Juana de Arco, crítica teatral

23 Oct 2024

Lograr una seña de identidad propia es algo digno de reconocimiento y Marta Pazos, como directora teatral, lo ha logrado, sabiendo imprimir sus espectáculos de un carácter reconocible.

‘Othello‘, ‘Comedia sin título‘ o, ‘Twist‘, acreditan la afirmación anterior, habiendo sido elegida para inaugurar el nuevo espacio ‘Nave 10 Matadero’ con un espectáculo a desarrollar enteramente a partir de su creatividad y particulares visión y expresión, de lo que solo se le brindó una única y exclusiva indicación, a través de Luis Luque, director de este espacio: Juana de Arco. El quién estaba claro, el cómo, la forma y a través de qué, eran cuestiones donde se debía expresar su libérrimo talento, con imaginación e inspiración.

“La plástica escénica son los sentidos del teatro” (Marta Pazos)

Marta Pazos proviene de las Bellas Artes (licenciada por la Universidad de Barcelona) y afirma que, como directora teatral, lo primero que hace al acercarse a cualquier proyecto escénico, de manera similar a cuando pinta, es realizando multitud de bocetos y, quizás, por ello sus puestas en escena obedezcan a una determinada manera de sugerir, especialmente a través del color, pero también de las formas y los volúmenes.

“El lecho de un río no pregunta si el agua que baja de la cumbre es turbia o transparente”

La propuesta que recibió para desarrollar una pieza teatral de nuevo cuño sobre Juana de Arco, para estrenar esta nueva etapa en esta sede teatral, fue acogida por la creadora con entusiasmo, poniendo el foco en la mujer que habita el personaje, para contar su historia desde su propia voz, enfrentando a Juana y los poderes, el poder de la justicia, el de la monarquía, el de la iglesia, y también el de los hombres. Quizás por ello el elenco elegido está formado exclusivamente por mujeres, para que el personaje masculino de ‘Carlos VII de Francia‘ sea interpretado por Macarena García, al igual que el de ‘Gilles de Rais‘ lo sea por Georgina Amorós.

“Seré yo o no seré nada”

La dramaturgia de esta pieza está firmada por la propia directora junto a Sergio Martínez Vila, construida sobre los hechos históricos protagonizados por la también conocida como ‘Doncella de Orleans‘ en el breve tiempo, de poco más de dos años, que transcurrió entre su presentación ante Carlos VII (marzo de 1429) ofreciendo su ayuda para conseguir liberar Francia de la dominación inglesa en el periodo final de la Guerra de los Cien Años, y su muerte en la hoguera el 30 de mayo de 1431.

“¡Bailemos esta guerra hasta el final!”

El preliminar trabajo de la directora ante el lienzo en la fase inicial de la creación de esta propuesta, se deja ver en los primeros instantes de la pieza, a través de la capa cromática elegida, en esta ocasión, de colores no tan vivos como suele, dominados por el granate y el azul cielo. Pero en esta ocasión otros dos elementos parecen imponerse, son la música y la danza, engarzados en una cuidada coreografía de Belén Martí Lluch que durante, casi, quince minutos se adueña de la escena en un exigente trabajo para las siete actrices, vestidas con sutiles vestidos, a modo de velos, también granates. Suena una campana antes de que la música electrónica mute a étnica. La belleza de esta parte es evidente pero lo que vemos parece más cerca de un espectáculo visual o una performance, que de una propuesta teatral.

“Hay una sola cosa que merezca la pena saberse, y esa es entender el lugar que nos corresponde”

El planteamiento visual se mantiene durante gran parte de la obra, conservando las señas de identidad ya apuntadas, capa cromática, importancia de la coreografía, música, danza, movimiento, fuerza escénica y una menor importancia del texto y la dramaturgia, que se recupera en los últimos veinticinco minutos, especialmente alrededor del juicio, donde Lucía Juárez (Asesinato y adolescencia, Paraíso perdido, Prostitución) está muy convincente en su papel de instructor/a, junto la destacada interpretación de Joana Vilapuig como la ‘Doncella de Orleans’. Completan el elenco Katalin Arana que brilla con su delicado movimiento por el escenario, Ana Polvorosa como ‘Catalina de Alejandría‘, Bea de Paz como ‘Margarita de Alejandría‘, con Georgina Amorós (Comedia sin título) y Macarena García, interpretando a los dos personajes masculinos de la trama, respectivamente, ‘Gilles de Rais‘ y Carlos VII.

“Eres mi llama gemela. Te reconocería en cualquier mundo.”

El equipo técnico dirigido y coordinado por Marta Pazos, brilla. Desde la escenografia de Max Glaenzel, al diseño de sonido y composición de música original de Hugo Torres, la iluminación de Nuno Meira, el vestuario de Leandro Cano y la destacada coreografía de Belén Martí Lluch.

“Haz una sola cosa bien, ahora, y dame fuego. Vamos. Dame fuego.”

El momento más espectacular de la propuesta, de nuevo, tiene que ver con lo visual. Juana arde en la hoguera y su recreación escénica es, más que sugerente, mística, con una imagen trabajada donde la música y la danza, junto al imponente traje amarillo de la señora de fuego, componen un colofón llamativo que pone el punto final a un bello espectáculo escénico en el que la imagen termina, definitivamente, por imponerse al texto.

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