Los guapos, crítica teatral
29 Abr 2024
Existen indicios de que el primer libro de la historía del que se tienen referencias, mucho antes de Gutenberg y su invento de la imprenta, pudo ser el ‘Poema de Gilgamesh‘ recogido en unas tablillas de origen sumerio, en los territorios de la antigua Mesopotamia, que datan de unos 2.500 años antes de Cristo, una época de la que también se ubica el ‘Diario de Merer‘, considerado el papiro egipcio más antiguo.
“El tiempo es la verdad”
El teatro, como ‘arte dramático’ floreció en la antigua Grecia, en torno al año 550 a. C., aunque sus orígenes acompañan al ser humano desde la prehistoria. Bastantes siglos más tarde, los hermanos Lumière fueron los responsables de la primera proyección de una cinta de celuloide, en el año 1895, considerada como la primera pieza de la filmografía.
“La verdad no cambia, pero admite otros contextos”
Así pues, literatura, teatro y cinematografía, en este orden, fueron evoluciones en la forma de compartir relatos y narraciones.
Un contador de historias, como es David Trueba, ha llegado a participar de la clásica forma teatral, después de haber explorado anteriormente tanto la cinematografía, como la literatura, y ello puede haber creado una exigencia más alta de lo que corresponde a una primera producción sobre las tablas. Lo hace con su obra ‘Los guapos’, estrenada en estos días en el Teatro María Guerrero, sede del Centro Dramático Nacional, afrontando el peso de su apellido y los retos de una programación de tan altos vuelos.
“Somos la mierda …y nos tratan como a la mierda. Un país de mierda”
Pero concentrémonos en la obra en sí. El nuevo dramaturgo teatral entrevistó, hace algunos meses, a Woody Allen en un programa televisivo distribuido por Movistar Plus y, al margen de dejar evidencias de su admiración por el autor de una filmografía tan prolífica como éste, parece haberse empapado de su sapiencia a la hora de construir guiones, impregnando la trama de su primigenia obra sobre la escena, ‘Los guapos’, con ciertos toques del autor de ‘Match Point’ y otras muchas celebradas historias.
“Estás muy guapo …¡Te sienta bien el éxito!”
‘Los guapos’ recrea la historia del reencuentro de dos amigos, aunque fueron algo más que eso para ambos, en un barrio obrero y marginal cercano a una gran ciudad, veinte años después. Un chico y una chica, que protagonizaron una propia evolución personal, esencialmente diferente, desde unos idénticos orígenes. ‘Pablo’ estudió derecho y en el tiempo presente ejerce como abogado especializado en causas solidarias, donde ha logrado algunos éxitos profesionales que le han hecho aparecer, en alguna ocasión, en televisión. ‘Nuria’ continúa aferrada a su entorno habitual, como si el tiempo se hubiera detenido a su alrededor, sin nuevas oportunidades ni opciones, según lo esperado, pero ni siquiera se queja de ello, sigue rodeada de la misma gente que hace veinte años, aunque dice que ahora todo está mucho peor que entonces. Es ella quien ha contactado con él, solicitándole su ayuda para un asunto legal. La vista atrás es inevitable, tanto para ‘Nuria’, como para ‘Pablo’.
“¡Cuidado con ‘los guapos’, tienen mucho peligro!”
Durante los 90 minutos de duración del espectáculo están solos en escena los personajes de los dos amigos, que realmente fueron mucho más que eso: novios, cómplices, confidentes, amantes … quienes van recordando en común, y también en soliloquios, amparados por una iluminación íntima que acentúa lo cercano y personal, sus percepciones sobre lo ocurrido y lo que pudiera haber sucedido de acuerdo a sus recuerdos, incubado entre la realidad y lo deseado. Les acoge el espacio del bar que cobijó la mayor parte de sus encuentros, más allá del Parque de los Pinos sede de sus encuentros sexuales, siempre con ropa puesta, a pesar de lo cual para ‘Pablo’, en su recuerdo, siguen siendo ‘memorables’.
“Le gente buena es la que tiene peor suerte”
Conseguida escenografía de Beatriz San Juan recreando el bar que acoge el reencuentro entre ‘Pablo’ y ‘Nuría’, en el que destaca una pared lateral de la misma compuesto por una gran cantidad de cajas de botellas vacías, con un fondo de vidrio no transparente, pero si traslucido, que deja ver las imágenes de la protagonista, antes de comenzar el espectáculo (cuando suena el aviso de que faltan 3´ para el inicio de la representación), haciendo yoga como ejercicio previo para activarse/relajarse, mientras el protagonista accede por el pasillo central del patio de butacas, seguido del autor y director camino de ocupar su butaca, comentando aquel que acaba de escuchar a una señora de entre el público, decir: ‘Últimamente no me gusta nada lo que veo en los teatros’. La función, para entonces, no ha comenzado y aún se trata de un conseguido, y divertido, prólogo metateatral que incluye el consabido aviso sobre apagar los teléfonos móviles.
Adecuadas aportaciones de Pedro Yagüe en iluminación, Iñaki Estrada en espacio sonoro y Carla Tovias en movimiento.
“La vida tiene muchos ‘dobladillos’…”
‘Nuria’ consigue que ‘Pablo’ acepte llevar a los tribunales de Justicia la reclamación de algunos detalles de la muerte de su madre. Los poderosos no pueden ganar siempre (al menos, no deben). ‘Pablo’ lo intenta; ella sabe el terreno en el que se mueve y le pregunta: ‘¿a tu novia le has hablado de mí?’.
“Ella quería fumar ‘porros’ …y yo quería ser Felipe González”
El desarrollo de la escenificación de la relación entre ‘Pablo’ y ‘Nuria’ funciona tanto en el tiempo pasado, como en el presente, y eso es un gran mérito de la dramaturgia del autor, pero es en el momento del desenlace cuando el creador de la historia sorprende, dando resolución de ‘thriller’ a lo que hasta entonces parecía una historia de reencuentros.
“Nadie te va a llamar nunca cuando eres tú quien los necesitas a ellos”
En el resultado final de la propuesta tienen un papel principal las interpretaciones realizadas por Anna Alarcón, como ‘Nuria’, y Vito Sanz (Alfonso el Africano, Atraco, paliza y muerte en Agbanaspach), como ‘Pablo’. Ambos dotan de credibilidad a la trama, siendo capaces de aportar los diferentes perfiles de dos personas que han evolucionado de diferentes formas, aún procediendo de un mismo origen.
“Si te asomaras a la verdad, te daría miedo”
Más que destacada esta primera pieza teatral escrita y dirigida por David Trueba, que engancha desde el minuto uno y sorprende en su resolución. En este caso las expectativas, también las más exigentes, se han cumplido, al margen de una cierta frialdad en determinados ambientes teatrales. Hasta el 9 de junio de 2024 se mantendrá programada esta interesante propuesta en el Teatro María Guerrero, de Madrid.
Si alguna de las imágenes utilizadas en este blog, está protegida por copyright, ruego me lo hagan saber para ser retirada de forma inmediata