Manolita Chen. Un cuento chino; crítica teatral
08 Jul 2022
Hubo un tiempo en España que no había internet, ni redes sociales, ni smartphones, ni siquiera televisión, cuya primera emisión, en 1956, por supuesto en blanco y negro, estuvo lejos de llegar a todos los hogares españoles. Por aquellos caminos de barro, polvo y dificultades que, más allá de Madrid o Barcelona, acercaban o alejaban, según se mire, pueblos y ciudades, la necesidad de un breve entretenimiento o esparcimiento, entre sus habitantes, encontró sofoco a través de compañías teatrales y de varietés, siendo una de aquellas ‘El Teatro Chino de Manolita Chen‘, que consiguió un gran éxito en las décadas de los 40’s, 50’s, 60’s y 70’s del siglo XX, siendo, antes de la eclosión de programas televisivos como “Noche de Fiesta” o las multiprogramaciones de eventos patrocinados por los ayuntamientos, verdadera cantera de artistas españoles, desde cantantes como Rafael Farina a Juanito Valderrama, pasando por Marifé de Triana o El Fary, o celebrados cómicos como Paco Arévalo, Los hermanos Calatrava, Felix El Gato, Bigote Arrocet, Fernando Esteso o Andrés Pajares, entre otros.
¡Piernas, mujeres y cómicos para todos ustedes, simpático público!
La historia de como una adolescente, nacida en Vallecas, de nombre Manuela Fernández Pérez, entró a formar parte del “ballet de chicas” ‘Las Charivaris’, siendo contratada por el Circo Price para terminar siendo considerada ‘La reina del teatro portátil‘ en aquella España en transición desde el monocromático blanco y negro, a la explosión colorista que devino, es la inspiración que ha guiado a José Troncoso para componer, y dirigir, el guión del espectáculo ‘Manolita Chen. Un cuento chino‘ que vuelve al Teatro Circo Price, hasta el 17 de julio, después de ser estrenada en abril de 2021.
La propuesta comienza haciéndose presente en escena ‘Manolita Chen’, en edad avanzada y emocionada porque, de nuevo, vuelve a pisar la pista central del Circo Price …igual que aquella primera vez. Inquiriendo al público e interactuando con él, ‘¡Yo soy … yo soy …yo soy …Manolita Chen! …y estas tetas me las puso mi marido en Lloret de Mar …¡cien mil pesetas costaron!’, pero algo le falta en su acogida y pregunta ‘¿pero ustedes no saben quién es Manolita Chen?‘, lo cual repite hasta en tres veces, insistiendo ‘…pero si no faltábamos a ninguna feria‘, para sin pausa decir ‘…ustedes no saben nada de nada‘…’pero que van saber ustedes, si no saben ni quien era Celia Gámez‘ …’amante de Alfonso XIII, amante de Millán Astray …¡un portento!‘.
“¡Yo quiero ser ‘vedette’ …yo quiero que me bramen!”
Esa primera escena ya da buena muestra de uno de los puntos fuertes de este espectáculo, cual es la estupenda interpretación con la que Pepa Zaragoza recrea a Manolita Chen, especialmente cuando lo hace en edad adulta y cuando adquiere un cierto tono de revisión de todo lo sucedido en su vida. Excelente desempeño.
Manolita, la joven integrante de ‘Las Charivaris‘, conoció a Chen Tse Ping, un hombre chino bastante mayor que ella, en la época del Price, se casaron y a final de los años 40’s fundaron su propio teatro ambulante, el cual pervivió hasta mediados de los años 80’s, para luego crear un restaurante chino en Sevilla, tras sufrir un conflicto por uso de su propia marca y espectáculo, vinculado a un travesti gaditano de nombre Manuel Saborido que acabó en los tribunales, pero como el registro legal de la marca no existía, ni por la original, Manolita, ni por la copia y usurpador, se recomendó el acuerdo entre las partes, pero la autentica Manolita Chen siempre se negó a ello, proclamando: ‘Yo soy Manolita, La auténtica. Manolita Chen‘. Manuela Fernández Pérez murió en 2017, a los 90 años, sin dejar de insistir en su argumento: ‘Lo mío es un cuento chino, pero de verdad‘.
“Lo mío es un cuento chino, pero de verdad”
Junto a Pepa Zaragoza, componen el resto del elenco Nacho Vega que construye un divertido perfil de Chen Tse Ping, Chema Noci que se desdobla en varios papeles entre el que destaca su recreación del ‘jefe de pista’, María Jáimez interpretando a Ana María, la ‘vedette’, con Luigi Belui e Isa Belui protagonizando un conseguido número circense con los platos en equilibrio. Resultado actoral homogéneo y compacto.
Adecuadas aportaciones de Vanessa Actif en escenografía y vestuario, de Mariano Marín en la música original y de Ion Anibal en la iluminación.
“¡Detrás del brillo está el negocio!»
Conseguida propuesta, no exenta de nostalgia respecto de una época y sus protagonistas, que más allá de relatar una historia bien construida, amplia el foco sobre la España y la sociedad en la que vivieron, todo ello en un formato amable para un espectador que al abandonar el Price no solo ya conoce quién fue, y que logró, Manolita Chen, sino que también ha descubierto un trozo de la historia vinculada al mundo del espectáculo en las décadas en las que su teatro ambulante recorrió nuestro país a un ritmo de hasta doce representaciones diarias, en evidente prueba de que nunca fue fácil ser artista y empresaria por cuenta propia, ambas cosas a la vez.