La venganza de don Mendo, crítica teatral
11 Jul 2022
El siglo de Oro vivió la expansión del hecho teatral con la eclosión de grandes creadores y dramaturgos, pero la actividad del empresario vinculado a la actividad teatral fue un fenómeno enmarcado en la segunda mitad del siglo XIX, con conocidos actores, como Ricardo Calvo o María Guerrero, que, al margen de crear sus propias compañías, dirigieron teatros, eligiendo unas determinadas programaciones que tenían por principal objetivo conseguir la mayor afluencia de público posible.
“Nunca ha de faltar un noble que robe más de la cuenta”
El hecho anterior hizo que tomara cuerpo el concepto de “teatro comercial” a partir de la evidencia de que sin salud económica ningún proyecto pervive, pudiéndose decir, en el ámbito escénico, que sin público ningún teatro existe. Lo cierto es que en aquella época apareció la dualidad, que algunos quisieron enfrentar, del teatro como manifestación artística (algo evidente) y quienes lo consideraban una actividad estrictamente comercial o empresarial. Como siempre en el medio está la virtud y ambos condimentos son necesarios en el guiso de una buena propuesta teatral.
Una de las obras más reconocidas como parte del llamado ‘teatro comercial’, aún con grandes puntos fuertes para mérito de su creador, Pedro Múñoz Seca, es ‘La venganza de Don Mendo‘, celebérrima obra que está entre las cuatro más representadas del teatro español, junto a ‘La vida es sueño’, ‘Fuenteovejuna’ y ‘Don Juan Tenorio’, aquella pieza no solo ha ocupado los escenarios de cientos espacios teatrales a lo largo y ancho de la geografía española, sino que ha servido de prueba para que muchos aficionados a la escena, entre familias y amigos, inundarán sus casas y salones de versos como: “Escuchéla y contémplela;/ vila, señora y oíla;/ pero cuanto más miréla/ y cuando más escuchéla,/ menos, señora, entendíla”.
“Pues al casarse, coliga/ que su pecado purgó,/ que el casamiento, creo yo/ que es suficiente castigo”.
Múñoz Seca es considerado el mayor exponente del género teatral conocido como ‘astracán‘ que prioriza la comicidad y la parodia, haciendo del disparate virtud y de los continuos equívocos su esencia. Rasgos que en “La venganza de don Mendo” se cumplen, acreditando el autor su dominio del ritmo narrativo, conocimiento del lenguaje y una libertad creadora que le permite usar giros gramaticales y palabras que sorprenden, sabiendo deslizar, entre las hipérboles que utiliza, una fina crítica e ironía para la sociedad de la que fue coetáneo, humor mediante.
“¡Ay, infeliz del varón que nace tan guapo!”
En este verano del 2022 vuelve ‘La venganza de don Mendo’, programada por Pentación, al Teatro Reina Victoria, con versión y dirección de José Sáiz en un formato de ‘musical, que no es un musical‘, en una propuesta refrescante que a través de risas, sonrisas y carcajadas combate los calores de la canícula estival.
Un entregado elenco compuesto por María Ruiz, Daniel González, Juanan Lucena, Raquel Carrasco, Arturo Sebastià (especialmente divertido como el Marqués de Moncada), Estela Múñoz, Carmen Higueras, Jaime Vicedo, Daniel Saiz y el propio Jose Saiz, interpretan todos los personajes creados por Múñoz Seca, desde el Duque de Toro al Marqués de Cabra, pasando por don Nuño Manso, Magdalena, Azofaifa, Doña Ramirez, el Marqués de Moncada y la ‘irreal’, o terrenal, pareja compuesta por el Rey don Alfonso VII y la Reina doña Berenguela.
“Sabed que menda… es don Mendo, y don Mendo… mató a menda”
Una nueva oportunidad, y ocasión, de disfrutar de la exageración astracanesca del ripio de Múñoz Seca, convirtiendo los elementos de una tragedia romántica en grotesca comedia, antes de devolvernos a la normalidad que sucede en nuestra contemporaneidad, tras pasar por el reflejo de estos espejos deformantes que ‘La venganza de don Mendo‘ nos brinda, de forma recurrente, en cada una de sus recreaciones en escena. Evasión y desenfado en la cuarta obra más representada de la historia del teatro español.