Galdós, sombra y realidad; crítica teatral

24 Nov 2020

Jesús Noguero y Marta AledoEl destino ha querido que los fastos de celebraciónBenito Pérez Galdós con ocasión del centenario de su muerte, coincidan en su efemérides con  éste 2020, para siempre marcado en la historia, del mundo y de España, como el “Año del Coronavirus”, lo cual quizás ha limitado en la extensión de su expresión, pero no en el sentimiento al reconocimiento y mérito del autor de “Los episodios nacionales”, gran dramaturgo y referencia social de su tiempo.

“Me inspiro en la realidad”

Su vinculo con los tiempos de pandemia vienen de lejos, pues murió en el mes de enero de 1920, solo unos meses antes de darse por finalizada y controlada la denominada “Gripe Española” que asoló el mundo desde 1918 hasta pocas semanas después del fallecimiento de Pérez Galdós en Madrid, tras haber nacido en Las Palmas de Gran Canaria en 1843.

Jesús Noguero y Amparo Fernández“Has sido libre para ser libre”

Don Benito fue un gran exponente del realismo en su obra, apartándose totalmente de la corriente romántica inmediatamente imperante a él en aquella España a horcajadas entre el final del siglo XIX y los inicios del XX. Autor de algunas de las más grandes obras de literatura española de todos los tiempos. Apasionado de la política, llegando a ser diputado por distintas formaciones, haciendo un recorrido desde posiciones liberales, al socialismo, pasando por el republicanismo. Fue propuesto al Premio Nobel de Literatura, pero el activismo de los sectores más conservadores y el catolicismo más tradicionalista se posicionaron frente a esa posibilidad, truncándola finalmente.

“Su retórica siempre fue más implacable en la intimidad”

Galdós, sombra y realidad; crítica teatral

El Teatro Español, del que fue director entre 1912 y 1913, le rinde un merecido homenaje a partir de un texto escrito, para la ocasión, por Ignacio del Moral y Verónica Fernández, construido a partir de sus relaciones con las mujeres, verdadero objeto de pasión para el autor de “Fortunata y Jacinta” o “Misericordia”, a quien Valle-Inclán llamaba “el garbancero”, en ‘alias’ creado a medio camino entre la admiración y la ironía. La debilidad de Don Benito por el sexo femenino alcanza su máxima expresión en la soltería que mantuvo hasta su muerte, como si no fuese capaz de querer solo una, sino que las quisiese a todas.

“Amaste a muchas, antes, después …y durante”

Pilar G. Almansa dirige este espectáculo ratificando todo lo bueno que ya le hemos disfrutado en trabajos anteriores como “Cama” o “Mauthausen, la voz de mi abuelo”, con el ritmo apropiado, sabiendo lo que que quiere contar y como lo quiere hacer llegar hasta el público, apoyándose en la brillante aportación de Amaya Galeote en un elegante y sutil movimiento escénico. Galdós, sombra y realidad; crítica teatral

“¿No te arrepientes de lo nuestro?”

Se crea un universo alrededor de Pérez Galdós que envuelve a algunos de los grandes amores de Don Benito, desde Emilia Pardo Bazán, estupendamente interpretada por Amparo Fernández; a Concha Ruth, frescamente puesta en escena por Marta Aledo hasta generar la sonrisa con cada una de sus interactuaciones; pasando por Teodosia, el último gran amor del escritor, que Carmen Conesa recrea con gran naturalidad, aportando equilibrio, paz y sensatez; Lorenza, madre de la única hija del académico, bien interpretada por Ainhoa Santamaría; Sisita primera pasión de adolescencia de su primo, apartada de él en un barcGaldós, sombra y realidad; crítica teatralo camino de Cuba, recreada correctamente por María Ramos; con Diana Palazón, muy versatil, dando vida a algunos de los personajes del dramaturgo, desde Fortunata a Doña Perfecta, además de Marianela y Tristana.

“Cuando llegue el juicio final, le diré a San Pedro que fuí la alegría de un gran escritor”

Jesús Noguero realiza unos de los mejores trabajos que le hemos presenciado (El alcalde de Zalamea, La noche de las tríbadasConsentimiento, Luces de Bohemia, Los otros Gondra, Naufragios de Álvar Núñez, etc), absolutamente creíble como Benito Pérez Galdós en un viaje en el que recorre su vida, de atrás hacia adelante, a través de las mujeres que fueron hitos en ella, al menos algunas. Noguero, moderado y equilibrado en esta ocasión, sabe controlar los episodios de cierta aceleración que en otros trabajos han condicionado su prestación global y aquí demuestra un momento de madurez interpretativa que le viene muy bien al personaje que representa.Cartel de Galdós: sombra y realidad

“¡Cuantas despedidas a lo largo de la vida! …hasta que te quedas sólo, en el muelle vacío…”

Estupendo homenaje el que rinde el Teatro Español en el «Año Galdós» a uno de los más grandes novelistas españoles, autor de una ingente obra de la que “Los episodios nacionales” son solo parte, pero que fue mucho más, interesándose por la política como herramienta para cambiar la realidad social de su época y que a la vista de su forma de interactuar con las mujeres, podríamos preguntarnos si era más avanzada aquella sociedad en el que se relacionó, entre otras, con Doña Emilia Pardo Bazán, o lo es ésta. ¿Se daría hoy una situación como la vivida entre escritor y escritora hace más de cien años u hoy sería imposible?.

 

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