Bronca
10 Mar 2025
Bronca es lo que sucedió el pasado día 28 de febrero, entre Donald Trump y Volodímir Zelenski en el despacho oval de la ‘Casa Blanca’ y bronca es lo que parece imperar en el mundo, en cualquier ámbito. Las más básicas normas de cortesía y diplomacia han sido sustituidas por el enconamiento, se trate de política nacional, internacional, del mundo de las empresas, en la sociedad e, incluso, en las relaciones domésticas, poniendo el foco en lo que nos separa, por encima de lo que nos une, que es mucho más.
¿Es Trump la causa de lo que sucede y de esta espiral, casi, apocalíptica, o es el síntoma?
¿Es Trump la causa de lo que sucede y de esta espiral, casi, apocalíptica?, ¿o es el síntoma?. Que una democracia como la de los Estados Unidos; largamente considerada como exponente y adalid de Occidente, haya optado, con una contundente mayoría de voluntades, por un segundo mandato de un presidente como quien inspiró el asalto al Capitolio de los Estados Unidos, en el año 2021, al no reconocer el resultado electoral favorable a Joe Biden, es la misma señal que anida en procesos electorales como los vividos en Argentina o las grandes concentraciones de apoyos cosechados por partidos de ultraderecha en la castigada Europa, aquella abierta en canal por las heridas de la Segunda Guerra Mundial, desatada por el nazismo impuesto por Hitler; para que ahora, ochenta años después, el actual presidente del país que entonces lideró la alianza contra la tiranía, envíe a su vicepresidente, Vance, para que, desde la tribuna pública de la Conferencia de Seguridad de Múnich, arremeta contra el cordón sanitario a la ultraderecha, en plena campaña electoral en Alemania, y lanzando un duro ataque contra las democracias europeas, a las que acusó de ‘tener miedo a sus votantes’, hasta afirmar que ‘el mayor peligro para Europa no es Rusia, China u otro actor externo, sino que viene de dentro, el retroceso en algunos de sus valores más fundamentales…‘
“Juega (usted) con la Tercera Guerra Mundial. Juega (usted) con la Tercera Guerra Mundial…” (Donald Trump a Volodímir Zelenski en la reunión mantenida en el despacho oval el pasado 28 de febrero)
El nuevo mundo que se anuncia de la mano de personas como Trump, Putin, Milei, Orbán o Netanyahu, así como otros que podríamos incorporar a esa lista, está rodeado de más incertidumbres de las que el mundo ha soportado en los últimos decenios y la tensión que todo lo invade no parece propiciar el clima adecuado para superar los conflictos que, eso sí, siempre han sucedido.
Cierto es que, ya en su primer mandato, más de un gran anuncio realizado por Donald Trump no se llegó a cumplir, como la afirmación de que México pagaría de su bolsillo la construcción del muro en su frontera, tan incumplida como el pequeño detalle que de los kilómetros construidos bajo su mandato reemplazaron, exclusivamente, zonas deterioradas o caídas. También entonces anunció, e impuso, aranceles del 25% a México, lo cuales fueron retirados pocos meses después. Tampoco cumplió su anuncio de retirar a USA de la OTAN e igual hizo con su afirmación de promover un proceso judicial contra Hillary Clinton, rival suya en las elecciones presidenciales de 2016.
“Construiré un gran gran muro, en nuestra frontera sur, y haré que México pague ese muro.” (Afirmación realizada en 2016 por Donald Trump, incumplida posteriormente)
El Proyecto Presidential Greatnes 2024 dirigido por Brandon Rottinghaus (University of Houston) y Justin Vaughn (Coastal Carolina University), ha realizado una encuesta, entre expertos de la Asociación Estadounidense de Ciencias Políticas, en la que han valorado a todos los presidentes de la historia de Estados Unidos, cuarenta cinco en número, aunque en cuarenta y siete presidencias, debido a que Grover Cleveland (22º y 24º) y Donald Trump (45º y 47º) fueron elegidos para el cargo en dos mandatos no consecutivos; y los resultados obtenidos sitúan al actual inquilino de la Casa Blanca en la última posición de un ranking que valora su desempeño, que es encabezado por Lincoln, con Truman y Obama en 6ª y 7ª posición, respectivamente, Reagan y Bush padre en la 16ª y 19ª, con Nixon en la 34ª abriendo el furgón de cola de las valoraciones, y Trump cerrándolo.
Esa bronca con la ambición de Trump, por ser Putin, entronca.
Tras menos de dos meses de la toma de posesión del 47º presidente de la historia de los USA, quizás nos falte imaginación para presentir a lo que nos tendremos que enfrentar en los próximos cuatro años de su permanencia en el despacho oval de la Casa Blanca, pero una buena noticia se deja ver en el horizonte, ya que no podrá optar a la reelección, según las normas electorales de EEUU, aunque, a lo peor, sus planes, también en ese terreno, incluyen sobrepasar los límites establecidos (como algunos de los que son sus referencias políticas hoy). No es baladí el hecho de que en los dos conflictos que marcan este tiempo en el mundo, Gaza y Ucrania, Mr. Trump milite, como parte no objetiva, junto a Netanyahu y Putin.
Pocos días hace de la visita, en forma de encerrona, de Zelenski en la Casa Blanca, y “esa bronca con la ambición de Trump, por ser Putin, entronca”.
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