Somos una nación de idiotas sonrientes, viviendo bajo la tiranía del ‘bien’. ¿Cómo estás? Bien. ¿Qué tal te ha ido el día? Bien. ¿Cómo te encuentras? Bien. ¿Qué te ha parecido el cuadro? Bien. ¿Te apetece cenar? Bien… Pues déjame que te diga… ¡No todo está bien!”
Juan Echanove parece disfrutar del personaje de Rothko y del montaje en sí, se siente protagonista de él, y no solo como actor, mostrándonos rasgos de aquel pintor que a través de los colores de su paleta expresaba sus propios rasgos como hombre, soberbio pero frágil, caprichoso y egocéntrico aunque atravesado por la duda, imprevisible y un punto desorganizado, pero absolutamente entregado a su trabajo y perseguidor de su propio sueño sobre sí mismo que, al no alcanzarlo como él pretendía, puso punto final a su propia vida algunos años después (1970) de la trama descrita en esta obra. Buen trabajo interpretativo de Echanove que destaca especialmente en la parte del desenlace, cuando, desvestido de los tics de genio creativo, se muestra como un simple ser humano, con sus miedos, sus contradicciones y su propia frustración.
“El rojo es el latido del corazón. El rojo es pasión. Vino rojo. Rosas rojas. Pintalabios rojo.”
Ricardo Gómez, como Ken, vive toda la obra a rebufo del torbellino que es Rothko encarnado por Echanove, sabiendo mostrar, de forma eficiente, la evolución de su personaje desde la inicial admiración hasta la final rebelión, fruto de la rabia y la decepción, culminando su trabajo con una escena en forma de monólogo, en la que quien escucha, quizás por primera vez en su vida, es el maestro, aprendiendo una lección que ya no olvidará.
“Rojo” es uno de los puntos álgidos de la cartelera teatral de esta temporada, sus éxitos por cuantos países pasó, los reconocimientos obtenidos con los Tony y otros premios, le señalaban unas muy altas expectativas que los responsables de este montaje en el Teatro Español saben defender de una forma digna, utilizando la metáfora de un artista atormentado que termina por aferrarse a la ética para salvar su obra, representada por un cuadro rojo sobre el que aparece un cuadro rojo, toda una alegoría de la historía del arte, y no solo de la pintura…porque ¿usted, qué ve?.
Crítica teatral publicada en @elespanolcom el 13/12/2018: https://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20181213/rojo/360533945_7.html
La interpretación y el texto me parecen magníficos, pero desde el tercer piso el sonido a veces deja mucho que desear. Hay conversaciones que no se escuchan. Es un hándicap que deberían tener en cuenta y subsanarlo.
Muchas gracias, Ana Rosa, por su comentario y participación en https://www.traslamascara.com, al hilo de la crítica teatral que hemos publicado respecto a «Rojo», coincido con usted en su opinión respecto a las interpretaciones y el texto. El tema que comenta, del sonido desde el tercer piso del teatro, no lo pude comprobar, pero si usted lo indica, con seguridad, será así y así queda reseñado aquí. Le agradezco su reseña. Saludos.
Gracias, Mario, por esta crítica. Recientemente asistí a la obra en el Teatro Chapí de Villena y creo que tu síntesis es acertada y necesaria. Añado que me llamó también la atención el tratamiento del tema de lo apolíneo contra lo dionisíaco y la pretensión del equilibrio que no logramos alcanzar. El reconocimiento de la inestabilidad emocional como circunstancia humana. Los diálogos tienen mucho jugo. Saludos
Muchas gracias, Fran, por tu comentario y participación en https://www.traslamascara.com, al hilo de la critica teatral que nos mereció el espectáculo «Rojo». Me parece muy interesante la aportación que señalas sobre el tratamiento del tema entre lo apolíneo y lo dionisíaco y, efectivamente, estoy de acuerdo contigo, tal como indicamos en nuestra reseña que los diálogos son muy potentes y hay que estar muy pendiente de todo lo que se dice para no perderse nada.
En resumen se trata de una muy interesante propuesta teatral.
Agradezco mucho tu opinión de «síntesis acertada y necesaria» sobre nuestra critica teatral.
Saludos y te reitero nuestro agradecimiento.
Mario, gracias por tus opiniones sobre la obra. Tengo un gran interés en presentar la obra en Santo Domingo. Sabes cómo podría contactar al traductor de esta pieza o si sabes quiénes representan sus derechos. Gracias anticipadas!
Muchas gracias, Mario, por elegir esta web para canalizar tu comentario sobre «Rojo» propuesta teatral de la que hablamos en este post de https://www.traslamascara.com. Creo que lo mejor para las preguntas que planteas y tu interés en la obra, es que contactes con el propio Teatro Español que fue quien la programó en Madrid, y ellos te podrán facilitar la información que solicitas; te sugiero visites la web https://www.teatroespanol.es y contactes con ellos. Suerte en tus gestiones y saludos.