Cábala posible

03 Sep 2016

Rajoy_rigor mortisMariano Rajoy ya tiene un nuevo récord que acumular a su colección. Después de gobernar con la más amplia mayoría absoluta (2011/2015) conocida en la democracia española desde la transición, tras haber sido derrotado en dos ocasiones en las urnas ante Rodriguez Zapatero (2004 y 2008), gobernará en funciones doce meses, como el aplicado funcionario de carrera que siempre quiso ser, tras ser el primer presidente del Gobierno en no lograr la investidura del Congreso, habiéndolo solicitado expresamente ante los trescientos cincuenta diputados que componen su pleno.1472820867_436098_1472821006_noticia_normal

Y quizás la mejor exposición de lo que le ocurre al líder de la minoría política más votada tanto el 20D, como el 26J, lo haya expresado Felipe González en las últimas horas, al decir: “el PP es el partido más votado, pero Rajoy es el candidato más vetado”.

Es más que paradigmático que el líder de “Ciudadanos”, después de convertir su anunciada abstención a Rajoy, hacia el sí, con su treinta y dos diputados; haya utilizado su último turno de palabra en la segunda sesión del debate de investidura, para solicitar al PP el cambio a un candidato más viable.

Rajoy, hoy, lastra a su propia formación política, marcado por la desconfianza ciudadana que su tibieza contra la corrupción ha generado, al margen del dolor social inflingido con sus medidas socio económicas, quirúrgicas en un plano macro, pero tremendamente injustas e insolidarias con grandes segmentos de la sociedad española.Rivera pide un candidato viable al PP

El guiño realizado por Pedro Sánchez a una posible solución, de la que el PSOE forme parte, junto con las “fuerzas del cambio” es una cábala difícil, pero que merece la pena ser explorada, siempre bajo la premisa de ser capaces de marcar un territorio de medidas posibles que, no podrán incluir la esencia de los programas políticos de partidos tan diferentes entre sí como el socialista, “Podemos” o “Ciudadanos”, pero que sí haga posible la alternancia política y la regeneración, influyendo en el máximo punto de cohesión del PP: el poder, el reparto de prebendas y el clientelismo vinculado a ello; a partir de ahí sí se darán las condiciones para una renovación de la cúpula “popular”, que mientras tanto será difícil, por no decir imposible.

Debate_ELPAIS_30N.1Nadie debería dar por hecho beneficios electorales ante unos nuevos comicios a final del año 2016, quien lo haga se podría equivocar; los que ya perdieron votos entre el 20D y el 26J tienen elementos de valoración a la vista, los viejos partidos tampoco deberían confiar en que el hartazgo ante del bloqueo político les beneficie sobre el efecto de las nuevas formaciones y las consecuencias de su “voto troceado”. El verdadero reto consiste en dar respuesta a la elección ya hecha por los españoles en dos ocasiones en los últimos meses: hay una mayoría de cambio, en más de trece millones de votos, y quien gobernó con mayoría absoluta, a golpe de Real Decreto Ley, no es capaz de articular un Gobierno sobre sí, aún siendo la minoría política más votada.

Lo que sería realmente sorprendente es que después de todo lo ocurrido en la legislatura 2011/2015, con las consecuencias en el voto popular expresado tanto el 20D, como el 26J; Mariano Rajoy fuera aclamado presidente por la mayoría del Parlamento español, lo cual equivaldría a algo tan increíble como ver el agua de las cataratas del Niágara fluyendo en dirección contraria -parafraseando a Oscar Wilde-. Pero atentos, porque otra “cábala” es, aún, posible”.

Artículo publicado en @elespanolcom el 05/09/2016: http://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20160905/153304669_7.html

Artículo publicado en @elperiodico el 09/09/2016: http://www.elperiodico.com/es/entre-todos/participacion/alternativa-gobierno-apostar-por-cambio-86120

Artículo publicado en @_infoLibre el 11/09/2016: http://www.infolibre.es/noticias/club_info_libre/librepensadores/2016/09/11/cabala_posible_54466_1043.html

 

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Comentarios

  1. Estimado MARIO. Aunque no nos guste el resultado electoral, torcer las palabras no ayuda al cabal entendimiento de la situación. Mariano Rajoy obtuvo la mayoría de los votos en las últimas elecciones. No hay más que acudir a las primeras acepciones del término en la RAE. La izquierda siempre ha utilizado con maestría el lenguaje, pero eso no cambia la realidad. El decir que es el candidato que obtuvo la minoria mayoritaria es una prestidigitación que solo cala en los adeptos. Y no es cuestión de colores, lo es de números y de semántica ajustada.

    • Querido amigo Juan, antes de nada muchas gracias por tu comentario y participar en el debate de los temas que planteo en este blog. Al hilo de lo que comentas, permíteme que utilice la célebre cita de Ramón de Campoamor: «…en este mundo traidor, nada es verdad, ni mentira, todo es igual al color del cristal con que se mira». Cualquier toma de postura u opinión es razonable, pero por el mismo principio supone lo mismo con la contraria.

      Efectivamente la candidatura del PP, encabezada por Mariano Rajoy, ha sido la minoría más votada en las elecciones del 20-D y 26-J, pero ello no le permite tener la mayoría de escaños en el Parlamento, porque tampoco tiene la mayoría de los apoyos del pueblo español; a dicho particular basta reseñar que los tres partidos más votados, al margen del Partido Popular, superan los trece millones de votos (casi un 80% más de los votos «populares»), lo cual supone que la mayoría de españoles no ha dado su confianza al Sr. Rajoy. Es interesante poner en valor que nunca, en la historia democrática de España, desde la Transición, un ganador de las elecciones generales ha obtenido menos votos que el actual presidente en funciones, con la excepción de Adolfo Suárez, en una época en el que censo de votantes era 1/3 inferior al actual.

      El sistema electoral español no es presidencialista, sino parlamentario, y ello exige, a quien aspire gobernar, a establecer alianzas que le permitan gobernar y ese, hasta ahora, no es el caso del Sr. Rajoy.

      Bloqueo hay, es evidente, pero la razón, como en tantos casos en la vida, no es exclusiva de una persona, o partido político determinado. Personalmente entiendo que un estadista, que lo fuera de verdad, debería tener la capacidad de elegir la mejor solución para su país, más allá de él mismo y sus intereses particulares; pero parece, lamentablemente que ese no es el caso. A dicho particular es bastante paradigmático que la última intervención de Albert Rivera, en el debate de investidura del Sr. Rajoy fuera destinada, en general, al Partido Popular, solicitándole otro candidato.

      En todo caso Juan, gracias por tu participación, sabes que siempre es un placer argumentar contigo, cada uno desde su punto de vista. Un fuerte abrazo

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