Praga, 1941; crítica teatral
12 May 2022
Con una guerra estallada en el seno de Europa, con movimientos políticos como los encabezados por Marine Le Pen, en Francia, cerca de obtener el poder; con un alineamiento extremo en las diferentes posiciones sociales y con las consecuencias de dos grandes crisis concatenadas en el corto espacio temporal de doce años, zarandeando a la ciudadanía de nuestro mundo hoy; conviene volver la vista atrás para revisar la historia y tomar perspectiva sobre lo que sucede en el presente y lo que podría deparar al futuro, siendo conscientes de que como afirmó Aldous Huxley, “quizás la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia”.
“Quizás la más grande lección de la historia es que nadie aprendió las lecciones de la historia” (Aldous Huxley)
La compañía teatral LaJoven aporta su contribución artística a la reflexión apuntada en el párrafo anterior, con un ciclo de tres obras teatrales bajo la denominación de “Mapa de las ruinas de Europa”, cuyas dos primeras entregas fueron “Barro” y “Fuego”, para ahora culminar esta serie con “Praga, 1941”, subtitulada como «Jóvenes rubios no paran de gritar frente a mi casa«, con texto de Paco Gámez a partir de los diarios de Petr Ginz y del libro escrito por la hermana de éste, Chava Pressburger (de soltera Eva Ginz), titulado «Diario de Praga, 1941-1942”, que es considerado una obra, como el “Diario de Anna Frank”, reveladora de lo sucedido en la gran tragedia que fue el Holocausto.
El proyecto de LaJoven aúna la iniciativa artística con la educativa, a partir de la Fundacion Teatro Joven, teniendo por objetivo “unir a profesionales de las artes escénicas con la comunidad docente, sirviendo como espacio profesional para jóvenes”, reconociendo como principal misión “extender el amor por la cultura y el teatro a través de la creación de futuros profesionales, artísticos y técnicos, fomentando la investigación dramática, y buscando la incorporación de los públicos jóvenes al teatro a través de la dramaturgia contemporánea”.
“Todo empezó con una notica en la televisión”
Febrero de 2003, el transbordador Columbia intenta su regreso a la Tierra tras su expedición espacial. El joven Daniel, junto con su padre, en su casa de Praga, observa la noticia a través de la televisión, hasta que la visión de un dibujo en la mano de uno de los astronautas recaba toda su atención …¿dónde lo he visto antes?, se pregunta, hasta que de repente cae en la cuenta, de que hay varios dibujos parecidos en una caja en su desván. Sube en su búsqueda y, junto con los dibujos, localiza un diario escrito por alguien con el nombre de Petr Ginz.
La lectura de ese diario va fusionando las personalidades de Petr y de Daniel, convirtiendo la inicial perplejidad de éste sobre lo narrado por aquel, en comprensión. En ese intercambio de roles, entre Daniel y Petr, se sustenta gran parte del acierto de esta historia, que se nos presenta en forma de monólogo.
“Han autorizado el uso de carne de perro para las salchichas” …”Están quitando todas las campanas de Praga para hacer cañones”
¿Cómo pudo pasar?, se pregunta Daniel, ¿cómo Petr no se daba cuenta de lo que ocurría a su alrededor?, ¿cómo normalizar el uso de una estrella amarilla?, ¿cómo aceptar permanentes recortes de libertades cada nuevo día, los toques de queda, las restricciones, la imposición de un idioma distinto al propio, las listas de transporte? …¿por qué no resistirse?, ¿por qué no huir?, ¿por qué permanecer? …hasta que finalmente Daniel, nos mira, cara a cara, y plantea la pregunta más oportuna y definitiva…»¿volveríamos a permitirlo?«.
José Luis Arellano dirige con tino este montaje, que se inicia con una escena absolutamente desnuda, en la que la acertada iluminación de Paloma Parra recrea la nave espacial del Columbia, para, a continuación, en ese mismo espacio y a través de pequeños elementos que van apareciendo poco a poco, acoger la casa familiar de Daniel y la misma ciudad de Praga, con sus edificios, sus calles, la iglesia … y la estación de tren desde la que partirá Petr camino de Terezín, primero, con destino posterior en Auschwitz; en un correcto trabajo de Ikerne Giménez en escenografía y vestuario. Adecuadas aportaciones de Elvira Ruiz Zurita en la videoescena y Alberto Granados Reguilón en la música.
“¿Volveremos a permitirlo?”
Raúl Pulido Jordá sabe exprimir la potencia del personaje, interpretando, de forma magnífica, a Petr y Daniel, dando a cada uno sus propios matices. Estupendo trabajo actoral en linea con otros que le hemos podido disfrutar como “El curioso incidente del perro a medianoche”, “Lo(r)ca” y “Para acabar con Eddy Bellegueule”.
Una muy interesante propuesta teatral la que nos brinda, como habitualmente, “LaJoven”, aportando una oportuna reflexión sobre los tiempos que vivimos y las enseñanzas que la historia acumula de las experiencias del pasado, cuyas lecciones seguimos sin aprender. El planteamiento, y el espectáculo en sí, cuentan con el impulso vigorizante del que esta compañía dota a sus producciones. Una experiencia más que recomendable de disfrutar hasta el 22 de mayo de 2022 en el Teatro Fernán Gómez del Centro Cultural de la Villa.