La Celestina, crítica teatral
26 May 2024
Vuelve ‘La Celestina’ a la actualidad teatral, llegando al Teatro Reina Victoria, de Madrid, en programación de Pentación, tras haber realizado una extensa gira a lo largo y ancho de España.
“¿Para quién planté árboles?, ¿para quién fabriqué navíos?…”
El clásico texto de Fernando de Rojas (1465/1541) fue escrito originalmente bajo el título de ‘Comedia de Calixto y Melibea’, existiendo ediciones de 1500, en Toledo; 1501, en Sevilla; y otra en Burgos (entre 1499 y 1502), pasando a editarse a partir de 1507 como ‘Tragicomedia de Calixto y Melibea’, aunque el personaje de la alcahueta, comadre, puta, partera y hasta bruja, terminó por patrimonializar para sí la obra, lo cual llega hasta nuestros días.
Hace algunas temporadas José Luis Gómez, en una producción de la CNTC, brilló en su recreación del clásico personaje.
‘Grave error es tener la voluntad cautiva en un mismo (único) lugar…’
En esta ocasión Eduardo Galán (La profesora, Los pazos de Ulloa, Alejandro Magno, El zoo de cristal) adapta el texto, introduciendo el cuestionamiento de quién tiene la responsabilidad de lo sucedido en el drama que se escenifica, de tal manera que hace aparecer a ‘La Celestina’ en el inicio de esta versión, cuando ya es parte del mundo de los muertos, ante ‘Pleberio‘, padre de ‘Melibea‘, para permitir conocer a éste la realidad de todo lo sucedido para el trágico final de su hija. Ese cambio de aproximación en el desarrollo de la trama, obliga a modificar el texto en el inicio y final de la propuesta, lo cual se acompaña de una popularización en las formas verbales, haciendo que el lenguaje utilizado sea más comprensible para el espectador contemporáneo.
“Si dudo de las obras (actos), más dudo de las palabras”
Antonio C. Guijosa (Las cartas de Cristian, Tito Andrónico, Iphigenia en Vallecas), director de esta obra, participa en la idea de la popularización del clásico texto, acertando en el ritmo en el que se presenta la propuesta, eliminando cualquier matiz que pudiera impedir no llegar la trama en su esencia, hasta el patio de butacas, lo cual consigue con eficacia.
“El placer no comunicado, no es placer”
Mónica Teijeiro es la responsable de escenografía y vestuario, utilizando una estructura metálica, con algunas piezas con formas de jaulas, que a veces recrean estancias y otras tan solo puertas o ventanas, cuyos elementos, dotados de movilidad, son ubicados por los propios actores en diferentes posiciones como si de un mecano se tratase. Los atuendos con los que se viste a los personajes optan por la clave realista, destacando los ropajes lucidos por ‘La Celestina’ siempre iluminados, como corresponde a tan protagonista personaje, de manera eficiente por José Manuel Guerra. Manuel Solís es el responsable del espacio sonoro y la música original.
“Tan puta vieja era tu madre, como lo soy yo…”
El factor diferencial de esta propuesta es la interpretación que realiza Anabel Alonso (El enfermo imaginario, El eunuco), presentando a ‘La Celestina’ con unos perfiles más humanos y cercanos, podríamos decir que opta por acentuar la alcahueta que es, pero con menor énfasis en la brujería u otras actividades oscuras, dando lugar, incluso, para el recuerdo de lo que el placer y la carne le proporcionó un día, con seguridad que no tan lejano para ella, recomendando a los jóvenes que la rodean, con algo más que un guiño nostálgico: …¡Gozad de vuestras frescas mocedades!.
“¡Gozad de vuestras frescas mocedades!”
Estupenda interpretación, repleta de sencillez, pero consiguiendo lo más difícil, que es dotar de credibilidad a su personaje, desde un gran dominio escénico, vocal y gestual. Su desempeño condiciona al resto del elenco, que frente a su prestación, termina por resultar algo irregular, con José Saiz (La venganza de don Mendo), como ‘Pleberio’ y ‘Sempronio’, David Huertas (Los pazos de Ulloa) como ‘Pármeno’, Claudia Taboada como ‘Melibea’ y ‘Areúsa’, con la evidencia de un esforzado compromiso por parte de Víctor Sainz (La cabeza del dragón, La señora y la criada, La vida es sueño) como ‘Calixto’ y la solvencia acreditada por Beatriz Grimaldos, tanto al recrear a ‘Elicia’, como a ‘Lucrecia’.
“Como crece la necesidad con la abundancia”
Una oportunidad para disfrutar del oficio actoral de Anabel Alonso y volver a imbuirnos del clásico de Fernando de Rojas, con formas, lenguaje y adaptación totalmente adecuados para los tiempos que vivimos en este siglo XXI, en cuya conocida trama no es necesario extendernos, más allá de referir, como punto de partida, la inocencia de dos jóvenes, atrapados por la idealización de su sueños sobre el amor, en la que que irrumpe el oficio, y experiencia, de la alcahueta, hasta devenir todo ello en tragedia cocinada en el fuego lento de la avaricia, la corrupción, las traiciones y la mala fortuna. La historia del mundo.
“Dios le da nueces a quien no tiene dientes”
Espectáculo con producción de Secuencia 3, Pentación, Saga Producciones y Teatre Romea, actualmente programado en el Teatro Reina Victoria, de Madrid.
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