Vuelan palomas. Arte de sermones para tiempos inciertos; critica teatral
02 Nov 2023
¿Alguién puede dudar del rasgo parateatral de la escenificación de cualquier acto religioso, más allá de la confesión en la que se exprese?. Es evidente que habría que hurgar en la historia de los tiempos para saber que fue antes, si la representación de historias o las arengas amparadas en el poder de los dioses, entendido como una representación de facultades superiores a las comunes de cualquier ser humano, en la época que sea, aunque en la mayoría de las veces esas expresiones divinas sean articuladas por mortales mucho más terrenales de lo que ocultan las apariencias.
“Tiempos inciertos los nuestros”
De igual modo parece evidente el vínculo entre la capacidad para la oratoria, en cualquier ámbito, y los sermones.
Según la Real Academia Española, el término ‘sermón’ significa “discurso cristiano u oración evangélica que predica el sacerdote ante los fieles para la enseñanza de la buena doctrina”, aunque podemos convenir que también pudieran recibir ese nombre los discursos emitidos en el seno de cualquier otra confesión religiosa.
“Hermanos: no hay predicador como la muerte”
Sea como fuera es evidente el rasgo de literatura dramática que los sermones tienen, y en ello ha puesto su foco creativo el académico, dramaturgo, director teatral y actor, José Luis Gómez, tras ser interpelado por el ex-director de la RAE, José Manuel Blecua (¿Sabes acaso del valor de los sermones en la evolución de la lengua española?), para, en compañía de Javier Huerta Calvo, construir un texto que repasa algunos de los episodios más destacados de la oratoria en los sermones, concentrando su atención en el siglo XVI, en un alarde que incluye una suerte de antropología literaria sobre el género, cuyo rasgo esencial es subrayar el poder, casi infinito, de la palabra para movilizar voluntades; antes, hoy y siempre.
“El lamento del predicador alcanza nuestro tiempo” …”¡Ay, España!, España…”
El propio José Luis Gómez dirige la propuesta, controlando el ritmo de manera acertadísima, en un ‘in crescendo’, que logra marcar su máximo en el desenlace, bello y muy sugerente.
“¡Cuidaos de los políticos!”
Las palabras de Alonso de Cabrera, Juan de Espinosa Medrano ‘El Lunarejo‘, Teresa de Cartagena o Juana Inés de la Cruz, resuenan sobre el escenario bellamente creado a través de la escenografía diseñada por Elisa Sanz, a partir de tres grandes muros grises con un sinfín de huecos en ellos donde anidan las palomas, acertadamente iluminado el conjunto por parte de Raúl Alonso, con las adecuadas aportaciones de Alberto Granados en composición musical y espacio sonoro, Deborah Macías en vestuario, Jorge Vila en videoescena y Mar Navarro como maestra de cuerpo.
Apropiarse del relato es el fín (objetivo) de los predicadores.
Un eficaz elenco compuesto por Clemente García (Nekrassov), Roberto Mori, Lidia Otón (La casa de los celos y Selvas de Ardenia, El animal de Hungria) y Marcos Toro, interpretan a diversos predicadores y religiosos, atravesando con sus palabras los tiempos de la Inquisición, el Renacimiento y el Barroco, dando espacio a que, también, la contemporaneidad, casi inmediata, se haga presente de la mano de María Zambrano.
“No quiero ser disidente de mi nacimiento”
‘Vuelan palomas. Arte de sermones para tiempos inciertos’ es el sugerente título que acoge esta coproducción de la Compañía Nacional de Teatro Clásico y el Teatro de la Abadía, programada en los espacios y sedes de ambos, que supone una delicia para los paladares más exigentes, además de aportar una oportuna reflexión sobre la propaganda que recibimos constantemente a través de los medios de comunicación, pues hoy los sermones (políticos) nos llegan todos los domingos, y también el resto de los días de la semana, en nuestras propias casas.
Si alguna de las imágenes utilizadas en este blog, está protegida por copyright, ruego me lo hagan saber para ser retirada de forma inmediata