Carta abierta a José Luis Rodríguez Zapatero
08 Abr 2017
Excelentísimo señor, José Luis Rodríguez Zapatero, ex-presidente del Gobierno de España, y como tal, miembro en ejercicio del Consejo de Estado, popularmente conocido como “ZP” e icónica referencia de lo que fue llamado como “el club de la ceja”, oficialmente presentado en el Circulo de Bellas Artes, en Madrid, el nueve de febrero de dos mil ocho, bajo la denominación de PAZ (Plataforma de apoyo a Zapatero).
Hoy me dirijo a usted después de verle, en un programa de televisión de máxima audiencia, transgredir las normas del buen hacer de un dirigente político, que lo fué todo en su partido, para cuando ya no forma parte de ningún cargo orgánico, tomar parte activa en un proceso abierto a la militancia para la elección de nuevo líder, en este caso en el PSOE.
Hoy me dirijo a usted después de verle, en un programa de televisión de máxima audiencia, transgredir las normas del buen hacer de un dirigente político.
El motivo de estas líneas que me permito dirigirle, no tiene que ver con los méritos, o deméritos, de ninguno de los tres candidatos en liza, cuestión que les corresponde defender, y argumentar, a cada uno de ellos. Pero si me parece interesante poner en valor su papel en la situación actual del PSOE (Partido Socialista Obrero Español).
Usted, José Luis Rodríguez Zapatero, alcanzó la presidencia del Gobierno de España en las elecciones del catorce de marzo del 2004, en un ambiente condicionado por el “shock” social tras las consecuencias de los atentados sufridos en Madrid, tres días antes, el once de marzo, con el balance de ciento noventa y dos muertos, y dos mil cincuenta y siete heridos de diversa consideración, derrotando en esa ocasión, y en la siguiente (2008), al candidato presentado por el Partido Popular, el entonces muy discutido en sus propias filas, Mariano Rajoy y Brey.
Pero fue en sus dos mandatos cuando la base social de izquierda que le apoyó, e históricamente lo había hecho con el PSOE, se fue fragmentando, debido al doble lenguaje empleado y la diferencia entre lo dicho y lo hecho, especialmente en relación a la forma en que, más que dubitativamente se pretendió atacar una crisis económica, y financiera, que usted se empeñó en negar. Sus políticas se fueron alejando de los problemas de la gente y en ese caldo de cultivo aparecieron otras formaciones que recogieron los votos del desencanto que usted fraguó, con medidas como la reforma laboral que abrió el camino a la que luego vino.
Sr. José Luis Rodríguez Zapatero: son entendibles las presiones que usted sufrió de sus socios europeos, pero un verdadero estadista hubiera tenido otra reación.
Pero el ripio que marcó para la historia sus mandatos como presidente del Gobierno fue todo lo acontecido para el cambio Constitucional que supuso la aprobación del artículo 135 de la Carta Magna de todos los españoles, con el apoyo del Partido Popular, que priorizaba la devolución de la deuda exterior sobre cualquier otra cuestión de Estado.
Comprendo perfectamente las presiones que usted tuvo de sus socios europeos, especialmente de la señora Merkel, pero lo que un estadista hubiera hecho ante ello, es comunicarlo a todos los ciudadanos, explicar que ello contravenía el programa de Gobierno con el que se presentó a las elecciones generales, dimitir y convocar nuevas elecciones, a las que podría haberse presentado, o no, pero explicando su decisión y dejando en la voluntad de los españoles lo que hacer.
Usted optó por el camino más rápido, y cómodo, llevaba siete años de presidente del Gobierno, culminó el “trabajo” con esa aprobación, contraria a su propio ideario y a su programa electoral, y pasó página, con la certeza de las prebendas inherentes al club de los “jarrones chinos”, en definición de Felipe Gonzalez, del que ya forma parte: pensión vitalicia de 80.000 euros al año, coche oficial con chofer, gastos de oficina, además de otros 75.000 euros como miembro del Consejo de Estado; su problema estaba resuelto, pero traicionó la confianza de millones de españoles, y lo que es más grave condenó para mucho tiempo las posibilidades de su propio partido político, disparando exponencialmente el desencanto hacia él de amplias capas de la sociedad española.
En su gestión, Sr. Rodríguez Zapatero, se generaron los fracasos electorales del PSOE que luego han venido.
En su gestión, Sr. Rodríguez Zapatero, se generaron los fracasos electorales del PSOE que luego han venido.
Piense usted, ahora reconvertido en maratoniano, gusto que compartimos, ya que yo me honro en tener en mi currículum, veintinueve maratones finalizadas, que gracias a su gestión, a lo hecho y a lo no hecho, fue capaz de convertir al rival al que venció electoralmente en dos ocasiones (2004 y 2008) en el presidente de la democracia española que obtuvo la mas grande mayoria absoluta conocida, la cual se coció en sus errores, Sr. Rodriguez Zapatero.
Sin usted, José Luis Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy no habría alcanzado nunca la presidencia del Gobierno de España, eso es un mérito suyo en el que podrá pensar mientras entrena trotando por los bellos campos leoneses.
Dice un viejo refrán castellano que …”una cosa es predicar, y otra dar trigo”, el trigo de su cosecha ya lo conocimos, ahora le agradeceríamos mucho, José Luis Rodriguez Zapatero, ex-lider del PSOE y ex-presidente del Gobierno de España, que se abstuviera de predicar y dejara que los protagonistas del momento jueguen sus cartas, que bastante tienen con intentar cambiar las consecuencias de sus mandatos.
Artículo publicado en @elperiodico @EPentretodos el 15/04/2017: http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/carta-zapatero-deje-que-los-candidatos-psoe-jueguen-sus-cartas-124203
Artículo publicado en la edición en «papel» de «El Periodico» del 19/09/2017.