La del manojo de rosas, crítica teatral
01 Dic 2024
En 1990 se estrenó una de las producciones más emblemáticas del Teatro de la Zarzuela, con la obra de Pablo Sorozábal ‘La del manojo de rosas’, bajo una acertada dirección escénica de Emilio Sagi, sobresaliente, la cual concitó el reconocimiento de público y crítica desde el primer momento, suponiendo un éxito que le ha llevado a ser repuesta en seis ocasiones en el propio teatro de la calle Jovellanos, además de emprender giras que han llevado este espectáculo a otros doce escenarios teatrales de España (Valencia, Málaga, Oviedo, Bilbao, Santander, Barcelona, Sevilla, Jerez de la Frontera, San Sebastián, Valladolid, Santiago de Compostela y Pamplona), además de París y Roma.
“Es muy peligrosa la mezcla de las estirpes” …”No se preocupe Espasa; yo me casaré con el hombre que quiera y que me quiera”.
Esta temporada, antes de finalizar el año 2024, en el que se cumplen 34 años de la presentación de esta producción, al tiempo que los 90 años desde su estreno en un día, trece y martes, del mes de noviembre de 1934, en el Teatro Fuencarral, de Madrid; se ha programado su sexta reposición, manteniendo los altos estándares acreditados en ocasiones anteriores, con una perfecta escenografía, diseño de Gerardo Trotti, que recrea de forma pormenorizada y magnífica todos los detalles de los edificios de una calle de Madrid, como si de un cuadro hiperrealista de Antonio López se tratara, detrás de cuyas ventanas y balcones podemos identificar pasajes de la vida de las gentes que habitan esas viviendas en los tiempos de la República que se recrean, recogidos en el libreto de Anselmo Cuadrado Carreño y Francisco Ramos de Castro, en los que se trufan el tono castizo de los personajes, con mención especial al de ‘Espasa’ -‘Ya lo he prismatizao, Don Daniel; pero yo, contando con su indulgencia plenaria, ozonopino que está usté errátil’-, frente a los aires de cambio de la nueva sociedad que se anuncia, en el que las dos mujeres protagonistas de la pieza (‘Ascensión’ y ‘Clarita’) saben lo que quieren y lo que no, estando dispuestas a elegir por si mismas, sin sujetarse a ninguna imposición, ni convención social; mientras la música de pasodoble o el chotis, conviven en perfecta armonía con el ritmo del foxtrot o la habanera. Ese aroma modernista, incluso contemporáneo, es uno de los aspectos más destacados de la pieza creada por Pablo Sorozábal, que rebosa equilibrio y buen gusto.
‘Hace tiempo que vengo al taller y no sé a qué vengo…‘
Muy cuidados todos los oficios técnicos, entre los que empezaremos por destacar la exquisita coreografía, diseñada por Goyo Montero, que mantiene, en un elegante segundo plano, la actividad, constante, de esa calle con las gentes que van y vienen, pasean por ellas, deambulan o se desplazan en coche o bicicleta, mientras la trama transcurre. Destacadas aportaciones de Pepa Ojanguren en vestuario y Eduardo Bravo en iluminación.
“Infinito y hogar no riman, no, señor”
La soprano Vanessa Goikoetxea destaca en su recreación de ‘Ascensión’, formando un sólido dueto de personajes protagonistas con el barítono Manel Esteve en el rol de ‘Joaquín’. Ese notable desempeño también es alcanzado por la soprano Nuria García Arrés, dando piel a ‘Clarita’ y el tenor Jesús Álvarez Carrión, tan convincente en su prestación canora como en su interpretación sobre la escena del personaje de ‘Capó’, con el tenor Gerardo López recreando al aviador ‘Ricardo’, personaje utilizado como metáfora de los nuevos tiempos que llegaban en esas primeras décadas del siglo XX. Mención aparte para Ángel Ruiz (El misántropo de Menandro, La tabernera del puerto) en su impecable, convincente y divertida encarnación del personaje de ‘Espasa’, magistral en la forma de decir el ‘ripio’ propio de su particular verbo, construido por los libretistas para una figura tan destacada en esta pieza.
“Y para que veas que se ha acabado esto, pero que la fetén, de chipén, de lerén, ¡que ya está bien!, hoy mismo le hago cara al Espasa”
Junto a ellos completan el elenco Enrique Baquerizo (‘Don Daniel’), Milagros Martín (‘Mariana’), Abel Vitón (‘Don Pedro’), Ángel Burgos (‘un inglés’), Joseba Pinela (‘camarero’), Francisco José Pardo (‘el del mantecao’), Ricardo Rubio (‘parroquiano 1º‘), Alberto Ríos (‘parroquiano 2º’) y Alberto Camón, Francisco Díaz, Román Fernández-Cañadas, Francisco José Rivero (‘obreros’).
“Mientras haya un hombre y una mujer, no habrá armisticio”
La directora mejicana Alondra de la Parra debutó al frente de la estupenda Orquesta de la Comunidad de Madrid, de forma satisfactoria, brillando especialmente en la ejecución del bello intermedio, muy aplaudido por el público. El Coro Titular, dirigido por Antonio Fauró, acreditó su habitual solvencia.
“¡Tiene carita de cielo ‘la del Manojo de Rosas!”
Magníficas sensaciones las que ha dejado, de nuevo, esta puesta en escena creada por Emilio Sagi, de ‘La del manojo de rosas’, ya convertida en una de las más exitosas y emblemáticas producciones del Teatro de la Zarzuela, que en cada una de sus funciones, en esta sexta reposición, ha visto su aforo completo de espectadores, en lo que, sin duda, es una estupenda noticia.
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