Antígona, critica teatral
en Teatro
12 Abr 2021
El dramaturgo y director teatral David Gaitán (México, 1984) realiza una personal aproximación a Antígona, transportándola desde los tiempos de la tragedia clásica, en que fue creada por Sófocles, para traerla a nuestra contemporaneidad, enmarcando la trama original en el campo de la desobediencia civil, creando un proceso en el que los personajes originales, Creonte, Rey de Tebas, Ismene, Hemón y la propia Antígona, debaten ante un coro de jóvenes tebanos que toman cuerpo en el público que acude a la propuesta, donde las preguntas sobre la forma de gobernar, el ejercicio del poder, su abuso, el liderazgo y el concepto de democracia, se suceden las unas a las otras, casi sin margen, ni espacio, para las respuestas, hasta que se precipita la decisión final.
“Argumentar hasta agotar el lenguaje”
La versión de Gaitán sobre la conocida tragedia clásica no desestructura su original, aún no siendo fiel al desenlace; creando dos nuevos personajes, como el guardia y “Sabiduría” quien asume el inicio del espectáculo con una bella declamación de principios éticos que viene a sustituir el compromiso que Creonte verbaliza en el texto original de Sófocles al ser coronado rey, por más que se aleje de ellos a lo largo de la trama.
Este espectáculo se presentó dentro del marco del 66º Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida, el pasado mes de julio, y ahora llega hasta la Sala Max Aub de “Las Naves del Español” en Matadero Madrid, en una coproducción de El Desván Producciones con los entes reseñados y la colaboración de la Embajada de México.
“Me encanta que la adversidad me de la oportunidad de ser generoso”
El propio Gaitán dirige la propuesta con un ritmo ágil, sobre una escenografía de Diego Ramos Martín, también responsable del vestuario, en la que tiene especial protagonismo una rampa con forma de elipse por la que se desliza el trono del Rey, en hábil metáfora, unas veces con él, otras sin él, más utilizada al principio que en la fase del desenlace.
Fernando Cayo interpreta acertadamente a un Rey Creonte excesivo, que le viene muy bien al planteamiento que realiza Gaitán, tirano siempre, pero también proclive al perdón aunque solo sea para su propia loa y alimento de su ego.
“Hasta los lobos enferman de ternura”
Irene Arcos encarna a una altiva Antígona, seria y siempre segura de lo que hace, la duda no parece aflorar nunca en ella, no dejando traslucir el sufrimiento que en el original de la tragedia griega sí aparece. A destacar la interpretación del original rap con que ‘regala’ al tirano, cuando éste le exige que se esmere en su entretenimiento.
Clara Sanchís se convierte en uno de los puntos fuertes del espectáculo dando vida al innovador personaje de “Sabiduría”, quien intenta dirigir el debate del proceso de argumentos y contrargumentos que Creonte, Antígona, Hemón e Ismene realizan ante el coro de jóvenes tebanos, recreado por el conjunto de los espectadores.
Elías González (guardia), Isabel Moreno (Ismene) y Jorge Mayor (Hemón), completan el elenco con un adecuado desempeño actoral.
“Toda victoria encierra una derrota”
La forma de expresión de los ponentes en esta causa es a través de un léxico totalmente actual, hablan como el público que les observa y los giros que utilizan nos conectan con la actualidad política de nuestro día a día, donde las formas del populismo parecen ganar a las reflexiones filosóficas más elaboradas.
Interesante propuesta la que nos presenta David Gaitán, quien no actualiza el clásico de Sófocles a nuestra contemporaneidad, sino que inspirado en la trama original de Antígona, construye un planteamiento propio, más drama que tragedia, utilizando los nombres Creonte, Hemón (quien aquí no es hijo de Creonte, sino un soldado) o Ismene, incorporando otros (“Sabiduria” y el guardia) pero redefiniendo sus perfiles dentro de las formas de hacer de este siglo XXI.