Pablo Iglesias, ‘tocado’ por el conflicto catalán

11 Nov 2017

El llamado conflicto catalán está cosechando muchas víctimas, desde los sectores sociales más necesitados, cuyos problemas se van lejos de los focos de atención (sanidad, educación, dependencia, desempleados, etc…), hasta la totalidad de la sociedad, radicalizándola, tanto dentro de Cataluña, como en España, pasando por la factura económica de su incidencia en áreas como el turismo y el consumo, además de las empresas que están cambiando sus sedes, todo lo cual, es consecuencia de incertidumbre y de volatilidad.

El llamado conflicto catalán está cosechando muchas víctimas.

Pablo Iglesias, 'tocado' por el conflicto catalán

Como partido político ninguno ha sido tan afectado, en negativo, por el procés, como el PDeCAT, heredero de CDC y de la que fué imprescindible pieza en todos los gobiernos de España, desde la transición, a través de CiU. El partido ahora presidido por Artur Mas, tras sus interesados abrazos con ERC y la CUP, corre el riesgo, según las últimas encuestas conocidas, de ser la cuarta, o quinta, fuerza política en el Parlament.

Pero el “procés” también tiene su víctima política a nivel nacional y, hasta ahora, es Pablo Iglesias el líder más desgastado por su posición en él, demasiado comprensiva con quienes han violado la legalidad que todo país debe defender, por más legitimidad que puedan argumentar; desmarcándose de uno de los preceptos que todo partido de izquierda ha tenido en la historia de España: su sentido de Estado, sin entender que en la historia del mundo, los movimientos independentistas, con la excepción de los casos que procedían del colonialismo, siempre han tenido sus semillas en la insolidaridad, protagonizándolos territorios ricos, como es el caso de Quebec (Canadá) y, a parte de Cataluña, podría ser en Baviera, sobre Alemania, Flandes sobre Bélgica, o la Padania, agrupación de territorios en el norte de Italia, que incluye la Toscana.

El precepto que ha caracterizado a la izquierda española, históricamente, ha sido su sentido de Estado y la defensa de la solidaridad entre territorios.

Pablo Iglesias, 'tocado' por el conflicto catalán

Las palabras dichas por Carolina Bescansa, ahora descabalgada de relevancia en Podemos, pero para siempre una de sus cinco fundadores originales, con el propio Iglesias, además de Errejón, Alegre y Monedero (estos tres también fuera de la primera fila actualmente), ponen el dedo en la llaga: “…a mi me gustaría un Podemos que hablase más de España, y a los españoles, y no solamente a los independentistas”. Señalado, para mayor énfasis, en el excesivo protagonismo dado en Cataluña, por el líder de Podemos, tanto a Ada Colau, como a Xavi Domenech, perdiendo que se reconozca en Podemos, en el resto de España, un mensaje en clave nacional.

Pablo Iglesias, 'tocado' por el conflicto catalánEl espumillón, con aromas de 2014, de los sueños de una sociedad mejor, más justa, equilibrada en la solidaridad de todas sus capas económicas, donde la meritocracia fuera la norma y no solo una palabra hueca, víctima de los amiguísimos de quien tenga el poder, en el ayuntamiento o en la comunidad autónoma de turno, igual que en cualesquiera núcleo de poder, por pequeño que sea; también ha abandonado a Podemos, fuerza política que parece reducirse a la presencia física de su “omni-lider” y de Irene Montero, no se sabe si convertida ya en parte de él o en su única, y posible, “alter-ego” (vocal de la diputación permanente en el Congreso, portavoz titular en la junta de portavoces, vocal de la comisión de Interior, vocal de la comisión de control de los créditos destinados a gastos reservados y, ahora también, vocal en la comisión Constitucional, sustituyendo a Bescansa).

Los últimos sondeos electorales indican pérdida de escaños en Podemos en el Parlament y en el Congreso de los diputados.

Pablo Iglesias, 'tocado' por el conflicto catalán

Los últimos sondeos electorales conocidos, tanto en clave catalana, como española, parecen pasar factura a los apoyos de Podemos, y sus confluencias, con pérdida de escaños tanto en el Parlament, como en el Congreso de los diputados.

Pablo Iglesias, 'tocado' por el conflicto catalánMucho se habló del error, histórico, que para siempre acompañará a Pablo Iglesias, de la «no abstención” en la investidura de Pedro Sánchez, que de haberse producido, y entre otras cosas, habría hecho que Mariano Rajoy fuera desalojado de la presidencia del Gobierno y, con seguridad, otra forma de hacer política nos habría evitado vivir acontecimientos como los sufridos en los últimos meses y las consecuencias que ahora estamos viviendo.

Pero Pablo Iglesias y la formación que lidera están cometiendo otro error histórico que es, ante la dualidad de la legitimidad del derecho a querer ser independientes por una parte de Cataluña y de sus representantes, frente al concepto de Estado y la defensa de la legalidad imperante, están priorizando lo primero, perdiendo de vista quienes son y a quienes representan realmente.

Los dos únicos hilos que sustentan a Rajoy en «La Moncloa» son la división de la izquierda y el conflicto catalán.

Pablo Iglesias, 'tocado' por el conflicto catalán

La izquierda española debe comprender que lo que sustenta a Mariano Rajoy como presidente del Gobierno de España son dos únicos hilos: la división de la propia izquierda y el conflicto catalán, y que anteponer lo segundo, sin priorizar lo primero es árnica para el actual líder del PP y ungüento para que que los procesos por corrupción por los que su partido sigue en los tribunales de Justicia, pasen, discretamente, a un segundo plano.

Destacados miembros de la fuerza política parlamentaria de “Unidos Podemos”, se han manifestado en los últimos días en la clave que argumento en estas líneas, por una parte Alberto Garzón expresándolo desde dos diferentes perspectivas: “…cuando el derecho de autodeterminación lo exigen las partes más ricas hay que sospechar” y “…no entiendo a los independentistas catalanes que se dicen de izquierdas”, lo cual Íñigo Errejón completa con sentido critico, en clave interna: “…un partido progresista que no reivindica la identidad nacional no es útil.”

“…el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones.»

Pablo Iglesias, 'tocado' por el conflicto catalán

Pablo Iglesias debería reflexionar a dónde le lleva un pactismo de tan corto recorrido como las aguas en las que ahora se mueve, y reflexionar que la política, en mayúsculas, tiene sus propios tiempos, siendo necesario entenderlos e interpretarlos, y que lo que requiere una situación como la actual son estadistas, no políticos.

…el político se convierte en estadista cuando comienza a pensar en las próximas generaciones y no en las próximas elecciones”. (Winston Churchill).

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