Ron Lalá 4×4, crítica teatral
26 Dic 2023
Ser original es uno de los mayores retos de cualquier creador que enfrente sus propias propuestas ante el público en general. Cuando esa originalidad es capaz de suponer un estilo propio, reconocible por los espectadores, se habrá logrado un ripio óptimo, muy próximo a la excelencia.
“Bienvenidos al teatro, / arte pobre y arte noble / tan profano como sacro; / hoy verán Cuatro por cuatro, / un doble programa doble. Hoy van a ver cuatro obras / en reducido formato / por el precio que se cobra / por una.”
En estos tiempos que corren, funcionar como una compañía teatral con personalidad propia, en cuyo seno coincidan un solvente equipo de intérpretes, un dramaturgo de cabecera y un director que dote de identidad a los proyectos abordados de forma coherente y uniforme, es algo casi inusual, más allá que que esta forma de hacer haya sido esencia más en la historia clásica, que en la más reciente del teatro.
“Vivir te mata despacio, / la muerte es el no vivir / y la vida es el espacio / entre nacer y morir.»
Más allá de ser casi excepción, hay casos que cumplen con los requisitos apuntados, y uno de ellos es ‘Ron Lalá‘, compañía creada en 1996 que a través de una, casi, sorprendente estabilidad en su composición, ha sabido crear una forma de hacer propia, con un estándares de calidad a más, con los ingredientes del humor, un verso vitalista y original, y la música, que han supuesto rasgos reconocibles en cada uno de sus trabajos, consiguiendo hacerse un hueco, que es esperado, en las diferentes programaciones teatrales.
“¡Afortunado aquel que ama y escribe!”
Ahora vuelven la vista atrás recuperando, parcialmente, cuatro de sus primeros trabajos: ‘Mi misterio del interior’, ‘Mundo y final’, ‘Time al tiempo’ y ‘Siglo de Oro, siglo de ahora’, construyendo un viaje en el tiempo a esas primeras propuestas, que según ellos mismos afirman, ‘un día nos dieron fama y dinero … cuando el dinero existía’, utilizando esa misma reflexión sobre el pasado y el futuro, con la novedad de incluir un nuevo componente, Luis Retana, que, en clave de contemporaneidad, es reconocido por el resto del equipo como ‘el becario …sin dietas, ni salario‘; como señal de la precariedad de la que parece venir acompañado el tiempo presente y el previsible devenir.
“Hay química entre mi y yo mismo…”
Texto y dramaturgia, de nuevo, son obra de Álvaro Tato (Villa y Marte, Andanzas y entremeses de Juan Rana, Crimen y telón, La dama duende, El alcalde de Zalamea), destacando su originalidad, tanto por ser creado ‘ad hoc’, como por su frescura y desenfado. Yayo Cáceres (Villa y Marte, Andanzas y entremeses de Juan Rana, Crimen y telón) dirige, con su solvencia habitual, manteniendo la propuesta con el ritmo adecuado. Vestuario y escenografía son responsabilidad de Tatiana de Sarabia, con gran versatilidad. Adecuada aportación de Miguel Ángel Camacho en la iluminación.
“¡Señoras y señores, hagan sus apuestas!. ¡No se pierdan el juego del señor Tiempo!. ¡Tengo todo el tiempo del mundo!. ¿Quién quiere una minuta de minutos?. ¿Quién ora por sus horas?. ¿Quién añora sus años mozos?.¿Quién quiere dar lustre a sus lustros?.”
Luis Retana es la nueva incorporación entre los intérpretes de esta compañía, jugando el papel de becario a partir de esta producción, junto con los habituales Miguel Magdalena (#LIVES, (La vida es sueño), Villa y Marte, Andanzas y entremeses de Juan Rana, Crimen y telón), Juan Cañas (Que de noche lo mataron, Villa y Marte, Andanzas y entremeses de Juan Rana, Crimen y telón), Daniel Rovalher (Villa y Marte, Andanzas y entremeses de Juan Rana, Crimen y telón) y Diego Morales (Villa y Marte), consiguiendo un sólido resultado actoral conjunto.
“Nuestra obra ya termina, / el telón se está cerrando. /…Ando. / los cómicos nos marchamos / en busca de otro confín / …Fín.”
Un espectáculo para todos los públicos y todos los componentes de cualquier familia, de jóvenes a mayores, y viceversa, que consigue impregnar de buen humor a quienes se acercan hasta él, para quedar convertidos en unos nuevos ‘ronlaleros’ atrapados por el arte de estos juglares, entre melodías, versos y prosas. Hasta el 14 de enero de 2024 en el Teatro Fernán Gómez.
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