La vuelta de Nora, crítica teatral
29 Abr 2019
Lucas Hnath, dramaturgo norteamericano, escribió en 2017 el texto sobre el que se construye este espectáculo, que fue nominado en ocho categorías a los premios «Toni» de ese año, aunque solo consiguió el reconocimiento a la mejor interpretación femenina a Laurie Metcalf.
Hnath podría haber escrito su historia a través del personaje de cualquier mujer que tuviera una experiencia de ruptura con su círculo personal y familiar, por decisión propia, pero una cierta visión del marketing de la industria literaria y teatral, le hizo plantearlo, con un exceso de petulancia, uniendo su nombre al de Ibsen, al significar su propia obra como una especie de segunda parte de la “Casa de Muñecas” de aquel, poniendo a la protagonista de su texto el nombre de Nora y desarrollando la trama a través de lo que, según su imaginación, pudo haber ocurrido quince años después de los hechos que suponen el desenlace de la célebre obra del autor noruego.
“No podemos ser fieles …porque anhelamos más”
La trama desarrollada por Hnat parte de dos elementos que no terminan de resultar convincentes, por un lado el divorcio no consumado de los personajes de Torvald y Nora, que ésta supedita a que sea iniciativa de aquel, y por otro el engaño del que se supone que es protagonista Torvald a consecuencia del abandono, o huida, de Nora, así como el chantaje que ella dice sufrir, como desencadenante del planteamiento.
El alegato que Nora hace, tanto ante Torvald, como ante Emmy (su hija), e incluso ante Anna Marie (la fiel ama de llaves), sobre lo antinatural de los compromisos afectivos a lo largo del tiempo, especialmente en el intercambio de argumentos que realizan madre e hija -aquella desde su experiencia y ésta desde sus expectativas- supone la parte de más calado filosófico aportado por Hnat, y ello supera ampliamente una visión exclusivamente feminista.
“En el futuro todo el mundo dejará a todo el mundo y la gente simplemente resbalará por las vidas de los demás”
La dirección de Andrés Lima encierra algunas decisiones sorprendentes, por ejemplo la forma de aparecer Torvald, por primera vez en escena, al interior de su casa, entrando por una ventana, o el hecho de que en la primera aparición de Emmy vaya con un vestuario de época, como el resto de los personajes, pero se desprenda de ellos y quede vestida con unos pantalones de cuero y un top, totalmente contemporáneos, dejando caer sobre la escena los ropajes de época. Al igual que la forma en que Nora abandona la escena, al final de la representación, al ritmo del tema musical Woman’s world, tras sonar un nuevo ‘portazo’ sobre la casa donde viven Torvald y sus hijos.
“¡Tú te fuiste! …¡tú me dejaste!”
Las aportaciones técnicas suponen lo mejor del espectáculo, con una original escenografía diseñada por Beatriz San Juan, también responsable del vestuario, que diseña el espacio de la casa de los Elmer con una caja enmarcada en el espacio escénico disponible, con inclinaciones en las paredes, techos y ventanas, que confieren una fuerte perspectiva, que unido a los colores crudos elegidos y la falta absoluta de elementos decorativos recuerda algunos de los más famosos cuadros de pintores escandinavos de final del XIX como Vilhem Hammershøi, Ernst Josephson y P.S. Krøyer, agrupados en lo que se conoció como arte nórdico (Nordic Art). Todo ello muy bien resaltado con una notable iluminación de Valentín Álvarez.
Aitana Sánchez-Gijón empieza fria en el espectáculo y no logra remontar ese cierto aire hierático en toda la obra, exceptuando la escena que realiza con Elena Rivera (Emmy), ya mencionada como uno de los momentos más destacados, observándose en algunas fases alguna dificultad con el recuerdo del texto, momentos en los que fue bien auxiliada por Roberto Enriquez, habitual en los últimos trabajos de la actriz, como en «La rosa tatuada» (2016), quien destaca, de forma especial, en su primera escena, muy creíble al representar el asombro de Torvald, volviendo a ver a Nora, en su casa, quince años después. María Isabel Díaz Lago compone un gran trabajo con su recreación del personaje de Anne Marie.
“Me desconcierta, cuando te veo, no reconocer dentro de tí, nada de la persona que conocí”
El espectáculo, en su conjunto, resulta irregular, adaptándose muy bien a lo que siempre se ha definido como teatro comercial: una actriz muy conocida y reputada, un director con amplio bagaje y reconocimiento, un texto hábilmente pegado al nombre de un autor como Henrik Ibsen y una sala teatral muy céntrica; que tienen ocho semanas por delante, hasta el 23 de junio de 2019, para atraer a muchos espectadores en un lujoso envoltorio que encierra un contenido excesivamente pretencioso.
No creo que el texto de esta obra sea alegato en defensa de la mujer; es, más bien, una perpleja descripción de la situación en que queda todo cuando ésta lucha por su libertad.
Me he aburrido mientras la veía en un teatro totalmente lleno, unos asientos muy pequeños, un público predominantemwnte de mujeres mayores. Puedo decir que me ha dejado un buen regusto.
Muchas gracias, Úrsula, por realizar su comentario sobre la obra de teatro de «La vuelta de Nora», participando en http://wwww.traslamascara.com a través de la critica teatral que hemos publicado sobre este espectáculo, cumpliendo una de las premisas por las que fue creado, dando un espacio para que cualquier aficionado a la escena teatral pudiera expresar sus opiniones, como usted ha hecho. Le reitero mi agradecimiento. Saludos.
Por favor, ya no estoy de acuerdo con lo que he puesto. Por favor, te ruego que elimines mi aportación. Próximamente aportaré más.
Un saludo.
COMPARTO CON UD QUE EL OBJETIVO DE LA OBRA FUE ABSOLUTAMENTE EL MARKETING Y LO COMERCIAL
ADEMAS DE LA PETULANCIA DEL AUTOR AL ESCRIBIR SOBRE UNA OBRA DEL GRAN IBSEN DESCONOCIENDO LA PSICOLOGIA DEL PERSONAJE
NORA NO ES UNA FEMINISTA NI UNA MADRE DESAMORADA , ES UNA MUJER QUE SE JUEGA POR LA SALUD DE SU ESPOSO Y CONTRAE UNA DEUDA CUYO CONOCIMIENTO POR PARTE DE HELMER INICIA LA RUPTURA
QUE NORA REGRESE DESPUES DE 15 AÑOS NO SE CONDICE CON EL AMOR QUE ELLA SENTIA POR SUS HIJOS, POR ESO HAY QUE AHONDAR MAS EN LAS PREOCUPACIONES DE NORA EN LOS TEXTOS DE IBSEN
HNATH PODRIA HABER ESCRITO SU OBRA SIN TOMAR LA DE IBSEN CONSTRUYENDO DESDE SU MIRADA UNA MUJER DESAFECTIVIZADA ,QUE OSTENTA SUS LOGROS PERSONALES PERO NO PARTIENDO DEL PERSONAJE DEL NORUEGO QUE COMO SABEMOS VIVIO EN LA EPOCA DEL PSICOANALISIS Y PROFUNDIZO EN LA PSIQUE HUMANA
ESTA NORA NUEVA NO MUESTRA LA LOGICA EVOLUCION DE LA PROTAGONISTA DE IBSEN
NO HAY COHERENCIA EN ESTOS TEXTOS CON LO LOGICAMENTE ESPERABLE DE LA CONDUCTA FEMENINA Y MASCULINA
PERO SABEMOS QUE LAS PERSONAS LEEN POCO Y DESCONOCEN LA OBRA ORIGINAL POR LOS QUE SE LAS ATRAE CON ARGUMENTOS MARKETINEROS
MENOS MAL QUE SE HIZO JUSTICIA NO PREMIANDOLA POR MAS NOMINADA QUE FUESE
Muchas gracias, Marta, por participar con su comentario sobre la obra de teatro «La vuelta de Nora» participando en https://www.traslamascara.com a través de la crítica teatral que hemos publicado sobre este espectáculo, cumpliendo una de las premisas para las que fue creado, dando espacio para que cualquier aficionado a la escena teatral pueda expresar sus opiniones, como usted a hecho. Coincidimos básicamente con lo que usted expresa y como tal lo recoge nuestra crítica teatral escrita al respecto. Muchas gracias y saludos.
Me ha mantenido muy atenta durante toda la obra. Aquí hay actorazos, del primero al último! No quedan muy claros los motivos de la marcha de Nora, no parecen que fueran graves. Quizás una persona insatisfecha de naturaleza, una personalidad inestable emocionalmente, buscando lo que no llega a encontrar y que seguirá buscando
Muchas gracias, Isabel, por realizar su comentario sobre la obra de teatro de «La vuelta de Nora», participando en http://wwww.traslamascara.com a través de la critica teatral que hemos publicado sobre este espectáculo, cumpliendo una de las premisas por las que fue creado, dando un espacio para que cualquier aficionado a la escena teatral pudiera expresar sus opiniones, como usted ha hecho. Le reitero mi agradecimiento. Saludos.