Carmen, nada de nadie; crítica teatral
17 Sep 2024
El Teatro Español comienza la temporada teatral 2024/2025 con la programación, de nuevo, del espectáculo ‘Carmen, nada de nadie’, en la Sala Margarita Xirgu, tras el éxito obtenido con su estreno hace unos meses. Lo cual es un acierto.
“Me llamo Carmen Díez de Rivera …y tengo 57 años”
En estos tiempos en los que tan en la diana están los diferentes juicios y aproximaciones, sobre lo que se hizo alrededor de la llamada transición política española, es oportuno y pertinente volver a aquellos hechos para que, tanto quienes los vivimos en nuestra juventud de entonces, como quienes se han aproximado a ellos desde los libros de texto o través de la información que su propio interés haya sido capaz de recabar, hagamos el esfuerzo por empatizar con aquella época y con lo hecho por sus protagonistas.
“Solo estoy bien cuando estoy trabajando”
En el centro de la trama que se comparte está el personaje de Carmen Díez de Rivera, a quien Francisco Umbral bautizó como ‘musa de la transición’, mujer de fuertes convicciones personales que, hasta ahora, ha sido la única fémina en la historia de la democracia española que ha ocupado el puesto de jefa de gabinete de la Presidencia del Gobierno de España.
“La historia de España está llena de bastardos”
Ella, sin embargo, y para mayor interés, procedía de una familia de la aristocracia española, compuesta por Francisco de Paula Díez de Rivera y Casares, marqués de Llanzol, y Sonsoles de Icaza y de León, quienes tenían otros tres hijos (Sonsoles, Francisco y Antonio), aunque su padre biológico, en realidad, fuera, nada más y nada menos, Ramón Serrano Suñer, cuñado y ministro de Franco, revelación que supuso un ‘tsunami‘ personal que nunca superaría Carmen, ya que impidió su boda con quien la deseaba, Ramón, de quien realmente era hermana. A raíz de ese ‘shock‘ afrontó diferentes peripecias personales, como el tratamiento a través de una cura de insomnio, el ingreso como monja de clausura en un convento o un amplio viaje por África que duró varios años.
“La televisión es política, todo es política…”
Su amistad con Juan Carlos de Borbón en su época de Príncipe de España, facilitó que éste la vinculara a Adolfo Suárez en su periodo al frente de RTVE, debido al interés que desarrolló por quien siendo gobernador civil de Segovia había llegado a rescatar, con sus propias manos, víctimas (58 muertos y 150 heridos) de la tragedia ocurrida en Los Ángeles de San Rafael en el año 1969. En 1976, con apenas 33 años, Carmen fue nombrada jefa de gabinete de la Presidencia del Gobierno, con Adolfo Suárez encargado por el Rey en avanzar en la democratización de un país todavía dotado de las estructuras franquistas.
“Ya salió la ‘princesa roja”
La historia es apasionante, tanto en los perfiles personales vividos por la protagonista, como en su actividad pública y política, y los creadores de este texto, Francisco M. Justo Tallón y Miguel Pérez García, optan por una descripción en forma de ‘biopic’, excesivamente descriptiva, quizás para que nadie se pierda, en el que los personajes complementarios, especialmente Adolfo Suárez y Juan Carlos de Borbón, quedan algo desvaídos, situación que no llega a afectar al personaje de Sonsoles de Icaza, la madre de Carmen, por lo demás estupendamente interpretado por Ana Fernández (El sueño de la razón, La casa de Bernarda Alba).
“A mi el peligro siempre me ha fascinado…”
La temporada pasada fue Mónica López quien encarnó a Carmen Díez de Rivera y ahora es Beatriz Argüello quien disfruta de un personaje bárbaro, lleno de potencialidad, logrando un desempeño, como es habitual en ella, estupendo y muy sólido, sabiendo trasladar el evidente atractivo que tenía aquella mujer de recias convicciones.
“La rubia tiene razón, Adolfo…”
Punto álgido en la trama es todo lo relativo a la legalización del Partido Comunista. El 27 de febrero de 1977 se reunieron, cara a cara, Adolfo Suárez y Santiago Carrillo en la casa de José Mario Armero, por entonces presidente de Europa Press, el 9 de abril de ese mismo año, en plena semana santa, se anuncio la noticia …y aún recuerdo mi viaje en metro del lunes 11 de abril de 1977 camino de mi trabajo de entonces. El impacto en la calle fue brutal aún con una gran contención. Menos de tres meses antes, el 24 de enero de 1977, había sucedido el atentado terrorista al bufete de abogados laboralistas de la c/ Atocha nº 55, episodio también incluido como punto de referencia en el relato de esta pieza, en un guión que extracta los intensos meses vividos por Carmen Díez de Rivera y Adolfo Suárez en la responsabilidad que les tocó vivir y gestionar.
“Sofía es una gran profesional”
Beatriz San Juan diseña un espacio escénico, sencillo, que cobija diferentes puntos de interés que ubican el propio escritorio del presidente del gobierno, la mesa de trabajo de Carmen, el sillón que recrea el Palacio de la Zarzuela con la permanente influencia de Juan Carlos I y un conjunto de una discreta silla, con mesita y lámpara de pie, que evoca la casa familiar de los marqueses de Llanzol, todo ello acertadamente iluminado por el contrastado oficio de Juanjo Llorens. Adecuadas aportaciones de Sergio Sánchez en diseño de sonido y Paola de Diego en vestuario, con mención al equilibrado uso de la videoescena que realiza Elvira Ruiz, recreando los personajes y sucesos de la época.
“¿Mi sueño?: yo solo tengo pesadillas…”
Beatriz Argüello (El perro del teniente, Vano fantasma de niebla y luz, Monstruos. El prodigio de los dioses, Valor, agravio y mujer, La cordura loca de Lady Macbeth, Queen Lear, El príncipe constante, Refugio, Numancia, Don Juan Tenorio) brilla en la recreación que realiza de Carmen Díez de Rivera, alcanzando junto con Ana Fernández, una de las escenas más conseguidas de la propuesta, entre madre e hija. Víctor Massán (El ángel exterminador) y Oriol Tarrasón, como Juan Carlos de Borbón y Adolfo Suárez respectivamente, no logran destacar con sus personajes, por lo demás totalmente utilitarios en relación al protagonismo dado a Carmen Díez de Rivera por los autores, en lo cual también tiene una parte de responsabilidad de Fernando Soto (Onán) , como director, quien acertando en el ritmo narrativo, renuncia totalmente a conseguir una caracterización más cercana a la realidad de los conocidos rostros de los personajes masculinos que interpretan.
“Es más difícil romper un prejuicio que un átomo”
En la recreación de Adolfo Suárez y Juan Carlos de Borbón, el momento más destacado es el guiño escénico que compone el perfil de la conocida fotografía realizada por el hijo del primero, a los dos personajes, de espaldas, cuando su padre estaba más en los recuerdos de años atrás que en los del día del presente.
“He intentado ser una mujer libre…”
Muy interesante aproximación a unos hechos históricos, que aunque se recreen con libertad creativa en los diálogos, aporta una necesaria visión, desde estos tiempos, a una época, desde luego, muy diferente a la actual y a un personaje como el de Carmen Díez de Rivera tan evocador y sugerente que extraña que no haya sido más profusamente divulgado, habiendo vivido, además, en una España tan oscura como aquella. Espectáculo que se mantendrá programado en la Sala Margarita Xirgu del Teatro Español hasta el 19 de octubre de 2024. Más que recomendable.
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