Pan y toros, crítica teatral
en Teatro
21 Oct 2022
El próximo año 2023 se cumplirá el bicentenario del nacimiento de Francisco Asenjo Barbieri, músico y gran impulsor del renacimiento del género de la Zarzuela que vivió momentos de auge en España en la segunda mitad del siglo XIX, y el Teatro de la Zarzuela anticipa su merecido homenaje, tras la inclusión de ‘El barberillo de Lavapies‘ en la pasada temporada 2021/2022, programando en esta 2022/2023, tras veintiún años sin hacerlo, el titulo ‘Pan y toros‘, con funciones hasta el 23 de octubre de 2022.
“Aunque soy de La Mancha, no mancho a ‘naide’…»
Si la historia de España siempre parece marcada por lo que se ha conocido a lo largo de los siglos como “las dos Españas”, el periodo en el que se encuadra la trama del texto, a finales del siglo XVIII, las dos sensibilidades del momento se correspondían con liberales y conservadores, o afrancesados y patriotas, todo ello en un país en el que el Rey Carlos IV se alejaba de las decisiones de los asuntos de gobierno para que su ‘valido’ Godoy los ejerciera, no solo en lo público, sino también en lo privado.
El libreto de José Picón, con la trama planteada unos diez años antes de que se desencadenará la Guerra de la Independencia (1808/1814) recrea una historia ficcionada a partir de acontecimientos reales, debiendo su título de ‘Pan y toros‘ a lo que se supone que se ofrecía al pueblo, en tiempos de crisis (quizás como ahora) para su divertimento y distracción de asuntos más perentorios, entonces los toros y ahora, por ejemplo, el futbol o cualquier entretenimiento dirigido a las masas.
“…aquí nadie marcha a su objetivo en línea recta…”
La ciudad de Madrid recreada por Picón, se representa como un hervidero en donde los patriotas conspiran para lograr que Carlos IV se olvide de entretenimientos fatuos y ejerza el poder, sustituyendo a Godoy por Jovellanos. Bajo ese perfil político se desarrolla una historia de amor entre la ‘Princesa de Luzán‘, personaje no real pero seguro inspirado en la realidad, con el ‘Capitán Peñaranda‘, recreado con igual licencia por el autor. Entre los personajes reales que aparecen destaca Goya, en un perfil excesivamente activo en lo político y algo alejado de la indefinición que unos y otros le echaban en cara, para finalmente morir en Burdeos, fuera de España.
“¡Murió la verdad!”
Juan Echanove debuta como director de escena en una zarzuela y lo hace con decisión, aportando su propia visión, impregnando de la obra de Goya la recreación de este “Pan y toros”, tanto a través de la acertada videoescena de Álvaro Luna en las que, como en el vestuario diseñado por Ana Garay, dominan el color negro y el rojo, en evidente guiño a la serie ‘Los Caprichos’ o a sus ‘pinturas negras’, todo ello muy apoyado en la escenografía también creada por Garay, donde es elemento destacado la recreación de la plaza de toros (Actos I y II), que se deja ver tanto abierta, como cerrada según la ocasión, gracias a un mecanismo de elementos rodantes, todo ello muy bien iluminado por el contrastado oficio de Juan Gómez Cornejo.
“¡Una rival de menos y un pretendiente más!”
Tanto la Orquesta de la Comunidad de Madrid, como el Coro Titular del Teatro de la Zarzuela, acreditan su solvencia, bajo la dirección musical de Guillermo García Calvo, con Antonio Fauró al frente del Coro.
En la función que pudimos presenciar de este espectáculo, el pasado día 13 de octubre, Raquel Lojendio interpretó a ‘Doña Pepita’, Cristina Faus a ‘La princesa de Luzán’ y César San Martín a ‘El Capitán Peñaranda’, rotándose, respectivamente, en días alternos, con Yolanda Auyanet, Carol García y Borja Quiza. En esa función el momento lírico más destacado fue el dúo ofrecido por Raquel Lojendio y Cristina Faus, en recreación de ‘Doña Pepita’ y ‘La princesa de Luzán’, en el que ambas estuvieron a gran nivel.
”Los hombres siempre adoran a las que mentimos bien”
Milagros Martín (‘La Tirana’), Gerardo Bullón (‘Goya’), María Rodríguez (‘La Duquesa’), Enrique Viana (‘El Abate Ciruela’), Pedro Mari Sánchez (‘El Corregidor Quiñones’), Carlos Daza (‘Pepe-Hillo’), Pablo Gálvez (‘Pedro Romero’), Jose Manuel Díaz (‘Costillares’), Pablo López (‘El General’), Alberto Frías (‘El Santero’), César Sánchez (‘Jovellanos’), Lara Chaves (‘La Madre Ciega’), Sandro Cordero (‘El Padre Ciego’), Julen Alba (‘El Niño Ciego’), Juan Sousa (‘El del Pecado Mortal’), Javier Alonso (‘El Mozo de Cuerda’), Paula Alonso, Alberto Camón, Patricia Castro, Patricia Illera, Sonia Martínez, Graciela Moncloa, Ricardo Rubio (‘Vendedores’), Alberto Aymara, Julia Cano, Davicarome, Teresa Garzón, Pablo Gutiérrez, Cisco Lara, Sonia Libre, Raúl Melcón, Ana F. Melero, Úrsula Mercado, Inés Narváez, Karel H. Neninger, Esther Ruiz, Gonzalo Simón y Fernando Trujillo (bailarines y figurantes), completan el elenco.
“No están en Francia los males que España llora…»
Una nueva oportunidad de disfrutar del género lírico español, que más allá de sus innegables valores musicales y del talento de sus compositores y creadores, encierra grandes dosis de historia y de hábil critica hacia la sociedad del momento y que, como en el caso de esta pieza de ‘Pan y toros‘ podría extrapolarse a nuestros tiempos contemporáneos, al fin y al cabo tampoco hemos cambiado en exceso.
Todo un privilegio que un repleto aforo, rebosante de público, en el Teatro de la Zarzuela, de Madrid, acogió con entusiasmo.