Porvenir, critica teatral
09 Dic 2022
Impromadrid Teatro es una compañía con un recorrido de más de veinte años, tradicionalmente orientada a la improvisación, que está incorporando obras con dramaturgia propia, basadas en un texto determinado, del que el espectáculo ‘Porvenir‘, estrenado en el Teatro Quique San Francisco, de Madrid, es una muestra.
“Nos debatimos entre la melancolía y el porvenir”
‘Porvenir‘ relata la historia de cuatro amigos, que periódicamente quedan en la terraza de la vivienda de ‘Julia‘, la única mujer del grupo, publicista que ambiciona ser escritora, quien en la reunión que se teatraliza ante nuestros ojos comparte que no habrá nuevas ‘quedadas’ en su ático, ya que le echan de él por no poder pagar el alquiler. La noticia se precipita como una bomba y aunque ‘Julia‘ encuentra la empatía sus amigos, un cirujano de éxito, un profesor universitario y el jefe de prensa de un partido político, la pregunta queda planteada para una generación más de mediana edad que joven en sentido estricto, pues los treinta y muchos años se precipitan ya hacia la cincuentena.
“¡Que me insemine alguien!”
La reflexión es oportuna y el problema planteado real, pero la forma de abordarlo es algo confusa, empezando por el personaje de ‘La diosa Fortuna‘ o ‘Porvenir‘ que va dirigiendo la puesta en escena, los tiempos y los ritmos de lo que se dice, por parte de quién, cuándo y cómo, de acuerdo a un orden encuadrado en cuatro bloques, en secuencias que terminan por privar del ritmo necesario al relato que se pretende compartir.
“¿Eso es lo que yo quiero?, ¿dejar de ser el ‘raro’ y claudicar?”
En la función a la que asistimos el personaje de ‘La diosa Fortuna‘ no fue encarnado por Ana Morgade, como habitualmente se ha venido haciendo en este montaje, sino por Paloma Córdoba (intercambiando sus roles entre ambas), completando el elenco Borja Cortés, Ignacio Soriano y el propio autor, y director, Ignacio López, aunque las interpretaciones quedan subsumidas por un texto que no termina de funcionar.
“¿Cuándo se aprende a decir no?”
La confusión que se denota en la propia representación alcanza a la escenografía diseñada por la contrastada Tatiana de Sarabia, también responsable del vestuario, que dispone cuatro especies de atrios o escalinatas, dedicados a cada uno de los protagonistas, pareciendo jugar más con la idea de un parlamento o tribuna pública, que con cuatro amigos compartiendo cena y copas.
“¿Nos damos el momento para reflexionar sobre lo que queremos como seres humanos y por qué lo queremos?, ¿estamos condenados a seguir el ritmo de ‘Kronos’ (el dios del tiempo cronológico)?, ¿no es acaso nuestra responsabilidad defender y disfrutar de ‘Kairos’ (el tiempo oportuno y cualitativo)?”
‘Porvenir’ no aporta ninguna respuesta, ni solución, no podría ser de otra manera, a la cuestión que se propone y quizás su mayor interés esté en las preguntas que se plantean, aún con un desarrollo que no supera lo confuso para llegar a la orilla de su Ítaca particular, es decir a la reivindicación de preguntarse ¿llevamos las riendas de nuestra propia existencia o, por el contrario, simplemente nos dejamos ir, pasivamente, a través de nuestros quehaceres cotidianos?.