Coriolano, después de William Shakespeare; crítica teatral
24 Ago 2024
En contadas ocasiones una pieza teatral ha tenido más de una aproximación dentro de una misma edición de un certamen, como ha sucedido en el 70º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, programado en este año 2024, con el drama de título ‘Coriolano’ escrito por William Shakespeare sobre el año 1.608, actualizando el argumento original de Plutarco en el siglo V a. C..
“Una población asfixiada por las necesidades”
Así ‘Coriolano‘ con dirección de Antonio Simón fue programado en el Teatro Romano y ‘Coriolano después de William Shakespeare’, propuesta dirigida por Emilio del Valle, lo ha sido en el Teatro María Luisa, de Mérida, llegando ahora al Teatro Bellas Artes, de Madrid, donde permanecerá programada hasta el 1 de septiembre de 2024.
“No les preocupa que la gente coma, porque ustedes comen todos los días”
La actualidad del planteamiento de crisis que se enmarca, en origen, en la Roma clásica, con falta de alimentos, una gran inflación y la manipulación llevada a cabo desde los profesionales de la política, se llamen cónsules, patricios, senadores o diputados, es transversal y tan vigente en la época de Plutarco como en la de Shakespeare, al igual que en la actualidad.
“Lo política no se deja”
‘Coriolano‘ un general invicto en sus batallas, tras resultar triunfante de nuevo en Corioli, es presentado ante el Senado para ser elegido cónsul, pero su destreza con las armas no le convierte en un líder político ante el pueblo, y su petición de apoyos, y votos, solo será el inicio de un tortuoso camino que le llevará más allá de cualquier límite imaginable.
“¿Este es el pueblo que queréis que gobierne?”
Sobre el planteamiento clásico de esta pieza, la propuesta que se construye a partir de la versión que realizan Jorge Múñoz y Emilio del Valle, con dirección de éste, incluye la principal novedad de un debate entre los personajes de ‘Bruta’, convincentemente interpretada por Luna Mayo, y ‘Menenio’ representado por parte de Jorge Múñoz dotándole de gran credibilidad, moviéndose en los infinitos matices cromáticos del gris en política, nunca blanco, ni nunca negro, del todo. Esta fase del debate es el momento más destacado de este montaje y quizás se podría haber ahondado más en él. La trama original se respeta en esencia.
“No quiero que me quieran, prefiero que me teman”
Los aspectos formales del espectáculo juegan a la contemporaneidad, con un vestuario diseñado por Ana Rodrigo totalmente actual, y una puesta en escena muy ligera y asceta, en la que destaca el uso de las videoproyecciones creadas por Jorge Múñoz, todo ello bien iluminado por José Manuel Guerra.
“La necesidad de venganza altera la memoria”
Entre las interpretaciones destacan, como ya hemos mencionado anteriormente, tanto Luna Mayo (‘Bruta’), como Jorge Múñoz (#LIVES [La vida es sueño]) en el rol de ‘Menenio’, con Gonzalo Hermoso (#LIVES [La vida es sueño]) encarnando a ‘Cayo Marcio’, Lidia Palazuelos como ‘Volumnia’ y Soledad Vidal como ‘Virgilia’ quien, además, interpreta, cantando bellamente, unos pasajes musicales que son acompañados por Luna Mayo, al violonchelo, y Jorge Múñoz a la guitarra eléctrica.
“¿Se puede odiar lo que se ha amado?”
Su vigencia es lo más destacado de esta trama, que describe no las peripecias del general ‘Cayo Marcio’, invicto en sus batallas y apodado en base a su gran victoria en Corioli, sino por la máxima actualidad de los signos de crisis social puestos en manifiesto a lo largo de veinticinco siglos de historia de la humanidad, desde los tiempos de la joven República de Roma hasta el presente, pasando por la Inglaterra del siglo XVII, entre hambrunas, declive social y guerras. Oportuno dialogo desde el hoy con Shakespeare y Plutarco.
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