Principiantes, crítica teatral
26 Ene 2022
Raymond Carver (1938/1988) fue un escritor norteamericano que cultivó prioritariamente el relato corto y el cuento, siendo máximo exponente del movimiento conocido como “realismo sucio” donde su literatura, exenta de florituras y ripios metafóricos, presentaba los asuntos cotidianos, especialmente los afectos a la clase media trabajadora, con un estilo seco e, incluso, brusco.
Su vida fue presa de dos adicciones que, finalmente, la condicionaron, primero el alcoholismo y luego la dependencia de la marihuana y la cocaína. Murió a la temprana edad de 50 años, víctima de un cáncer de pulmón. Según el escritor chileno Roberto Bolaño, Carver “…sin duda era su mejor cuentista, quizás el mejor del siglo junto a Chéjov”.
«Hubo un tiempo en que creí que amaba a mi ex-mujer más que a la propia vida. Pero ahora la aborrezco. De verdad. ¿cómo se explica eso?. «¿Qué ha sido de aquel amor?»
Y sobre cuentos de Raymond Carver, Juan Cavestany construye el texto que soporta el montaje que dirige Andrés Lima, titulado “Principiantes” que ahora llega a la sala verde de los Teatros del Canal, de Madrid, tras una gira previa por varias ciudades españolas.
El argumento principal empleado responde a la pieza publicada por Carver en 1981 bajo el título “De qué hablamos cuando hablamos de amor” en la que se plantea varias veces la pregunta de por qué, y cómo, se llega a odiar a quien antes se amó, afirmando “Hubo un tiempo en que creí que amaba a mi ex-mujer más que a la propia vida. Pero ahora la aborrezco. De verdad. ¿Cómo se explica eso?. ¿Qué ha sido de aquel amor?”, al igual que reflexiona sobre el hecho de las múltiples combinaciones de parejas en las que pueden participar dos mismos sujetos atrapados el uno con el otro en un determinado momento “Rebosáis amor. Pero los dos habéis amado a otra gente antes de encontraros. Los dos habéis estado casados antes, igual que nosotros. Y probablemente habréis amado a otras personas antes de vuestro primer matrimonio”. Las preguntas de Carver entran en el caso general vivido por cualquier persona en el común de los días y las historias de las que participa. Cotidaneidad elevada a rango de gran historia.
“Rebosáis amor. Pero los dos habéis amado a otra gente antes de encontraros. Los dos habéis estado casados antes, igual que nosotros. Y probablemente habréis amado a otras personas antes de vuestro primer matrimonio”
La trama principal comienza tras la representación de una escena que obedece a otro cuento de Carver, titulado “Una cosa más”, en el que la violencia de un padre se ceba con su hija en presencia de su mujer y madre de ésta. El abuso del alcohol es factor común en toda la propuesta tanto en el cuadro introductorio, como en la fase central del desarrollo, lo cual acrecienta la sensación de amargura y dolor de unos personajes que son víctimas de sí mismos.
Dos parejas pasan la tarde en la casa de una de ellas, exactamente en la de más edad, la charla se sucede mientras los gin-tonic´s se concatenan, apurados, cada vez, a mayor velocidad, mientras la verborrea se precipita. El más veterano es un reconocido especialista médico en el corazón que confiesa sobre sí mismo “soy cardiólogo pero no sé nada del amor”, lo cual no le impide calificar a la joven pareja que le escucha: “vosotros lleváis juntos dieciocho meses …y os amáis. ¡Principiantes!”, aunque a continuación reconoce “creo que en el amor (todos) no somos más que principiantes”.
“Soy cardiólogo pero no sé nada del amor”
La escenografía diseñada por Beatriz San Juan concita su elemento más destacado alrededor de una gran ventana desde la que la vivienda en la que se reúnen los cuatro protagonistas componentes de las dos parejas que comparten cuitas empapadas en abundante alcohol, abriéndose al exterior a través de rudos paisajes desérticos, recreados a través del trabajo de videocreación de Miquel Àngel Raió. Acertadas aportaciones de Valentín Álvarez en la iluminación y Jaume Manresa en la composición musical.
Un magnífico actor como es Javier Gutiérrez, queda condicionado por el propio resultado de la propuesta que no termina de fluir, hasta el extremo de que el final se precipita y el público es sorprendido por él, mientras lo actores inician el camino hacia la embocadura de la escena para recibir un aplauso contenido y correcto. A destacar el esfuerzo interpretativo que Gutiérrez realiza al recrear el cuento de Carver, incluido en esta trama, en el que se relata la relación de amor entre dos ancianos, al ser separados tras sufri
r un accidente. Ni Daniel Pérez Prada, a quien recordamos estupendo en su trabajo en ‘El amante‘, ni Mónica Regueiro, ni Vicky Luengo (Una vida americana, El idiota…), logran sobresalir sobre el tono general de estos “Principiantes”.
“Creo que en el amor (todos) no somos más que principiantes”.
Con seguridad que a todo el elenco de esta obra, como a los técnicos que en ella participan, igual que a Juan Cavestany y Andrés Lima, tendremos oportunidad de disfrutarlos en nuevos trabajos, pues su talento está más que acreditado.