Vano fantasma de niebla y luz, crítica teatral
26 Nov 2023
En el último tiempo no es nada usual que Gustavo Adolfo Bécquer se abra paso en las programaciones teatrales, consiguiendo espacio a la popular obra del poeta, máxima expresión del posromanticismo en España, cuyos versos forman parte de los recuerdos adquiridos en la niñez de varias generaciones de españoles: ‘Qué es poesía?, dices mientras clavas / en mi pupila tu pupila azul. / ¡Qué es poesía!, ¿Y tú me lo preguntas? / Poesía… eres tú‘.
“Yo sé cuál el objeto de tus suspiros es…”
Fotografía de Pablo Lorente
Raúl Losánez compone una muestra de algunos de los mejores pasajes de la rima de Bécquer , en acertada selección, construyendo el texto de una propuesta teatral que se lleva a la escena bajo la eficaz dirección de Ana Contreras, con el título de ‘Vano fantasma de niebla y luz’.
“Podrá no haber poetas, pero siempre habrá poesía…»
El protagonismo de este espectáculo recae en la palabra del poeta, y todo el esfuerzo realizado está orientado a ello, para que el verbo de Bécquer se imponga y ocupe de forma protagonista, y bellamente, el tiempo de duración de esta propuesta.
Fotografía de Pablo Lorente
“Del salón en el ángulo oscuro, de su dueña tal vez olvidada…”
Beatriz Argüello (Monstruos. El prodigio de los dioses, Valor, agravio y mujer, La cordura loca de Lady Macbeth, Queen Lear, El príncipe constante, Refugio, Numancia, Don Juan Tenorio) y David Luque (La vida es sueño, Nekrassov) ponen voz y cuerpo a las rimas de Gustavo Adolfo Bécquer con un gran resultado, mostrando sus particulares, personales, y diferentes, formas de decir el verso y de expresar los sentimientos que en él anidan. Junto a ellos Jorge Bedoya (Monstruos. El prodigio de los dioses, Luces de bohemia, Hedda Gabler) acompaña al piano la palabra del poeta durante toda la propuesta, protagonizando algunas poesías, mientras Raquel Riaño hace lo propio a través de su voz en expresión canora.
“Yo soy un sueño, un imposible, vano fantasma de niebla y luz»
Lara Contreras y ‘La Otra Arcadia’ son los responsables del vestuario y de la sencilla, pero elegante, escenografía, en la que unas cortinas de gasa y un pequeño sillón son los elementos principales, con la aportación a favor de la sutil iluminación diseñada por la propia directora, Ana Contreras.
Fotografía de Pablo Lorente
“Yo soy nieve en las cumbres, / soy fuego en las arenas, / azul onda en los mares / y espuma en las riberas”
Lo íntimo y la emoción brotan de manera inmediata en este espectáculo, casi infrecuente en los tiempos que corren, pero gozoso de disfrutar, al margen de oportuno, por recuperar la obra de Gustavo Adolfo Bécquer, un poeta de gran influencia más allá del romanticismo, en los tiempos, y formas, posteriores a él.
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