Prostitución, crítica teatral
10 Feb 2020
La temporada pasada el equipo artístico encabezado por Andrés Lima, con Albert Boronat colaborando con el galardonado con el Premio Nacional de Teatro 2019 en la dramaturgia, con Beatriz San Juan en la escenografía, Miquel Raió en la video creación o Jaume Manresa en la composición musical, entre otros, crearon uno de los espectáculos teatrales más bellos e impactantes de los pasados doce meses, aportando con «Shock (el cóndor y el puma)» una obra teatral para el recuerdo.
Con una trama basada en hechos reales, dentro de lo que se conoce como “verbatim” o teatro documental, pero construyendo una historia que atrapaba al espectador, con un comienzo, un final, un planteamiento, un desarrollo y, por supuesto, un desenlace; que además, sorprendía desde los recursos técnicos, desde las interpretaciones e, incluso, desde las interacciones con el público que se veía introducido dentro del propio espacio en el que se desarrollaba el espectáculo.
“En España la prostitución mueve cinco millones de euros al día”
Ahora, meses después de aquello, prácticamente el mismo equipo, con Lima a la cabeza, llega hasta el Teatro Español, de Madrid, con su nueva propuesta, titulada “Prostitución”, con unas altas expectativas que se ven aún más elevadas al contar con Carmen Machi como cabeza del elenco protagonista, y la respuesta del público no ha podido ser más entregada y más acogedora, con llenos en la sala que un día fue el Corral de Comedias del Principe, cuya primera función se representó en 1583, hasta ocupar todas y cada de las localidades disponibles, incluidas las del último piso, algo no habitual en el tiempo reciente.
Sin embargo el producto que se nos ofrece, más que interesante en su propio planteamiento, no termina de funcionar porque no hay un texto tras él, no hay una historia, no hay un argumento. Sí hay denuncia y datos, muchos datos, que escenifican el nada edificante mundo de la prostitución especialmente en España, de quien se dice, a través de las bocas de las protagonistas, que es el tercer país del mundo con más prostitución, tras Tailandia y Puerto Rico; afirmándose que dentro de nuestras fronteras se mueven cinco millones de euros al día, aunque el 80% de las “mujeres” (¿no hay hombres que se prostituyen?) proceden de terceros países.
“¡Serías perfecta para puta!»
En bastantes pasajes del espectáculo, y más allá de la destacable profesionalidad de las tres estupendas actrices protagonistas, todas ellas ganadoras de un Goya (Carmen Machi, Nathalie Poza y Carolina Yuste), tenemos la sensación de estar asistiendo a un programa denuncia del tipo “Informe Semanal” o «Salvados», aunque esta vez en el teatro y tras pasar por taquilla.
Desde el punto de vista de belleza artística el momento más destacado, y que guardaremos para el recuerdo, es la escena final, que se aprecia a través de imagen grabada, en el que Lucía Juárez escenifica una impactante secuencia, dentro del acto de la prostitución, en que su cliente solo se hace presente a través de la voz de Andrés Lima. Una pena que esa sobrecogedora recreación no se pueda disfrutar en vivo, y directo, desde la escena del teatro.
“¡Ninguna mujer nace para puta!”
El planteamiento de Andrés Lima suena algo ventajista, más allá de lo justo de la denuncia social sobre una actividad que lastra la vida de decenas de miles de personas, en un oficio, lleno de injusticias, pero que se conoce como “el más viejo del mundo” y que ha llegado a nuestros días sobreviviendo al liderazgo de políticos, y regímenes, de todos los colores e ideologías.
Desde el punto de vista técnico, la escenografía de Beatriz San Juan, es original, aún siendo muy sencilla, con un solo elemento en el escenario, con forma de contenedor que es magníficamente iluminado por Valentín Álvarez, con el que Miquel Raió nos vuelve a demostrar su gran capacidad con la video creación, mostrándonos, a la vez, el exterior e interior de dicho recipiente.
“¡Yo debería practicar lo que predico!”
En el trabajo actoral, y a pesar de estar rodeada de dos monstruos escénicos como Carmen Machi y Nathalie Poza, es Carolina Yuste quien más nos emociona, dando otro paso en una carrera profesional que promete mucho. Machi nunca decepciona, pero dentro de los personajes que representa en esta función (estupenda en el rol de Virginie, no tanto como Isabela), en ninguno alcanza el nivel que sí aporta cuando, al principio de la función, se representa a sí misma, entrevistando a la prostituta que comienza interpretando Nathalie Poza. Estando ambas correctas en el resto de la obra. Mención especial para la interpretación que hace Machi del tema “Pichi”, todo un soplo de aire fresco dentro del espectáculo.
A destacar la representación que Laia Vallés, responsable de la música en directo a lo largo del montaje, hace, puntualmente, del personaje de Lukas “el gígolo”, por magnífica.
Dice Andrés Lima en el programa de mano que esta propuesta nace en la calle y se mueve hasta el escenario, y es cierto, hay testimonios de profesionales de la prostitución, desde Ana Maria a Alexandra, pasando por Isabela, Lucía, Alexa, Alicia …y Lukas, e incluso de la Sra. Rius (entrañable desde su propia visión), a quienes se agradecen sus testimonios desde un audiovisual poco antes del final del espectáculo, lo que más echamos de menos es la articulación de una historia que hubiera dado forma a la denuncia que, adecuada y justamente, se pretende realizar.