Carisma (χαρισμα)
07 May 2018
La reunión estaba convocada para las 17 horas, todos fuimos llegando según nuestras costumbres, algunos bastante tiempo antes de la cita, la mayoría con unos simples minutos de antelación y otros, según su hábito, cuando ya había comenzado.
En esa ocasión, como de costumbre, la entrada de Gonzalo volvió a concitar las miradas de todos, por supuesto de sus compañeros y colaterales, pero su presencia también tuvo un impacto en sus superiores, teniendo la rara capacidad de que, sin necesidad de abrir la boca, parecía trasladar criterio, opinión, adhesiones y, por supuesto también, alguna discrepancia.
Se podría decir que Gonzalo tenía carisma, entendido como la capacidad de dejar huella en los demás, liderando su propia vida, a base de una oportuna toma de decisiones y de la asertividad necesaria para saber lo que quiere y lo que no, siendo protagonista, pero sabiendo dar protagonismo a los demás, con autoconfianza y la destreza de trasladar confianza a quienes tienen alrededor.
“Las personas con carisma no son aquellas que empequeñecen a los demás, sino quienes consiguen inspirar a los que les rodean con el objetivo de sacar lo mejor de ellos”. (John T. Marcus)
No debemos confundir los rasgos de una persona carismática con alguien prepotente y que solo esté pendiente de sus propios logros. Quienes están dotados de carisma no son egoístas, ni ególatras, ni egópatas, ni egocéntricos y ejercen su liderazgo, no para brillar, sino para alumbrar a los demás, cumpliendo con la premisa que señala John T. Marcus: “…las personas con carisma no son aquellas que empequeñecen a los demás, sino quienes consiguen inspirar a los que les rodean con el objetivo de sacar lo mejor de ellos”.
Seguro que tú también tienes, en tus recuerdos, la imagen de personas que te hayan resultado carismáticas. Piensa en alguna de ellas, ¿qué es lo que más te llamaba la atención en su desempeño?.
El origen etimológico de la palabra procede del latín “charisma” y del vocablo griego “χαρισμα”, cuyo significado original es agradar, además de atraer y cautivar.
Una persona carismática gestionará bien sus emociones, se expresará con una forma de hablar pausada, poniendo énfasis en lo que dice, sabiendo administrar sus silencios y controlando su lenguaje corporal; ejerciendo la escucha, de una manera activa; practicando la comunicación de forma eficiente y siempre abierto a rodearse de los mejores, reconociendo la inteligencia, talento y capacidad de otros.
“Preocúpate más por hacer que los demás se sientan bien consigo mismos que por hacer que los demás se sientan bien contigo”. (Dan Relland)
Hay personas que nacen carismáticas y desde niños generan sensaciones como las que Gonzalo nos difundía a todos, pero los comportamientos observables, y más habituales, en una persona con carisma se pueden trabajar, e incorporar al estar siendo de cualquier persona …de cualquiera de nosotros, de tí o de mi, sin necesidad que los mismos hayan formado parte de nuestra carga genética, basta con tomar la decisión de que sea así y trabajarlo con compromiso.
Algunos de estos comportamientos observables son los siguientes:
- Cumplen con lo que dicen que van a hacer. Son consistentes.
- Se responsabilizan de sus errores y admiten sus propias equivocaciones.
- Tratan con respeto a todo el mundo, mostrando su agradecimiento.
- Saben vivir para sí mismos, sin pretender caer en la complacencia hacia los demás, ni buscando la aceptación de todo el mundo, todo el tiempo.
- Avanzan siempre, focalizados en la capacidad de cambio y adaptabilidad.
- No se apropian del éxito de los demás y saben reconocer la excelencia.
- En su comunicación están presentes al 100% con su interlocutor, sin perder el contacto visual con él.
- Son vitalistas y optimistas, pero sin dejar de ser conscientes de lo que sucede y de la realidad.
¿Te consideras una persona carismática?, ¿cuantos de estos rasgos reconoces en tí?, ¿cuales de ellos te faltan?. Recuerda que la consciencia sobre una determinada capacidad que nos falte, es el primer paso para conseguir nuestra mejor versión.
“Una palabra describe el camino hacia la grandeza: la voz. Aquellos que en su camino encuentren su voz, aquella que les sirva para inspirar a otros a encontrar la suya, habrán encontrado el camino hacia el liderazgo carismático”. (Stephen R. Covey).
El carisma está a tu alcance, lo que te separa para ello es desarrollar los comportamientos de personas carismáticas, yo lo hice respecto a Gonzalo y tú también puedes utilizar el ejemplo de esas personas que a lo largo de tu vida has reconocido como tales.
No hay magia, ni energías manipuladoras; el carisma es una sugerente mezcla de cualidades observables, que se pueden identificar y que puedes implementar en tí. Es tu decisión …¿te animas a dar el primer paso?.
Artículo publicado en @elespanolcom el 07/05/2018: https://www.elespanol.com/blog_del_suscriptor/opinion/20180507/carisma/305539445_7.html
Realmente acertado el contenido. Más aún la invitación a la reflexión sobre nuestros comportamientos para podernos configurar como carismáticos.
Parece evidente: poco prolifera el «segmento del carisma» en nuestra sociedad y, si nos fijamos en la clase política, la invitación en vez de a la reflexión lo sería al llanto desconsolado.
La vida sigue, Mario, y tendremos que seguir en este autobús el mayor tiempo posible en la espera de tiempos mejores o, como diría un gallego, menos malos.
Una vez más: felicidades por tu descripción.
De nuevo muchas gracias, Pedro, por tu comentario y participación en https://www.traslamascara.com, al hilo de mi artículo «Carisma». Te agradezco tu opinión y me alegro que te haya interesado el tema que trato en él. Un fuerte abrazo.