En otro reino extraño, crítica teatral

30 Jul 2020

El calor dominaba Almagro en uno de éstos días de mitad de julio del año 2020, en los que la 43ª edición de su Festival Internacional de Teatro ha hecho frente al Coronavirus Covid-19 poniendo buena cara, esfuerzo organizativo y talento por parte de los participantes, hasta que, de repente, un soplo de aire lleno de frescura inundó a quienes acudíamos, en el espacio del Teatro Adolfo Marsillach (antiguo Hospital de San Juan), a una de las doce representaciones de “En otro reino extraño”, producción de “La Joven” de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, con dirección de David Boceta, sobre dramaturgia de Luis Sorolla a partir de textos de Lope de Vega.

“Pensar que significan la distancia y el encuentro”

La propuesta, rabiosamente innovadora, se incubó en los tiempos del confinamiento bajo el reto de hablar del amor, en esos momentos tan difíciles, dominados por la distancia física, partiendo de poemas y textos de Lope que sirvieron como germen para desarrollar un trabajo conjunto por parte de toda la compañía, cada uno desde su casa, utilizando herramientas digitales, y virtuales, para reflexionar todos y cada uno, desde sus propias experiencias. Así se crea un espacio atemporal, que no busca actualizar a Lope, sino evidenciar que los mismos sentimientos que expresa “El Fenix de los Ingenios” en su obra, suceden hoy.

«Todo encuentro real tiene una carga de desequilibrio necesario, y el amor que se protege de la caída a lo inesperado y a la incertidumbre, no es más que un sucedáneo de amor» (Slavoj Žižek)

Se nos presenta un montaje audiovisual en el que la música tiene un protagonismo muy especial, que sirve para demostrar la variedad de registros que los actores de “La Joven” tienen. Cantan y dominan distintos instrumentos musicales, sea guitarra española o eléctrica, clarinete, piano o batería, e incluso el ballet queda acreditado entre sus recursos. Momento a destacar la versión rapera de un verso de Lope, fantásticamente interpretado.

“Yo estoy en la fase ‘0’ del amor: aprendiendo a quererme a mí mismo”

Al comenzar el espectáculo los integrantes de “La Joven” nos reciben, cara a cara, aquí y ahora, hablándonos directamente, ubicados en el proscenio, buscan nuestra mirada y nos comparten el desarrollo creativo que ha derivado en lo que vamos a presenciar. No hay personajes, quienes nos hablan son Jose Luis, Fer, Aisa, Mariano, Alex, Pau, Alba, Íñigo, Anna, Víctor, José e Irene.

La puesta en escena es perfecta por sencilla, pero con la complejidad de todo lo que funciona adecuadamente, con una eficaz escenografía de Almudena Bautista, de apariencia minimalista que recoge el buen trabajo de Álvaro Luna y Bruno Paena en la video escena. Destacadas aportaciones de Felipe Ramos en la iluminación, Edu Cárcamo en la coreografía y Antonio de Cos en la direccion musical.

“…es lo que llaman en el mundo ausencia, fuego en el alma y en la vida infierno.” (Lope de Vega)

David Boceta acierta con el ritmo marcado en los 80 minutos de duración del espectáculo, que fluyen de manera natural, haciendo volar el tiempo.

Quizás lo menos conseguido sea un final que, después de la naturalidad y los diferentes sabores que nos comparten cada uno de los integrantes en sus aproximaciones al amor, tanto en más como en menos, con sus efectos y  sus condicionantes, sin que el hecho de que un determinado argumento busque estar en posesión de la verdad absoluta, ni de ser generalidad para todo ser humano, sea mujer u hombre, más allá de gustos, apetencias, sensibilidades o proyectos de vida, pueda resultar algo “edulcorado”.

“A mis soledades voy, de mis soledades vengo” (Lope de Vega)

Lluís Homar, actual director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico, al presentar este espectáculo, dentro de la edición del Festival Internacional de Teatro de Almagro 2020, anunció que con esta obra los doce jóvenes actores que la interpretan completan su ciclo formativo dentro de “La Joven” y el resultado es más que destacado, mereciendo un “cum laude” general, al menos en nuestra opinión, por el propio resultado de tan original propuesta, pero también por otros trabajos que les hemos contemplado en el tiempo reciente, como ‘El desdén con el desdén‘, ‘La vida es sueño‘ o ‘La señora y la criada‘. Aunque para tan jóvenes actores no se debe tratar del final de nada, sino del principio de todo.