Amistad, crítica teatral
01 Mar 2023
La excelencia es furtiva incluso para los habitualmente excelentes. Nada es infalible y el talento de los talentosos tampoco ‘va de suyo’ en todas las expresiones creativas.
“Ayer corrimos la maratón y hoy…”
Cantidad y calidad son dos magnitudes cuya adecuada mezcla supone un delicado proceso que, de acertar, implica el éxito. Toda expresión artística, desde cualquier bella arte (pintura, escultura, composición musical, etc…) a la dramaturgia u otros aspectos de la creación, debe someterse a la inspiración de las musas y no exprimirse a los exigentes ritmos espasmódicos de cualesquiera industria, con sus necesidades de mercado.
Wolfgang Amadeus Mozart fue el claro ejemplo de la excelencia máxima en todas y cada una de sus obras, aún a pesar de producirlas de forma continua para saciar sus necesidades de sustento. Fué un niño prodigio que empezó a componer con tan solo 8 años, y a pesar de su temprana muerte a los 35 años, dejó una inmensa obra, toda ella brillante, compuesta por 626 ‘opus’, 41 sinfonías, 22 óperas, además de diversas sonatas y arias. Su producción fue ingente y toda ella brillante. Pero su caso es excepcional.
“Amistad es saber que uno cargará con la muerte del otro…”
¿Cuántas obras de teatro se pueden estrenar dentro de los doce meses naturales de un año?, es una pregunta que no tiene una respuesta exacta, dependerá de los autores y de los años, pero lo que parece evidente es que una exposición máxima puede ser contraproducente, por mucho talento que se atesore, y que las necesidades comerciales no van de la mano con los necesarios tiempos de reposado que toda creación conlleva.
El dramaturgo, director teatral, filósofo, matemático, Premio Princesa de Asturias de las Letras de 2022, académico de la Real Academia Española, donde ocupa el sillón “M”, y actual responsable artístico del Teatro de la Abadía, además de Premio Nacional de Teatro en 2007 y Premio Nacional de Literatura Dramática en 2013, Juan Mayorga, ha vuelto a ocupar la actualidad máxima de la escena con el estreno de su obra ‘Amistad‘ en la Sala Fernando Arrabal de Las Naves del Español, en Matadero Madrid, en una reflexión sobre la amistad que no ha conseguido conciliar las expectativas con el resultado final.
“El hombre es un ser para la muerte”
‘Dumas’, ’Manglano’ y ‘Ufarte’ son tres amigos que lo han sido desde el origen de sus recuerdos, a pesar de ser diferentes entre sí o, quizás, precisamente por ello; el caso es que avanzan en una especie de juego por el cual, cada uno de ellos, secuencialmente, simulará estar muerto para dar la oportunidad a los otros dos de hablar con extrema franqueza sobre el (aparente) finado. Este juego capta la atención de los espectadores en el primer turno, el que representa ‘Dumas’, cuando aún el público desconoce la situación y cree asistir a una especie de velatorio en la realidad. Cuando se descubre el planteamiento (algo naif) la propuesta pierde interés y solo queda sustentada por algunos gags cómicos y el buen oficio de los tres actores protagonistas.
La propuesta es dirigida por José Luis García-Pérez, también interprete (‘Ufarte’), acertando en el ritmo, con un cuidadoso recurso a todos los oficios técnicos con una eficaz escenografía de Alessio Meloni, bien iluminada por Pedro Yagüe y la adecuada prestación de Ana Villa y Juanjo Valmorisco en el espacio sonoro.
“Ser mortal no significa que puedas morir mañana, significa que pudiste morir ayer”
Las interpretaciones del propio García Pérez (‘Ufarte’), Ginés García Millán (‘Manglano’) y Daniel Albaladejo (‘Dumas’) son lo más destacado del montaje aún sin conseguir sorprender a los espectadores, quienes en su saludo final muestran respeto, pero no entusiasmo.
Juan Mayorga firma una obra que no parece un producto Mayorga, fundamentalmente porque en sus trabajos anteriores algo sorprendía y atrapaba el interés del público, pero esta ‘Amistad‘ responde más a los parámetros de lo que se conoce por teatro comercial, correcto pero romo de interés. Afirma el refranero español que ‘el mejor escribano echa un borrón‘ y aunque no se puede decir que el termino ‘borrón’ califique esta creación, sí es evidente que lo que Mayorga nos aporta en trabajos como ‘El chico de la última fila‘, ‘Reikiavik‘, ‘La lengua en pedazos‘, ‘El cartógrafo‘, ‘El Crítico‘ o ‘Silencio‘ está en otra dimensión de su capacidad creadora. En cualquier caso seguiremos atentos a los nuevos pasos de su dramaturgia y talento.
Dos murcianos y un andaluz se encuentran en la puerta de un hotel… Así podría comenzar un chiste como el que nos cuentan en la obra. Me ha parecido original y entretenida. Recomendable. Bien es cierto que esperaba otra cosa, viniendo de Mayorga. Una obra genial para pasar un buen rato y reírte un poco (de la muerte).
Muchas gracias, José Antonio, por su nuevo comentario y participación en Traslamascara.com, en esta ocasión en relación a la crítica teatral publicada sobre «Amistad». Esperamos seguir contando con sus visitas a nuestro espacio web, así como con sus aportaciones. Saludos.
De nada Mario, es un placer.