Confinamiento
18 Abr 2020
Confinamiento
Primeras fechas de marzo,
albores de primavera,
se avecina un gran desastre,
sobreviene un gran problema.
Estación de la esperanza:
rosas, claveles y ficus,
pero surgió una sorpresa:
floreció, asesino, un virus.
Lentas transcurren las fechas,
la población, recogida
esperando ansiosamente
la libertad, la salida.
En estos duros momentos
surge otra tropa enemiga:
abandonan lo importante,
se aprovecha la política.
Mirando en los hospitales
caóticas situaciones,
mirando a los sanitarios:
trabajan con sofocones,
Mirando a los auxiliares
superados en funciones,
mirando a los militares
fumigando habitaciones.
Mientras tanto, en el Congreso
insultos y discusiones.
Abismal la diferencia
diputados población
los segundos, apurados;
los primeros: la vergüenza
de esta honorable nación.
Mientras esto no termine
no pasaré a valorar
resultados de gestión,
ahora es especular.
La pandemia es cosa nueva
es de carácter mundial
hay que ser realmente torpe
y además insolidario
para buscar el debate,
para llenar el “armario”
de bulos y de basura.
Prioridad: LO SANITARIO.
Siento envidia, mucha envidia
de los países vecinos
ocupados, de la mano
en vencer al asesino.
Siento tristeza, de veras
mucha tristeza, lectores
de sufrir con diputados
mediocres o perdedores.
La ambición por el poder
es grande en quien lo mantiene
mayor es el mal hacer
de quien tuvo y ya no tiene.
Dejémonos ya de ofensas,
burlas, mofas y agresiones,
vamos todos contra el virus
vamos todos, con cojones.
Y dejémonos de juicios:
Cuando quieras bien juzgar
no lo hagas al principio,
mejor, espera al final.
Solo cabe ahora pensar
en que impere la cordura,
difícil con estos torpes.
Señores: TODOS A UNA.
Por último, sugerencia:
quien hoy repruebe al Gobierno
que intente ser consecuente
o que se vaya al infierno.
Pedro Cano, 16 de abril de 2020
Mario, la poesía puede ser un arma cargada de presente. Un abrazo y ánimo, que ya queda menos.
LA HUMANIDAD PENDE DE UN VIRUS
La humanidad, jinete apocalíptico,
creía sojuzgar a la naturaleza,
y hasta se planteaba
clonar al ser humano en inmortal
en perversa simbiosis con la máquina.
Alguien predijo: “El hombre será dios”;
pero que sagas de chamanes lo inventasen,
para tener poder sobre la plebe,
no es lo mismo que serlo.
La creación, venga de donde venga,
se venga y pone las cosas en su sitio.
Un virus microscópico se muda
del animal al hombre,
que descubre lo débil que es su fuerza,
lo poco que conoce, lo mucho que amenaza su futuro.
Se acabó el “just in time”, vuelve la cuarentena,
la peste ha regresado al “altoevo”.
La cura de humildad no cura al cuerpo,
pero avisa a las almas.
Cuando todo esto acabe,
quizá tengamos la oportunidad
de empezar otra era
cambiando paradigmas y parámetros.
Pero mucho me temo que olvidemos
y, por recuperar el estatus perdido,
empiece otra carrera
que lleve a recorrer errores anteriores
en que la meta tenga por rótulo “Extinción”
Ricardo Fernández Esteban (19.3.20)
Muchas gracias, Ricardo, por participar con tu poesía, y tu talento, en https://www.traslamascara.com, con este comentario al hilo del poema de Pedro Cano publicado bajo el título «Confinamiento»; traspasando los límites de tu blog «La palabra es mágica» (https://lapalabraesmagica.blogspot.com). Tienes razón, amigo, por supuesto que la poesía puede ser un arma cargada de presente, tú y Pedro lo demostráis. Abrazos y ánimo para todos.
Realmente atinada su exposición, Ricardo. Cuando esto acabe dará comienzo una vida (metamorfosis de la que hemos vivido). Abogo porque aquélla, tras reflexionar el actual pasaje, nos traiga una mejora sensible en términos sociales y dejen de priorizar otros objetivos materiales, como usted apunta al final de su trabajo que estimo atinado como al principio le indiqué.
Saludos y ánimos sin escatimar
Muchas gracias, Pedro, por tu nueva contribución, y aportación, dentro del espacio https://www.traslamascara.com, saludando el comentario de mi buen amigo Ricardo Fernández Esteban, al que te pido que liberes del trato del usted, pues además de nuestras coincidencias, y gusto, en torno a las «palabras» y la creación de nueva realidad que ellas encierran, hemos compartido oficio, y sector laboral, unos años atrás. Abrazos y ánimos para todos.
Encantado de ello. Mi trato de usted es protocolario con quien no conozco, una práctica muy en desuso. Puede valorarse como anticuada, pero soy de los que creen que el protocolo nunca pasará de moda, Un fuerte abrazo, Mario, extensivo obviamente a Ricardo.
Muchas gracias, Pedro. Efectivamente el trato de usted es un protocolo en franco desuso y yo mismo he defendido mucho su uso, para crear un clima propicio en ciertos ambientes, sobre todo profesionales, donde las formas pueden terminar por complicar el fondo de las cosas. En este caso, como ya comenté, no lo creo necesario. Un fuerte abrazo.