La cuarta ola del Coronavirus Covid-19
20 Feb 2021
Hace cien años la mal llamada ‘gripe española’, que debió su nombre a que en nuestro país, al no ser participe en la I Guerra Mundial, sí se informaba sobre ella y sus secuelas, tuvo tres oleadas: en la primavera de 1918 (de mayo a julio), en otoño (de agosto a diciembre) y en invierno (enero de 1919 a abril), siendo la segunda la más letal y la que acumuló mayor número de víctimas por cada cien mil habitantes.
Poco más de cien años después de la epidemia de la ‘gripe española’, es el Coronavirus Covid-19 lo que asola nuestro mundo contemporáneo, con tres oleadas ya vividas en los últimos doce meses y el anuncio de una posible cuarta oleada, tanto en España, como en Europa y en todo el planeta Tierra.
El Coronavirus Covid-19, con tres oleadas ya vividas en los últimos doce meses, anuncia una posible cuarta ola.
Los científicos e historiadores que estudiaron con detalle el desarrollo de la ‘gripe española’ coincidieron en señalar que el final de aquella pandemia ocurrió en 1920, cuando el conjunto de la sociedad acabó por desarrollar una inmunidad colectiva al virus que la provocaba, aunque éste continúo deambulando por el mundo hasta, al menos, 1933, año en el que se certificó su aislamiento.
La ‘gripe española’ no tuvo una vacuna que luchara contra ella, simplemente los anticuerpos desarrollados con su infección fueron la base de la inmunidad colectiva que la acabó venciendo. Un siglo después, y doce meses después de estallar el Coronavirus Covid-19, ya hay, al menos, cuatro vacunas diseñadas por la potente industria farmacéutica actual para combatirla: Pfizer, Moderna, AstraZeneca, Sputnik V, con otras dos en avanzado estado de desarrollo: Jansen y Novavax; sin embargo la cuarta ola del impacto virulógico del SARS-CoV-2 parece una evidencia que ya se anuncia en nuestro inmediato futuro.
Si realmente se produce esa cuarta ola, será una gran paradoja.
Ocurrirá, ó no, pero si realmente se produce esa cuarta ola será una gran paradoja que nuestro mundo contemporáneo, cien años después, con todos los avances científicos y tecnológicos de los que nos hemos dotado, y con cuatro vacunas ya homologadas, en proceso de distribución y dosificación, sea incapaz de dar una respuesta coordinada limitando el impacto de un virus, cuando su ancestro, de hace un siglo, vió los efectos de la pandemia que entonces protagonizó, limitados a tres oleadas y sin ninguna vacuna.
En todo caso, cualquier plaga siempre acaba por finalizar, ocurrió con la ‘peste negra‘ en el siglo XIV (de 1347 a 1353) y lo mismo sucedió con la ‘gripe española’ que tras de sí dió paso a los “ locos años 20” del siglo XX, a lomos de la euforia de haber sido capaces de dejar atrás tiempos peores, y es previsible que lo mismo suceda cuando el Coronavirus Covid-19 quede convertido en un pasaje del pasado. Esperemos que para ese momento hayamos sido capaces de aprender algunas de las lecciones de la historia.