Doña Rosita la soltera o el lenguaje de las flores, crítica teatral
01 Feb 2020
Dentro de la particular visión, y habilidad, que tenía Federico García Lorca para describir personajes femeninos, la protagonista de “Doña Rosita la soltera o el lenguaje de los flores” fue la última de la que disfrutó el propio autor sobre la escena, ya que esta obra se estrenó en diciembre de 1935, en Barcelona, en el Teatro Principal Palace, unos meses antes de la muerte del genio de Fuente Vaqueros; siendo interpretada por la gran Margarita Xirgu, algunos decenios de años antes de que otra gran actriz española, Nuria Espert, construyera, en ese rol, uno de los papeles que le han acompañado toda su vida, hasta la actualidad, a cuya referencia siempre vuelve cuando repasa su carrera teatral.
«Hay cosas que no se pueden decir porque no hay palabras para decirlas”
Federico construyó esta obra al alrededor de la mujer y la espera de ésta, hasta convertir el propio paso del tiempo en un protagonista de la trama y ese argumento es sabiamente abordado por Trece Gatos, compañía que ya ha sabido ganarse el reconocimiento de expertos en Lorca, presentándola deslocalizada de un determinado tiempo y un espacio concreto, recurriendo a una particular escenografía donde priman los colores rojo, negro, rosa y blanco que replican los de las flores del jardín en el que Rosita ocupa su espera, y a un vestuario con aires góticos, como si de una producción de Tim Burton se tratase, pero que termina por rebelarse como acertado, por bello y sugerente.
“Suspirar por alguien que uno sabe que no merece los suspiros…»
Carlos Manzanares Moure dirige con acierto esta propuesta, de ritmo adecuado, en la que un extenso elenco de dieciséis intérpretes, ya infrecuente en las producciones teatrales privadas de la actualidad, encarna, con todo el lujo, y detalle, con el que fue escrita esta obra.
Destacan las interpretaciones de Carmen Valero, como «Rosita», y Raquel León, en el papel de “Ama”, pero todo el trabajo actoral del conjunto es homogéneo, con un resultado coral compacto.
«El más terrible de todos los sentimientos es el sentimiento de tener la esperanza muerta»
Más que interesante el resultado de esta aproximación de Trece Gatos, dirigida por Carlos Manzanares a la “Doña Rosita” de Federico García Lorca, conmovedora por si misma y de la que Federico disfrutará, esté dónde esté, porque su propia esencia está en ella, perviviendo, con sus aires románticos, sus luces y sus sombras, su proverbial tristeza y su hondura, en un difícil, y casi imposible, equilibrio entre la espera y la esperanza.