El amiguismo, origen de nuestra crisis
04 May 2015
Un editorial de “The Economist” de hace unos días ponía el foco en la corrupción en España como origen de los efectos perversos que la crisis está teniendo en nuestro país, realizando un análisis detallado del periodo económico comprendido entre 1995 y 2007, en el cual nuestra economía creció a un ritmo del 3,5%, mientras que la productividad bajó al 0,7% anual. Dicho editorial manejaba los datos obtenidos por un estudio de la universidad libre de Bruselas, según el cual, en ese periodo, las compañías menos productivas crecían más que las buenas y si, además, éstas trabajaban con las administraciones públicas, la productividad bajaba muchísimo más; llegándose a contagiar también los circuitos de financiación, ya que los bancos financiaban con mayor facilidad a las empresas que tenían contratas con la administración.
“Los españoles están acostumbrados a que sus representantes públicos se llenen los bolsillos haciendo negocios a través de la Administración”, con esta primera frase comenzaba el editorial de “The Economist”, para luego utilizar los ejemplos de los últimos casos de actualidad, comenzando por el del antes conocido como “hombre del milagro español”, Rodrigo Rato, ahora imputado por delitos de fraude fiscal, blanqueo y alzamiento de bienes, mientras que “su milagro” se ha evidenciado como fallido, en un España que supera el 23% de desempleo; o los intereses del exministro de Defensa, Federico Trillo, vinculado, presuntamente, con una trama corrupta para la concesión de parques eólicos; aunque podrían haber utilizado otros muchos: Pujol, Urdangarín, Gürtel, Bárcenas, ERE’s, Pallerols, Millet, etc… o Pujalte compartiendo dos cafés y un “sabio consejo” por 5.000 euros al mes.
El amiguismo es una forma de hacer negocios demasiado arraigada en esta España nuestra, en los países sajones están regulados los “lobbies”, pero en nuestro país aún no se ha considerado necesario hacerlo.
Parece claro que la crisis en España, que empezó financiera, luego económica, se mutó social y ya es evidente que tiene orígenes éticos. El crecimiento de final del siglo XX y principios del XXI en nuestro país, se nos ha ido por las cañerías de la corrupción, el amiguismo y las prebendas.
El despilfarro vino de la corrupción y ahora los recortes se imponen a la mayoría social de los españoles sobre su sanidad, su educación y sus derechos sociales. Amiguismo con olor a fritanga, ese es el origen de nuestra crisis.
Ciertamente, visto lo visto, el amiguismo es lo que ha primado en España en estos últimos años.
Cierto, es la política hecha para los «propios»: «tú haces, yo hago». Gracias.