2005 / 2015
25 Oct 2015
Las efemérides siempre nos hacen volver la vista atrás, aunque solo sea para enmarcar la realidad del presente, ser conscientes de dónde venimos y, quizás, reflexionar sobre a dónde vamos. Si además de se trata de celebrar una fecha tan redonda como los diez años que cumple el periódico digital “El Plural”, hay un plus motivacional en ello, pues en este periodo nos hemos abalanzado ya en lo que, quienes tenemos alguna cana, identificábamos, de forma indefinida, como el futuro.
Lo ocurrido en estos diez años en España queda perfectamente reflejado al comparar los datos de las principales preocupaciones de los españoles al inicio de este periodo y hoy, el desempleo era, y es, la principal preocupación ciudadana, pero habiendo incrementado su peso relativo casi un 50% más, consecuencia lógica de los 3.000.000 más de parados que refleja la EPA entre el dato del 4º trim de 2005 (1.860.300 desempleados) y los casi 5.000.000 actuales, agravado por el efecto de la dolorosa reforma laboral aplicada por el gobierno de Rajoy, que acabó con más de 50 años de protección al factor trabajo en España y ha sido el germen de multitud de ERE’s en España; pero al tiempo la segunda preocupación ciudadana hoy es la “corrupción y los políticos” multiplicando por diez los datos de 2005, toda una alegoría que resume todo lo conocido en este decenio, mientras tanto dos de las principales preocupaciones de las españoles en 2005, el terrorismo y la vivienda, moderan su peso en el ranking.
2015 | variación | 2005 | |
desempleo | 78,60% | 26,60% | 52,00% |
corrupción y políticos | 61,20% | 54,40% | 6,80% |
terrorismo | 0,20% | -50,20% | 50,40% |
problemas económicos | 25,30% | 7,70% | 17,60% |
vivienda | 1,60% | -19,60% | 21,20% |
Tres problemas principales que existen actualmente en España (Multirrespuesta %) |
Algunas citas parecen enmarcar hechos relevantes de aquel 2005, que siguen incidiendo en nuestro día a día hoy. Pascual Maragall, el 4 de marzo, pronunció en el Parlament la frase: “…ustedes tienen un problema y ese problema se llama 3%”, dirigida a los entonces representantes de CiU con Artur Mas a la cabeza, tan de actualidad hoy como entonces, y una semanas antes, un discutido en sus propias filas, Mariano Rajoy, proclamaba aquello de “…vamos a hacer en España lo que Jaume Matas ha hecho en Baleares” -sobran las palabras en relación al entonces president balear-, mientras Francisco Camps menospreciaba en Las Corts las críticas por corrupción al estallar el caso Terra Mítica, lo cual no impidió que durante estos diez años hayan sido 127 los imputados del PP valenciano, incluyendo al propio Camps, a pesar de las defensas expresas que hizo el Sr. Rajoy sobre él: “…yo creo en ti. Y estaré detrás de ti, delante o al lado, me da igual”.
Hoy, en este 2015, aún no se ha constituido el nuevo Parlament electo tras el 27-S, planteado en clave soberanista, y justo en el 2005 fue cuando se aprobó la tramitación del Estatut catalán al hilo de la famosa frase de Rodríguez Zapatero, quizás mal calculada: “…apoyaré la reforma del Estatuto que apruebe el Parlamento catalán”, mientras que en ese mismo año fue rechazado el nuevo estatuto vasco, defendido por Juan José Ibarretxe en el Congreso en el mes de febrero.
En 2005 Jordi Pujol era el molt honorable y una referencia social para gran parte de los catalanes, sin haberse autoconfesado aún entonces como un “evasor fiscal”, mientras recibía las advertencias de su sucesor al frente de la Generalitat, el socialista Pascual Maragall, sobre Artur Mas, diciéndole: “…usted se equivocó nombrando a Mas como conseller en cap”, al tiempo que contemplaba como el juez Pascual Estevill, nombrado vocal del Consejo General del Poder Judicial por CiU, era condenado a 9 años de prisión sin fianza, por los delitos de cohecho, extorsión, prevaricación y detenciones ilegales.
El paso del tiempo es muy subjetivo, ¿pasa deprisa?, ¿pasa despacio?, todo es cuestión de percepciones y de momentos. En 2005 se creó “You Tube” y aún faltaban tres años para que llegara a nuestras vidas el primer Iphone 3G, tampoco conocíamos el caso Gürtel (iniciado en 2007) o el caso de los ERE’s (que estalló en 2010), pero Francisco Granados estaba recién nombrado secretario general del PP en Madrid, lo cual compatibilizaba con las consejerías de Presidencia, Interior y Justicia, bajo la presidencia de Esperanza Aguirre, quien en ese mismo año había compartido un accidente de helicóptero con Mariano Rajoy.
Por aquel entonces quien había sido rival en el designio de la sucesión de Aznar, Rodrigo Rato, disfrutaba de sus primeros meses como director gerente del FMI, que al abandonar su puesto en el Congreso de los Diputados, fue relevado por una joven promesa del PP, entonces casi desconocida, Soraya Sáenz de Santamaría, que ese mismo año se había casado en Brasil, habiendo ocupado el puesto 18 en la lista de Madrid, cuando 17 fueron los escaños conseguidos en 2004.
El 2005 en España, llegó bajo los efectos de los atentados del 11 de marzo del año anterior, se vivían aun las consecuencias de lo ocurrido, ambientales, sociales y políticas, y quienes habían sido cercanos colaboradores del otrora poderoso vicepresidente y ministro de Economía y Hacienda, Rodrigo Rato, buscaron las mejores opciones ante el nuevo ciclo que se avecinaba, de tal modo que Cristóbal Montoro prefirió apartarse de la política nacional y buscar acomodo como eurodiputado, mientras que Luis de Guindos fue nombrado miembro asesor del banco de inversión Lehman Brothers, con tiempo para ofertar a Miguel Blesa sofisticados productos híbridos, y coincidir, como compañeros de trabajo, con Mario Monti y Mario Draghi, justo tres años antes del estallido de esa marca, que dió inicio a la mayor crisis financiera de la historia, lo que no les impidió, a los tres, formar parte de la terapia contra ella, respectivamente, como ministro de Economía de España, presidente del gobierno impuesto a Italia y como gobernador del Banco Central Europeo. Curiosa metáfora la de ser parte del origen y de la solución del mismo problema.
Estos diez años, entre el 2005 y el 2015, han sido el escenario de una gran crisis que ha generado más desigualdad, por la vía de los recortes y la austeridad aplicados. En 2011, Mariano Rajoy alcanzó las mayores cotas de poder conocidas en nuestra historia democrática, lo cual utilizó para aplicar un programa electoral contrario a lo que anunció en campaña, pero a estas alturas puede batir otro record: el de ser el primer presidente de gobierno, desde la transición, en no conseguir ser reelegido. Las políticas aplicadas, sus prioridades y la corrupción, en cotas que nunca se habían conocido hasta ahora, pueden ser la llave motivadora de una nueva etapa, que España se merece, a través de una regeneración democrática, con una verdadera división de poderes y una Justicia que actúe en tiempo y en forma, depurando las responsabilidades.
El futuro ya está aquí y aunque no es exactamente como soñamos, la buena noticia es que aún estamos a tiempo de luchar por nuestros sueños.
Construyamos el futuro, pero sin olvidar el pasado, porque como decía Arthur Miller: “…el paso del tiempo condena al olvido la memoria de un país”.