La Creación
11 Ago 2018
La 79ª edición de la quincena musical de San Sebastián tuvo una inauguración magnífica con la delicatessen que supone la versión que La Fura dels Baus realiza de la ópera “La Creación” de Joseph Haydn, bajo la mirada y aproximación que hace de ella Carlus Padrissa.
El propio director del espectáculo explica en el programa de mano la visión que se nos ofrece de la obra de Haydn, omitiendo cualquier referencia al pecado original, centrando el mensaje en una especie de reivindicación humanista con el foco puesto en la naturaleza y la utilización de la presencia de refugiados expulsados del paraíso como consecuencia de la guerra o por razones económicas, sociales, política o religiosas, convertido todo ello en el hilo conductor de la trama.
«Al principio las tinieblas reinaban sobre los abismos»
Con el planteamiento elegido por Padrissa hay dos mundos paralelos, en siete días se crea el universo, la vida y el ser humano; pero también en siete días los refugiados huyen del caos, caminan bajo el mal tiempo, navegan en botes efímeros sobre el mar y sobreviven en concentraciones, antes de ser acogidos, en el séptimo día, en las casas de Adán y Eva.
Pero “La Creación”, en esta propuesta de La Fura dels Baus, no necesita ninguna instrucción previa, porque se trata de un espectáculo total, concebido para ser disfrutado, dejando que nuestras propias emociones fluyan y reaccionen a todos, y cada uno, de los impulsos que se reciben desde la escena y la imaginación de su creador.
Globos de helio convertidos en receptores de proyecciones, unas veces como ojos que nos ven, otras como planetas del cosmos o elementos de un horizonte siempre inacabado; “ipad’s” utilizados como puntos de luz de infinitas coreografías; el escenario del Kursaal objeto de una gran nevada en el mes de agosto, momentos antes de estar ocupado por un campo de trigo a punto de cosecha; cantantes de ópera suspendidos en un trapecio o sumergidos en una piscina de paredes transparentes, que nos deleitan con sus voces y gran trabajo, sin que la adaptabilidad que se les exige aminore un ápice su desempeño y un coro que hace mucho más que cantar, ejecutándolo muy bien, convertidos todos sus componentes (28) en elementos esenciales de la puesta en escena.
«…aquí brota la planta que cura las heridas».
Deslumbrante movimiento escénico, a la vez simple y de gran limpieza, basado en una grúa que ocupa el lugar central del escenario, en cuyos pies se inserta la piscina en la que se escenifica la creación de los ríos y los mares, y unos paneles de tela, que utilizados frontales reciben proyecciones de imágenes, pero que de perfil sugieren unas bellas y sencillas columnas. Todo ello optimizado con un excelente trabajo de coordinación de los medios disponibles y las cien personas que intervienen en el espectáculo.
Gran desempeño de los cantantes protagonistas, con la soprano Alicia Amo con una gran prestación, trasladando mucha comodidad en todo aquello que se la pedía, al igual que sus compañeros, el tenor Gustavo Peña y el barítono Thomas Tatzl.
«…el león rugió satisfecho».
José Ramón Encinar, al frente de la Orquesta Sinfónica de Bilbao (BOS) realiza un magnífico trabajo, algo nada fácil teniendo en cuenta que la escena esta en movimiento permanente, lo cual complica el contacto entre el foso, el coro y los solistas. A destacar la aportación de Jordi Casas como director del coro.
Cuatro minutos ininterrumpidos de incesantes y calurosos aplausos con una gran mayoría del público puesto en pie, en un aforo absolutamente lleno, pusieron el punto final al espectáculo total que supone esta versión de “La Creación” de La Fura Dels Baus; si tienen ocasión, déjense llevar por las sensaciones a las que serán sumergidos en ella. Antes de Donosti pasaron por New York, Paris, Viena, Madrid, Stuttgart o Hamburgo, y próximamente viajaran hasta Taiwan, con escala en La Coruña. Muy recomendable.
Artículo publicado en @elespanolcom el 09/08/2018: https://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20180808/creacion/328787123_7.html