El fuego amigo, crítica teatral

07 Jul 2019

Más allá del teatro documento o “verbatim”, en los escenarios se abrió paso el teatro denuncia, cuyo origen en España podemos situar en el entorno de los años 50’s y 60’s siglo XX, inicialmente de la mano de Antonio Buero Vallejo, aún de una forma más indirecta, para posteriormente Alfonso Sastre presentarlo de una forma más descarnada, aunque en evidencia desde que el mundo es mundo, el teatro siempre ha contenido elementos de denuncia social, con origen en los tiempos clásicos de la antigua Grecia.El fuego amigo, crítica teatral

Con frecuencia se dice que la cruda realidad, siempre supera los límites de cualquier ficción y… ¿qué se supone si no que el país cuya economía lidera el mundo desde hace décadas, invada otro que alberga en su territorio las mas grandes reservas de petróleo conocidas, incluyendo una acción militar sobre un hotel ocupado por los periodistas encargados de aportar el documento escrito, hablado y visual, sobre lo allí ocurrido?.

“Estábamos en su visor…”

El 8 de abril de 2003 el Hotel Palestina de Bagdad fue objetivo de fuego por parte del ejercito de los USA, a través de proyectiles de tanques que impactaron en las plantas que ocupaban unos profesionales de la información, que se negaron a abandonar el cumplimiento de su profesión, a pesar de las sugerencias recibidas, resultando muerto el cámara español José Couso, además de otros, como Taras Protsyuk, miembro de la agencia Reuters.

Sobre estos hechos conocidos e impunes en sus responsabilidades, Juan Romero Gárriz construye un monólogo, de sesenta minutos de duración, que recrea lo sucedido hace ya más de dieciséis años, a los que da piel, de forma estupenda, la actriz Marta Alonso, especialmente en la fase en que apoyada sobre la pared del fondo de la escena, recibe sobre sí las proyecciones diseñadas por Enrique Múñoz, también responsable de la iluminación, recreando el ataque, que los responsables de las fuerzas que lo protagonizaron, e incluso la diplomacia de los países de las víctimas, España entre ellos, calificaron como “fuego amigo”.El fuego amigo, crítica teatral

“La cámara no va a dejar de grabar”

La escenografía diseñada por Laura Ordás incluye la réplica de la ciudad de Bagdad, con los más importantes objetivos en ella para las fuerzas norteamericanas, que se representan a través de elementos de construcciones infantiles, que le otorgan un cierto toque naif, cuya elaboración consume un tiempo excesEl fuego amigo, crítica teatralivamente largo que no añade nada a la trama. Mientras en una parte de la escena, ubicada directamente sobre el suelo aparece Beatriz Vaca, artista musical autodidáctica conocida como “Narcoléptica”, se ocupa de la creación del sonido que enmarca el desarrollo del espectáculo, apelando a la improvisación, con unos momentos más conseguidos, y evocadores, que otros, si bien, entendemos que su aportación no debería llevar aparejada su presencia en escena, lo cual llega a incidir, y limitar, la potencia de la protagonista del monólogo.

El fuego amigo, crítica teatral“La noticia ha de ser la masacre …no la victoria”

Interesante reflexión la que esta producción teatral de la compañía «Vuelta de Tuerca» aporta sobre unos hechos sobradamente conocidos que no deberían caer en el olvido, cuyas víctimas no cometieron otro delito que cumplir con su trabajo; hecha con independencia y asumiendo riesgos escénicos y estéticos, algunos de los cuales funcionan mejor que otros, que en cualquier caso logran aportar un sugerente estímulo al sentido critico de cualquier ciudadano librepensador que disfrute de la escena, encontrando en ella la huella de la realidad.

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