Eva contra Eva, crítica teatral
27 Nov 2021
Una de las mejores películas de la historia de la cinematografía es ‘Eva al desnudo”, producida en 1950, que recibió dieciséis nominaciones a los Premios Óscar, consiguiendo seis de ellos, incluyendo el de Mejor Película. El hito de aquella obra está vinculado a Joseph L. Mankiewicz, director y guionista de la misma, a partir de un cuento del mismo título, de apenas nueve páginas, escrito por Mary Orr. En aquella película sus cuatro principales actrices, Bette Davis, Anne Baxter, Celeste Holm y Thelma Ritter, recibieron nominaciones a los Óscar, las dos primeras como actriz protagonista, y las dos últimas como actriz de reparto, algo que no ha vuelto a suceder en la historia del cine.
“Tengo que cambiarme las bragas, unas para el teatro y otras para la vida …¡necesito intimidad!”
En un mundo que parece en conflicto permanente, donde se pone el acento en las diferencias en lugar de en los puntos en común, se trate del género (mujeres y hombres), se trate del lugar de vida (zonas urbanas frente a zonas rurales) o de la lucha generacional, donde finalmente siempre el hijo (hija) consigue acabar con el padre (madre); la premiada obra de Mankiewicz puso en el foco el conflicto generacional a través del personaje de la exitosa actriz que ve, primero amenazado su rol, y finalmente consumada su sustitución por la sangre joven. Exactamente la historia del mundo desde los clásicos helénicos a la más rabiosa contemporaneidad.
El mayor acierto de esta propuesta es contar con Ana Belén, tras resultar triunfante en su lucha como Cleopatra frente a Marco Antonio/Lluis Homar, para interpretar a la glamurosa actriz que en su día encarnó Bette Davis, en una de las mejores recreaciones que la hemos podido disfrutar. Aunque debemos decir que el momento mágico de la función de su estreno a la que asistimos, es la gran naturalidad con la que supo reaccionar a una interrupción precipitada por un problema médico de una espectadora, en la que quedó claro todo su buen hacer, su experiencia, su poso y su sentido común, extremos que con excesiva frecuencia no son tan habituales. Que grandes papeles podría haber conseguido regalarnos Ana Belén en su larga trayectoria, fluyendo con esa misma naturalidad.
“La vida es el ensayo de una obra que no se estrenará nunca”
María del Pilar Cuesta Acosta, artísticamente conocida como Ana Belén, exhibiendo unos estupendos 70 años de edad, interpreta a la veterana ‘Eva’ con una socarronería que le viene perfectamente al personaje, desde la temprana afirmación que realiza en su camerino de “tengo que cambiarme las bragas, unas para el teatro y otras para la vida …¡necesito intimidad!”, hasta la postrera respuesta a la pregunta de “¿dónde vas?” …contestando “¡a un sarcófago!”.
Silvia Munt dirige la propuesta, sobre el trabajo de adaptación y dramaturgia de Pau Miró, dando continuidad a esa faceta de su actividad profesional de trabajos anteriores como “Una comedia española” o “El precio”, actualizando algunos detalles de la trama, introduciendo el uso de los teléfonos móviles y recurriendo a imágenes pregrabadas en video, creadas por Daniel Lacasa, consiguiendo el mejor efecto escénico en el momento en el que se recrea la función que protagonizan las dos “Eva’s”, apareciendo el público proyectado, como un espejo, sobre el mismo lugar en el que antes se vislumbró la videoescena.
“Tu generación no lo pone fácil …¡os aferráis al poder!”
La escenografía diseñada por Enric Planas recrea un camerino teatral, donde aparecen dos espejos que son hábilmente utilizados en la videoproyección y recrear realidades alternativas, sin resultar lo suficientemente versátil para acoger en ella, de forma lo suficiente creible, ni la casa de campo a la que viaja Eva, ni el hospital en el que se recupera de sus dolencias.
Junto a Ana Belén, Javier Albalá (Noche de juegos) recrea el personaje de su pareja y director teatral, Manuel Morón (Smoking room) al crítico teatral, Ana Goya a la asistente y representante de la Eva veterana, con Mel Salvatierra poniendo carne, piel y voz a la joven Eva, aunque ninguno de ellos logra estar al nivel marcado por la protagonista, más allá de su contrastada experiencia.
“A veces la distancia es la única manera de ver las cosas”
Sugerente recreación la que realiza Ana Belén del personaje interpretado en su día por Bette Davis, su ‘Eva’ entroniza con aquella Margo Channing y nos reconcilia con las altas expectativas que siempre marcó esta actriz desde su primeras apariciones teatrales de la mano de Miguel Narros (‘Numancia’, ‘El Rey Lear’, etc…) o cinematográficas como en “El amor del capitán Brando”, dirigida por Jaime de Armiñán. Un espectáculo que se podrá disfrutar hasta el 9 de enero en el Teatro Reina Victoria.