La basura
28 May 2015
A veces la realidad de lo que sucede en el día a día de nuestras vidas queda plasmado en un pequeño gesto, quizás en una mueca, y algo que podría estar dentro de la cotidianidad se convierte en signo de determinado momento.
El pasado 24M, los resultados de las elecciones municipales y autonómicas, han hecho que esa fecha pase a la historia por lo que de vuelco político representa tras un largo periodo de hegemonía del PP en ayuntamientos y comunidades autónomas, quizás hasta equipararse en importancia, a otras dos elecciones municipales de marcada huella en nuestra historia: las del 12 de abril de 1931 y las del 19 de abril de 1979, desencadenantes ambas de los fenómenos políticos que se vivieron con posterioridad a ellas.
Y antes de que se constituyan los nuevos ayuntamientos, incluso antes de que se conformen, de manera oficial, las mayorías sobre las que se articulen, una foto de contenedores llenos de papel triturado en los aledaños de la sede el Ayuntamiento de Madrid sirve de “editorial” sobre lo ocurrido y sus consecuencias, por lo inaudito del volumen de basura que ha aflorado del Palacio de Cibeles desde el domingo para acá, tanto como para que haya sido necesario que un camión retirase ocho contenedores a rebosar de papel triturado. Toda una alegoría del final de una época, de la poca transparencia que la rodeó y del efecto sorpresivo que lo ocurrido el pasado domingo, ha tenido sobre los responsables de ese exceso de basura.
Por cierto, el Código Penal prevé penas de prisión, de uno a cuatro años, por destrucción de documentos públicos.
______________________________________________________________________________________________________________
Artículo publicado el 30/05/2015 en «El Mundo» y «Orbyt» bajo el título de «Triturando los restos políticos»: