El barrio, crítica teatral
30 Ago 2024
El lugar donde cada uno nace, vive y se desarrolla, marca las oportunidades, y la realidad, de cada persona. Sobre esa premisa, Diego Da Costa firma la dramaturgia de la obra teatral titulada ‘El barrio’, actualmente programada en la Sala Lola Membrives del Teatro Lara, que pone en boca de uno de sus personajes la pregunta de ‘¿Es igual nacer en Goya que en Marqués de Corbera?’ aún en realidades opuestas solo separadas por menos de 4 kilómetros, cuya respuesta, evidentemente, es no, por más que no sea imposible, aunque sí muy difícil, superar las limitaciones congénitas al origen, igual que no es lo mismo nacer en Milán o Londres que en Maputo, capital de Mozambique, país incluido entre los diez más pobres del mundo, desde hace decenios.
“El barrio te marca”
Da Costa ubica el desarrollo de su texto en el madrileño barrio de ‘La Elipa’, en una indagación sobre los nuevos roles masculinos en los barrios obreros del extrarradio de las grandes urbes, en la generación nacida en torno al cambio de siglo, al alcanzar ahora la treintena de edad.
“¿Es igual nacer en Goya que en Marqués de Corbera?”
Tres chicos, tres amigos que se conocen desde la infancia, protagonizan la trama, viviendo cada uno de ellos su propia elección afectiva, y sexual, más allá de los roles esperados en el claustrofóbico entorno social que les rodea, marcado por estereotipos tóxicos.
“Hetero: un tío normal …y punto”
‘Darío’, que ahora vive en Barcelona, trabajando en la sección de ‘Cultura‘ de un periódico de tirada nacional, con una relación estable con otro chico no exenta de las crisis sujetas a los altibajos sufridos en el seno de cualquier pareja, decide viajar a su barrio de ‘La Elipa’, y a los recuerdos del pasado, tras recibir el aviso del fallecimiento de un compañero. El retorno le incluirá el reencuentro con ‘Daniel’, su mejor, y más especial amigo de entonces, aunque éste siempre disimulase, ocultase y negase, sus verdaderos instintos, y deseos, respecto a ‘Darío’, exhibiendo una gran ambigüedad, teñida de rudeza y un mal carácter que bordea la violencia. Completa el triangulo ‘Adrián’, la antítesis de ‘Daniel’ en cuanto a no ocultarse de los demás, exhibiendo su fortaleza a partir de mostrarse tal y como es, aceptándose.
“El barrio en su máximo esplendor”
El planteamiento de la trama abunda en su carga sentimental, aún bordeando limites diferentes si los protagonistas son ‘Dario’ vs. ‘Daniel’ o si lo son ‘Darío’ vs. ‘Adrián’. Algunos diálogos pecan de falta de credibilidad y sería oportuno aproximarse a este tipos de historias afectivas, simplemente, entre seres humanos, hombres ó mujeres, mujeres con mujeres u hombres con hombres, sean heterosexuales, homosexuales o bisexuales, quizás de esa manera se evitaría un cierto edulcoramiento que tiende a alejarse de la realidad.
“La masculinidad del siglo XXI”
En la función a la que asistimos Alfonso Múñoz interpretó el personaje de ‘Adríán’ con mesura, acierto y equilibrio, acreditando formar parte del elenco original compuesto junto con Jaime Macanás y Rober Pascual, siendo acompañado en esta ocasión por Cristian Festa, como ‘Darío’ y Alejandro Pena en el rol de ‘Daniel’.
“Así somos en ‘el barrio’ …¡No abandonamos!”
Diego Da Costa dirige con un ritmo adecuado la propuesta, destacando en el diseño de audiovisuales, contando con la aportación de Julio Viñuela Gavela en composición musical y sonido, firmando entre ambos la producción ejecutiva de un espectáculo de ‘La Joie de la Colina’.
“Siempre supe que eras como ellos”
Historia urbana planteada como una especie de ensayo sobre los nuevos roles masculinos en el seno de nuestra sociedad, que se mantendrá programada los viernes, a las 20h15’, hasta el 20 de septiembre de 2024, en la Sala Lola Membrives del Teatro Lara.
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